tag:blogger.com,1999:blog-87173829126426234942024-03-13T14:48:09.143-06:00LA UNIDAD MORELOSAl Este del ParaísoAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.comBlogger7519125tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-17731629222931471182014-01-27T12:39:00.000-06:002014-01-27T12:39:19.555-06:00JOSÉ EMILIO PACHECO: poema, "INDESEABLE"<br />
copiado de http://amediavoz.com/pacheco.htm#ALTA TRAICIÓN<br />
<br />
<span style="font-family: Georgia;"><b>INDESEABLE</b></span><span style="font-family: Georgia; font-size: x-small;"><b><br /></b><br /><b>No me deja pasar el guardia.<br />He traspasado el límite de edad.<br />Provengo de un país que ya no existe.<br />Mis papeles no están en orden.<br />Me falta un sello.<br />Necesito otra firma.<br />No hablo el idioma.<br />No tengo cuenta en el banco.<br />Reprobé el examen de admisión.<br />Cancelaron mi puesto en la gran fábrica.<br />Me desemplearon hoy y para siempre.<br />Carezco por completo de influencias.<br />Llevo aquí en este mundo largo tiempo.<br />Y nuestros amos dicen que ya es hora<br />de callarme y hundirme en la basura.</b></span><br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-76793889457109767782014-01-27T12:00:00.001-06:002014-01-27T12:00:55.165-06:00MARTÍN RAMÍREZ<br />
copiado de http://www.jornada.unam.mx/2014/01/11/oja-silencio.html<br />
<br />
<div id="header" style="background-color: #efe091; font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; padding: 0px 10px 0px 20px; text-align: justify;">
<h1 style="margin: 0px; padding: 10px 0px;">
<img height="56" src="http://www.jornada.unam.mx/2014/01/11/Images/ojarasca.png" width="160" /></h1>
</div>
<div id="mainContent" style="background-color: white; font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; padding: 0px 50px; text-align: justify;">
<h4 style="font-variant: small-caps;">
Martín Ramírez, migrante</h4>
<div align="left">
<span style="font-size: 30px; font-variant: small-caps;"><strong>En el país del silencio</strong></span></div>
<table align="right" border="0" style="width: 315px;"><tbody>
<tr><td><div align="right">
<img height="462" src="http://www.jornada.unam.mx/2014/01/11/Images/oja-silencio1.jpg" width="300" /><br /><span class="Estilo5" style="font-size: xx-small;">Martín Ramírez en el hospital DeWitt en California</span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<strong><span class="Estilo4" style="font-size: large;">A</span><span style="font-variant: small-caps;">l paso del</span></strong> tiempo, la verdad del arte se impuso a cualquier explicación clínica o antropológica del fenómeno Martín Ramírez —muerto hace medio siglo— y su portentoso mundo milimétrico de dibujo y encáustica, creado en silencio y apartamiento psicótico durante los últimos quince años de su vida en un hospital psiquiátrico en Auburn, California, donde fallece el 17 de febrero de 1963 a los 67 años. Nacido en Rincón de Velázquez, Tepatitlán, Jalisco, en 1895 (algunas fuentes dice que antes), trabajador del campo, buen jinete, se casó en 1918 con María Santa Ana Navarro Velázquez y procrearon tres hijas. Nunca conocería a su cuarto hijo, que nació en 1926, luego de que Martín migrara a Texas y Arizona en busca de trabajo en las minas y los ferrocarriles. Manda remesas cuando puede. Hacia 1930 comienza a dibujar cosas raras en los márgenes de sus últimas cartas familiares. En 1931 decide dejar de hablar por completo. La policía del condado de San Joaquín, California, lo aprehende “por escandalizar en la vía pública”. Merodeaba desnudo en un edificio abandonado. Se dice que en ese momento grafiteaba en la pared la frase: “hoy va a llover”.<br />
Preso y después internado en un frenopático de Stockton como “paciente que no coopera”, lo que sí le llovió fueron diagnósticos: maniaco depresivo, catatónico, esquizofrénico, demente precoz, sifilítico, autista, tuberculoso. Si bien la Revolución Mexicana le tocó durante su juventud en los Altos de Jalisco, más lo afectaría, y por ausencia, la guerra cristera de 1926 a 1929, pues fue lo que le impidió regresar. El temor de que se lo llevara la leva. En su tierra, el conflicto armado era atroz, intenso, absurdo. En el corazón de la antigua Chichimeca, en nombre de Cristo como en la Conquista, y ahí te voy. Por malos entendidos, comprensibles en aquellos tiempos de vías de comunicación primitivas e indirectas, Martín creyó, equivocadamente, que su mujer se había ido con el enemigo, los federales, y parece que eso fue lo que desató su deterioro. Al ser detenido, ya no mandaba dinero.<br />
Escapa tres veces de su internamiento (1932, 1933, 1934). La tercera regresa por las buenas, luego de vagar tres días por las calles. En 1935, a cuatro años de no transmitir señales, comienza a dibujar. O sea, a comunicarse por ese único canal. Hasta entonces no<em> transmitía</em> nada, salvo su absoluta ausencia. En 1948 lo cambian al hospital DeWitt en Auburn, en el norte de California, y envían sus dibujos a la familia, que ya fue rastreada allá en Jalisco. Ésta, años después, los destruirá por temor al bacilo de la presunta tuberculosis de Martín. En 1950, un noble ruso, rico y conservador, llamado Charles Muskavitch, socio de una galería de arte en Sacramento, se interesa en sus obras. También entonces lo descubre el psicólogo Tarmo Pasto y lo convierte en un caso estrella de locura comparada, publica en revistas científicas, dicta conferencias, recibe las becas Ford y Fulbright, y hacia 1958 se desentiende.<br />
Considerado artista ingenuo, naif, pronto se le asocia con Paul Klee, Max Ernst, el arte bruto de Jean Dubuffet, Jasper Johns y Robert Raushenberg. El paciente Martín ni se entera. A veces arranca páginas de periódicos y revistas, saca papel de donde puede, pega los pedazos con papa y agua, pues le da por los formatos grandes. Trabaja en el suelo, como hacía en su tierra en el campo. Dibuja rollos a lápiz, con cerillos, usa fluidos corporales, hace collage con fotos, inventa patrones cósmicos y pone a girar los infinitos. Pasados y futuros, con el ciervo recurrente de su obsesión. Se pone de moda escribir sobre su “caso”. Lo exhiben en museos y galerías en Estados Unidos. A la manera de los poetas románticos Frederich Hölderlin y Robert Walser, o el grabador zacatecano Severo Amador, sobrevive largos años en una lejana y apacible locura creativa. El 17 de febrero de 1963 muere de edema pulmonar</div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-42672477580844221352014-01-16T02:31:00.000-06:002014-01-16T02:31:38.146-06:00JUAN GELMAN: poema, "Torcazas"<div style="text-align: center;">
<b><span style="color: #990000;">TORCAZAS </span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Se pasa de inocente a culpable </div>
<div style="text-align: center;">
en un segundo. El tiempo </div>
<div style="text-align: center;">
es así, torcazas </div>
<div style="text-align: center;">
que cantan en un árbol cansado. </div>
<div style="text-align: center;">
La carne piensa y no llora. Pensar </div>
<div style="text-align: center;">
es ver la nada que nota </div>
<div style="text-align: center;">
en una cucharada de sopa. </div>
<div style="text-align: center;">
El dolor no se olvida </div>
<div style="text-align: center;">
de uno. Sombras ahí, </div>
<div style="text-align: center;">
distancias, superficies, </div>
<div style="text-align: center;">
olor a sospechas podridas, congojas </div>
<div style="text-align: center;">
que no mueven los pies. </div>
<div style="text-align: center;">
El tiempo borra el sudor frío </div>
<div style="text-align: center;">
del alma y si hace falta el alma. Pega con </div>
<div style="text-align: center;">
el leve sonido a compañeros </div>
<div style="text-align: center;">
colgados en la noche, son </div>
<div style="text-align: center;">
urgentes, hacen </div>
<div style="text-align: center;">
un país que nadie conoce </div>
<div style="text-align: center;">
en el camino que empieza </div>
<div style="text-align: center;">
donde acaba la lengua del empujado. </div>
<div style="text-align: center;">
Están tendidos en las jaulas </div>
<div style="text-align: center;">
de la sensación. Hay miedo </div>
<div style="text-align: center;">
en la memoria prohibida, el sabor </div>
<div style="text-align: center;">
del día que se distrajo y abre </div>
<div style="text-align: center;">
de repente los deseos de ayer. Una </div>
<div style="text-align: center;">
luna enorme finge acompañamientos. Vuela </div>
<div style="text-align: center;">
la pérdida ojos adentro como </div>
<div style="text-align: center;">
la longura de un pájaro azul. Los </div>
<div style="text-align: center;">
compañeros, ¿están despiertos para </div>
<div style="text-align: center;">
que pregunte quién soy? ¿No duermen </div>
<div style="text-align: center;">
en lo que es no es? Las calles </div>
<div style="text-align: center;">
sucias de amanecer son un error. La </div>
<div style="text-align: center;">
emoción entre mi vida y </div>
<div style="text-align: center;">
la conciencia de mi vida </div>
<div style="text-align: center;">
es una continuidad que no </div>
<div style="text-align: center;">
me pertenece. Agradezco </div>
<div style="text-align: center;">
el saltito del pájaro en la rama </div>
<div style="text-align: center;">
que abriga cuando </div>
<div style="text-align: center;">
el cuarto que abandono navega </div>
<div style="text-align: center;">
en sales, brumas, el espanto y </div>
<div style="text-align: center;">
mi pecho metido en el polvo. </div>
<div style="text-align: center;">
Y yo al revés.</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-53079831652077429592013-12-11T00:57:00.002-06:002013-12-11T00:57:32.724-06:00JORGE TEILLIER: "En Cualquier Lugar del Mundo", poema.<br />
<div style="text-align: center;">
<b>copiado de <span style="color: #990000;">IGNORIA</span> <a href="http://bibliotecaignoria.blogspot.com/">http://bibliotecaignoria.blogspot.com/</a></b></div>
<br />
<br />
<div class="post-body entry-content" style="background-color: white;">
<div class="separator" style="clear: both; color: #202020; font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-6l-l8he0AUs/UqZjCpIDEcI/AAAAAAAAiFw/NLs_MWmkalg/s1600/jt.jpg" imageanchor="1" style="color: #006699; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-decoration: none;" target="_blank"><img alt="" border="0" height="245" src="http://4.bp.blogspot.com/-6l-l8he0AUs/UqZjCpIDEcI/AAAAAAAAiFw/NLs_MWmkalg/s400/jt.jpg" style="border: 1px solid rgb(0, 0, 0); padding: 4px;" title="Jorge Teillier - En cualquier lugar fuera del mundo" width="400" /></a></div>
<br /><br /><div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Salgo de la casa a orillas del río</span></b></div>
<b><div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">El cartero me ha traído periódicos de 1935</span></b></div>
<span style="color: #660000;"><div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Saludo a los pescadores a lienza</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Llego al Restaurant al aire libre del pueblo</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Todos los clientes</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Están siempre vestidos de Domingo</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Todos se conocen pero nadie saluda a nadie</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">La iglesia está cerrada a piedra y lodo</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Ha vuelto el Astrólogo que escribe en los muros:</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">"Un sueño sin estrellas es un sueño olvidado"</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">A lo lejos hay soldados que encienden hogueras</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Que empañan la tarde</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Ellos pronto empezarán a luchar</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Ellos nunca entrarán a este pueblo</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Donde nadie ha sido marcado</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Llega una procesión de niñas vestidas de Primera Comunión</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Que dejan sus muñecas en las sillas vacías</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Más tarde aparecen prostitutas de ojos almendrados</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Que traen brazadas de flores silvestres</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Todas se van</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Los basureros recogen las muñecas y las flores</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Y en sus carretillas las llevan a los sitios vacíos</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Nuestras casas se abren</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Entramos solitarios a ellas</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Llueve por primera vez sobre la tumba del hermano muerto</span></b></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px; text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Mañana será el mismo día que mañana.</span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px;"><div style="text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">En <i>Antología destartalada</i></span></b></div>
</span><span style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 12px;"><div style="text-align: center;">
<b><span style="color: #660000;">Imagen: <a href="http://www.uchile.cl/" style="text-decoration: none;" target="_blank">Universidad de Chile</a></span></b></div>
</span></span></b></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-53155632919303821532013-11-29T04:33:00.000-06:002013-11-29T04:33:05.947-06:00ÍTALO CALVINO: Cuento, "La Distancia de la Luna"<br />
<div class="date-posts" style="background-color: #ffcc66; font-family: Georgia, serif;">
<div class="post-outer">
<div class="post hentry" itemprop="blogPost" itemscope="itemscope" itemtype="http://schema.org/BlogPosting" style="border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: dotted; border-bottom-width: 1px; margin: 0.5em 0px 1.5em; padding-bottom: 1.5em;">
<span style="color: #4c4c4c; font-size: x-small;"><a href="" name="932327141152504203"></a></span><h3 class="post-title entry-title" itemprop="name" style="line-height: 1.4em; margin: 0.25em 0px 0px; padding: 0px 0px 4px;">
<a href="http://bibliotecadescontexto.blogspot.mx/2010/04/la-distancia-de-la-luna.html" style="display: block; text-align: center; text-decoration: none;"><span style="color: #990000; font-size: large;">La distancia de la luna</span></a><a href="http://bibliotecadescontexto.blogspot.mx/2010/04/la-distancia-de-la-luna.html" style="color: #cc6600; display: block; font-size: 18px; font-weight: normal; text-align: center; text-decoration: none;"><br /></a></h3>
<div class="post-header" style="color: #4c4c4c; font-size: 13px;">
<div class="post-header-line-1">
</div>
</div>
<div class="post-body entry-content" id="post-body-932327141152504203" itemprop="description articleBody" style="font-size: 13px; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 0.75em;">
<div style="color: #4c4c4c; text-align: center;">
<span style="font-size: 11px; line-height: 1.6em;"><b>por Ítalo Calvino</b></span></div>
<div style="color: #4c4c4c; text-align: center;">
<span style="font-size: 11px; line-height: 1.6em;"><br /></span></div>
<div style="color: #4c4c4c; text-align: center;">
<span style="font-size: 11px; line-height: 1.6em;">copiado de: </span><a href="http://bibliotecadescontexto.blogspot.mx/" style="line-height: 1.6em;">http://bibliotecadescontexto.blogspot.mx/</a></div>
<div style="color: #4c4c4c; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="color: #4c4c4c; text-align: justify;">
<span style="font-size: 17px;"><span style="font-weight: bold;">H</span></span>ubo un tiempo, según Sir George H Darwin, en que la Luna estaba muy cerca de la Tierra. Las mareas fueron poco a poco empujándola lejos, esas mareas que ella, la Luna, provoca en las aguas terrestres y en las cuales la Tierra pierde lentamente energía.<br /><br /><br />¡Claro que lo sé!, exclamó el viejo Qfwfq, ustedes no pueden acordarse, pero yo sí. La teníamos siempre encima, a la Luna, desmesurada; en plenilunio noches claras como de día, pero con una luz color manteca, parecía que iba a aplastarnos; en novilunio rodaba por el cielo como un paraguas negro llevado por el viento, y en cuarto creciente se acercaba con los cuernos tan bajos que parecía a punto de ensartar la cresta de un promontorio y quedarse allí anclada. Pero todo el mecanismo de las fases marchaba de una manera diferente de la de hoy, porque las distancias del Sol eran distintas, y las órbitas, y la inclinación de no recuerdo qué; además, eclipses, con Tierra y Luna tan pegadas, los había a cada rato, imagínense si esas dos bestias no iban a encontrar manera de hacerse continuamente sombra una a la otra.</div>
<div style="color: #4c4c4c; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #660000;">LEER TEXTO COMPLETO:</span></b><br /><a name='more'></a><br /><span style="color: #4c4c4c;">¿La órbita? Elíptica, naturalmente, elíptica; por momentos se nos echaba encima, por momentos remontaba vuelo. Las mareas, cuando la Luna estaba más baja, subían que no había quien las sujetara. Eran noches de plenilunio bajo bajo y de marea alta alta y si la Luna no se mojaba en el mar era por un pelo, digamos, por pocos metros. ¿Si nunca habíamos tratado de subirnos? ¡Cómo no! Bastaba llegar justo debajo con la barca, apoyar una escalera y arriba.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">El punto donde la Luna pasaba más bajo estaba en mar abierto, en los Escollos de Zinc. Íbamos en esas barquitas de remos que se usaban entonces, redondas y chatas, de corcho. Éramos varios: yo, el capitán Vhd Vhd, su mujer, mi primo el sordo y a veces la pequeña Xlthlx, que entonces tendría doce años. El agua estaba aquellas noches tranquilísima, plateada que parecía mercurio, y los peces, adentro, violetas, que no podían resistir a la atracción de la Luna y salían todos a la superficie, y también pulpos y medusas de color azafrán. Había siempre un vuelo de animalitos menudos -pequeños cangrejos, calamares y también algas livianas y diáfanas y plantitas de coral- que se despegaban del mar y terminaban en la Luna, colgando de aquel techo calcáreo, o se quedaban allí en mitad del aire, en un enjambre fosforescente que ahuyentábamos agitando hojas de banano.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Nuestro trabajo era así: en la barca llevábamos una escalera; uno la sostenía, otro subía y otro le daba a los remos hasta llegar debajo de la Luna; por eso teníamos que ser tantos (sólo he nombrado a los principales). El que estaba en la cima de la escalera, cuando la barca se acercaba a la Luna gritaba espantado: "¡Alto! ¡Alto! ¡Me voy a pegar un cabezazo!" Era la impresión que daba viéndola encima tan inmensa, tan erizada de espinas filosas y bordes mellados y dentados. Ahora quizá sea distinto, pero entonces la Luna, o mejor dicho el fondo, el vientre de la Luna, en fin, la parte que pasaba más arrimada a la Tierra hasta casi rozarla, estaba cubierta de una costra de escamas puntiagudas. Al vientre de un pez se parecía y también el olor, por lo que recuerdo, era si no exactamente de pescado, apenas más leve, como de salmón ahumado.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">En realidad, desde lo alto de la escalera se llegaba justo a tocarla extendiendo los brazos, de pie, en equilibrio sobre el último peldaño. Habíamos tomado bien las medidas (todavía no sospechábamos que se estaba alejando); en lo único que había que fijarse bien era en la forma de poner las manos. Yo elegía una escama que pareciera sólida (nos tocaba subir a todos, por turno, en tandas de cinco o seis), me agarraba con una mano, después con la otra e inmediatamente sentía que escalera y barca se me escapaban y el movimiento de la Luna me arrancaba a la atracción terrestre. Sí, la Luna tenía una fuerza que te arrastraba, lo sentías en aquel momento de paso entre una y otra; había que incorporarse de repente, con una especie de cabriola, aferrarse a las escamas, alzar las piernas para encontrarse de pie en el fondo lunar. Visto desde la Tierra parecías colgado cabeza abajo, pero para ti era la misma posición de siempre, y lo único extraño era, al alzar los ojos, verte encima la capa del mar luciente con la barca y los amigos patas arriba, balanceándose como un racimo de sarmiento.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">En aquellos saltos el que desplegaba un gran talento era mi primo el sordo. Sus toscas manos, apenas tocaban la superficie lunar (era siempre el primero que saltaba la escalera), se volvían de pronto suaves y seguras. Encontraban en seguida el punto a que debían agarrarse para izarse, y parecía que le bastaba la presión de las palmas para adherirse a la corteza del satélite. Una vez tuve realmente la impresión de que la Luna se le acercaba cuando él le tendía las manos.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Igualmente hábil era en el descenso a Tierra, operación más difícil todavía. Para nosotros consistía en un salto en alto, lo más alto posible, con los brazos levantados (visto desde la Luna, porque visto desde la Tierra en cambio se parecía más a una zambullida, o a nadar en profundidad, con los brazos colgando), en fin, igual al salto desde la Tierra, sólo que ahora faltaba la escalera porque en la Luna no había nada donde apoyarla. Pero mi primo, en vez de echarse con los brazos adelante, se inclinaba sobre la superficie lunar con la cabeza hacia abajo como para una cabriola, y se ponía a dar saltos haciendo fuerza con las manos. Desde la barca lo veíamos de pie en el aire como si sostuviera la enorme pelota de la Luna y la hiciera rebotar golpeándola con las manos, hasta que sus piernas quedaban a nuestro alcance y conseguíamos atraparlo por los tobillos y bajarlo a bordo.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Ahora me preguntarán ustedes qué diablos íbamos a hacer en la Luna, y les explico. Íbamos a recoger leche, con una gran cuchara y un balde. La leche lunar era muy densa, como una especie de requesón. Se formaba en los intersticios entre escama y escama por la fermentación de diversos cuerpos y sustancias de origen terrestre, procedentes de los prados y montes y lagunas que el satélite sobrevolaba. Se componía esencialmente de: jugos vegetales, renacuajos, asfalto, lentejas, miel de abejas, cristales de almidón, huevos de esturión, mohos, pollitos, sustancias gelatinosas, gusanos, resinas, pimienta, sales minerales, material de combustión. Bastaba meter la cuchara debajo de las escamas que cubrían el suelo costroso de la Luna para retirarla llena de aquel precioso lodo. No en estado puro, claro; las escorias eran muchas: en la fermentación (la Luna atravesaba extensiones de aire tórrido sobre los desiertos) no todos los cuerpos se fundían; algunos permanecían hincados allí: uñas y cartílagos, clavos, hipocampos, carozos y pedúnculos, pedazos de loza, anzuelos de pescar, a veces hasta un peine. De modo que ese puré, después de recogido, había que descremarlo, pasarlo por un colador. Pero la dificultad no era ésa, sino cómo enviarlo a la Tierra. Se hacía así: cada cucharada se disparaba hacia arriba manejando la cuchara como una catapulta, con las dos manos. El requesón volaba y si el tiro era bastante fuerte iba a estrellarse en el techo, es decir, en la superficie marina. Una vez allí quedaba flotando y recogerlo desde la barca era fácil. También en estos lanzamientos mi primo el sordo desplegaba una particular habilidad; tenía pulso y puntería; con un golpe decidido conseguía centrar su tiro en un balde que le tendíamos desde la barca. En cambio yo a veces erraba el tiro; la cucharada no conseguía vencer la atracción lunar y me caía en un ojo.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Todavía no les he dicho todo sobre las operaciones en que mi primo se destacaba. Aquel trabajo de exprimir leche lunar de las escamas era para él una especie de juego; en lugar de la cuchara a veces le bastaba meter debajo de las escamas la mano desnuda o sólo un dedo. No procedía con orden sino en puntos aislados, yendo de uno a otro a saltos, como si quisiera hacer bromas a la Luna, darle sorpresas o directamente hacerle cosquillas. Y donde él metía la mano saltaba el chorro de leche como de las ubres de una cabra. Tanto que nos bastaba irle detrás y recoger con las cucharas la sustancia que aquí y allá hacía rezumar, pero siempre como por casualidad, porque los itinerarios del sordo no parecían responder a ningún propósito práctico definido. Había puntos, por ejemplo, que tocaba solamente por el gusto de tocarlos: intersticios entre escama y escama, pliegues desnudos y tiernos de la pulpa lunar. A veces mi primo apretaba, no con los dedos de la mano, sino -en un impulso bien calculado de sus saltos- con el dedo gordo del pie (subía a la Luna descalzo) y parecía que aquello fuera para él el colmo de la diversión, a juzgar por el gañido que emitía su úvula, y los nuevos saltos que seguían.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">El suelo de la Luna no era uniformemente escamoso, sino que mostraba zonas desnudas irregulares de una resbalosa arcilla pálida. Al sordo esos espacios suaves le daban antojos de cabriolas o de vuelos casi de pájaro, como si quisiera incrustarse en la pasta lunar con toda su persona. Como se iba alejando, en cierto momento lo perdíamos de vista. En la Luna se extendían regiones que nunca habíamos tenido motivo o curiosidad de explorar, y allí desaparecía mi primo; y a mí se me había ocurrido que todas aquellas cabriolas y pellizcos en que se desahogaba delante de nuestros ojos sólo eran una preparación, un preludio a algo secreto que debía desarrollarse en las zonas ocultas.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Un humor especial era el nuestro, en aquellas noches de los Escollos de Zinc, alegre pero un poco expectante, como si dentro del cráneo sintiéramos, en lugar del cerebro, un pez que flotara atraído por la Luna. Y así navegábamos haciendo música y cantando. La mujer del capitán tocaba el arpa; tenía brazos larguísimos, plateados aquellas noches como anguilas, y axilas oscuras y misteriosas como erizos marinos; y el sonido del arpa era tan dulce y agudo, tan dulce y agudo, que casi no se podía soportar, y teníamos que lanzar grandes gritos, no tanto para acompañar la música como para protegernos el oído.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Medusas transparentes afloraban a la superficie marina, vibraban un poco, echaban a volar hacia la Luna ondulando. La pequeña Xlthlx se divertía atrapándolas en el aire, pero no era fácil. Una vez, al tender los bracitos para alcanzar una, dio un pequeño salto y se encontró también flotando. Como era flaquita le faltaban algunas onzas para que la gravedad la devolviera a la Tierra venciendo la atracción lunar, así que volaba entre las medusas colgando sobre el mar. De pronto se asustó, se echó a llorar, después se rió y se puso a jugar atrapando al vuelo crustáceos y pececitos, llevándose algunos a la boca y mordisqueándolos. Nosotros navegábamos siguiéndola; la Luna corría por su elipse arrastrando aquel enjambre de fauna marina por el cielo, y una cola de algas ensortijadas, y la niña suspendida en el medio. Xlthlx tenía dos trencitas delgadas que parecían volar por su cuenta, tendidas hacia la Luna; pero entre tanto pataleaba, daba puntapiés al aire como si quisiera combatir aquel influjo, y los calcetines -había perdido las sandalias en el vuelo- se le escurrían de los pies y colgaban atraídos por la fuerza terrestre. Nosotros subidos a la escalera tratábamos de agarrarlos.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Aquello de ponerse a comer los animalitos suspendidos había sido una buena idea; cuanto más aumentaba el peso de Xlthlx, más bajaba hacia la Tierra; además, como entre aquellos cuerpos suspendidos el suyo era el de mayor masa, moluscos y algas y plancton empezaron a gravitar sobre ella y en seguida la niña quedó cubierta de minúsculas cáscaras silíceas, caparazones quitinosos, carapachos y filamentos de hierbas marinas. Y cuanto más se perdía en esa maraña, más iba librándose del influjo lunar, hasta que rozó la superficie del agua y se zambulló.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Remamos rápido para recogerla y socorrerla; su cuerpo estaba imantado y tuvimos que esmerarnos para quitarle todo lo que se le había incrustado. Corales tiernos le envolvían la cabeza, y del pelo, cada vez que pasaba el peine, llovían anchoas y camarones; los ojos estaban tapados por caparazones de lapas que se pegaban a los párpados con sus ventosas; tentáculos de sepias se enroscaban alrededor de los brazos y el cuello; la chaquetita parecía ahora entretejida sólo con algas y esponjas. Le quitamos lo más gordo; y durante semanas ella siguió despegándose mejillones y conchillas, pero le quedó para siempre la piel punteada por menudísimas diatomeas, bajo la apariencia -para quien no lo observaba bien- de un fino polvillo de lunares.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Así de disputado era el intersticio entre Tierra y Luna por los dos influjos que se equilibraban. Diré más: un cuerpo que bajaba a Tierra desde el satélite permanecía por algún tiempo cargado de fuerza lunar y se negaba a la atracción de nuestro mundo. Incluso yo, a pesar de ser alto y gordo, cada vez que había estado allá tardaba en acostumbrarme de nuevo al arriba y al abajo terrestres, y los amigos tenían que atraparme por los brazos y retenerme a la fuerza, colgados en racimo de la barca oscilante mientras yo, cabeza abajo, seguía estirando las piernas hacia el cielo.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">¡Agárrate! ¡Agárrate fuerte a nosotros! me gritaban, y yo en aquel braceo a veces terminaba por aferrar un pecho de la señora Vhd Vhd, que los tenía redondos y macizos, y el contacto era bueno y seguro; ejercía una atracción igual o más fuerte que la de la Luna, sobre todo si en mi bajada de cabeza conseguía con el otro brazo ceñirle las caderas; y así pasaba de nuevo a este mundo y caía de golpe en el fondo de la barca, y el capitán Vhd Vhd para reanimarme me arrojaba encima un cubo de agua.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Así empezó la historia de mi enamoramiento de la mujer del capitán, y de mis sufrimientos. Porque no tardé en notar a quién se dirigían las miradas más tercas de la señora: cuando las manos de mi primo se posaban seguras en el satélite, yo le clavaba la vista y en su mirada leía los pensamientos que aquella confianza entre el sordo y la Luna le iba suscitando, y cuando él desaparecía en sus misteriosas exploraciones lunares veía que se inquietaba, estaba como sobre ascuas y entonces todo me resultaba claro: cómo la señora Vhd Vhd se iba poniendo celosa de la Luna y yo celoso de mi primo. Tenía ojos de diamante la señora Vhd Vhd, llameaban cuando miraba la Luna, casi en desafío, como si dijera: "¡No lo conseguirás!" Y yo me sentía excluido.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">De todo esto el que menos se daba por enterado era el sordo. Cuando le ayudábamos a bajar tirándole como ya les he explicado de las piernas, la señora Vhd Vhd perdía todo recato prodigándose, echándole encima el peso de su persona, envolviéndolo en sus largos brazos plateados; yo sentía una punzada en el corazón (las veces que yo me agarraba a ella, su cuerpo era dócil y amable, pero no se echaba hacia adelante como con mi primo), mientras él parecía indiferente, perdido todavía en su arrobamiento lunar.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Yo miraba al capitán, preguntándome si también él notaba el comportamiento de su mujer; pero ninguna expresión pasaba jamás por aquella cara roja de salitre, surcada de arrugas embreadas. Como el sordo era siempre el último en despegarse de la Luna, su descenso era la señal de partida para las barcas. Entonces, con un gesto insólitamente amable, Vhd Vhd recogía el arpa del fondo de la barca y la tendía a su mujer. Ella estaba obligada a tomarla y a sacar algunas notas. Nada podía separarla más del sordo que el sonido del arpa. Yo empezaba a entonar aquella canción melancólica que dice: "Flotan flotan los peces lucientes y los oscuros se van al fondo..." y todos, menos mi primo, me hacían coro.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Todos los meses, apenas había pasado el satélite, el sordo volvía a su aislado desapego de las cosas del mundo; sólo la cercanía del plenilunio lo despertaba. Aquella vez yo me las había ingeniado para no formar parte de los que subían y quedarme en la barca, junto a la mujer del capitán. Y apenas mi primo había trepado a la escalera, la señora Vhd Vhd dijo:</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">¡Hoy quiero ir yo también allá arriba!</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Nunca había ocurrido que la mujer del capitán subiera a la Luna. Pero Vhd Vhd no se opuso, al contrario, casi la levantó en vilo poniéndola en la escalera, exclamando: ¡Pues anda! y todos empezamos a ayudarla y yo la sostenía de atrás, y la sentía en mis brazos redonda y suave, y para empujarla apretaba contra ella las palmas y la cara, y cuando la sentí subirse a la esfera lunar me dio tanta congoja aquel contacto perdido, que traté de irme tras ella diciendo:</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">¡Yo también voy un rato arriba a dar una mano!</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Algo como una morsa me detuvo.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Tú te quedas aquí, que también hay que hacer me ordenó, sin levantar la voz, el capitán Vhd Vhd.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Las intenciones de cada uno ya eran claras en aquel momento. Y sin embargo yo no entendía, y todavía hoy no estoy seguro de haber interpretado todo exactamente. Claro que la mujer del capitán había alimentado largamente el deseo de apartarse allá arriba con mi primo (o por lo menos, de no dejar que él se apartase solo con la Luna), pero probablemente su plan tenía un objetivo más ambicioso, que debía de haber sido urdido en inteligencia con el sordo: esconderse juntos allá arriba y quedarse en la Luna un mes. Pero puede ser que mi primo, como era sordo, no hubiese entendido nada de lo que ella había tratado de explicarle, o que directamente no se hubiera dado cuenta siquiera de ser objeto de los deseos de la señora. ¿Y el capitán? No esperaba más que liberarse de su mujer, tanto que apenas ella quedó confinada allá arriba, vimos que se abandonaba a sus inclinaciones y se hundía en el vicio, y entonces comprendimos por qué no había hecho nada por retenerla. ¿Pero sabía él desde el principio que la órbita de la Luna se iba agrandando?</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Ninguno de nosotros podía sospecharlo. El sordo, quizá únicamente el sordo: de la manera larval en que sabía las cosas, había presentido que aquella noche le tocaba despedirse de la Luna. Por eso se escondió en sus lugares secretos y sólo reapareció para volver a bordo. Y fue inútil que la mujer del capitán lo siguiera: vimos que atravesaba la extensión escamosa varias veces, a lo largo y a lo ancho, y de golpe se detuvo mirando a los que habíamos permanecido en la barca, casi a punto de preguntarnos si lo habíamos visto.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Claro que había algo insólito aquella noche. La superficie del mar, aunque tensa como siempre que había plenilunio y hasta casi arqueada hacia el cielo, ahora parecía relajarse, floja, como si el imán lunar no ejerciera toda su fuerza. Y sin embargo no se hubiera dicho que la luz era la misma de los otros plenilunios, como por un espesarse de la tiniebla nocturna. Hasta los compañeros, arriba, debieron de darse cuenta de lo que estaba sucediendo, pues alzaron hacia nosotros ojos despavoridos. Y de sus bocas y las nuestras, en el mismo momento, salió un grito:</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">¡La Luna se aleja!</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Todavía no se había apagado este grito cuando en la Luna apareció mi primo corriendo. No parecía asustado, ni siquiera sorprendido; posó las manos en el suelo para la cabriola de siempre, pero esta vez después de lanzarse al aire se quedó allí, suspendido, como ya le había sucedido a la pequeña Xlthlx, dio volteretas por un momento entre Luna y Tierra, se puso cabeza abajo y con un esfuerzo de los brazos como el que nadando debe vencer una corriente, se dirigió, con insólita lentitud, hacia nuestro planeta.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Desde la Luna los otros marineros se apresuraron a seguir su ejemplo. Ninguno pensaba en hacer llegar a la barca la leche recogida, ni el capitán los amonestaba por eso. Ya habían esperado demasiado, la distancia era ahora difícil de atravesar; por más que trataban de imitar el vuelo o la natación de mi primo, se quedaron gesticulando, suspendidos en medio del cielo.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">¡Aprieten filas, imbéciles, aprieten filas! gritó el capitán. A su orden, los marineros trataron de reagruparse, de juntarse, de pujar todos juntos para llegar a la zona de atracción terrestre, hasta que de pronto una cascada de cuerpos se zambulló en el mar.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Ahora las barcas remaban para recogerlos. ¡Esperen! ¡Falta la señora! grité. La mujer del capitán también había intentado el salto pero había quedado suspendida a pocos metros de la Luna y movía muellemente los brazos plateados en el aire. Me trepé a la escalerilla y en el vano intento de ofrecerle un asidero le tendía el arpa. ¡No llego! ¡Hay que ir a buscarla! y traté de lanzarme blandiendo el arpa. Sobre mí, el enorme disco lunar no parecía ya el mismo de antes, tanto se había achicado, y ahora se iba contrayendo cada vez más como si fuese mi morada la que lo alejaba, y el cielo desocupado se abría como un abismo en cuyo fondo las estrellas se iban multiplicando y la noche se volcaba sobre mí como un río de vacío, me inundaba de zozobra y de vértigo.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">"¡Tengo miedo! pensé. ¡Tengo demasiado miedo para tirarme! ¡Soy un cobarde!" y en aquel momento me tiré. Nadaba por el cielo furiosamente, tendía el arpa hacia ella, y ella en vez de venir a mi encuentro se volvía sobre sí misma mostrándome ya la cara, ya el trasero.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">¡Unámonos! grité, y ya la alcanzaba y la aferraba por la cintura y enlazaba mis miembros con los suyos. ¡Unámonos y caigamos juntos! y concentraba mis fuerzas en unirme más estrechamente a ella, y mis sensaciones en gustar la plenitud de aquel abrazo. Tanto que tardé en darme cuenta de que estaba arrancándola de su estado de suspensión, pero para hacerla caer en la Luna. ¿No me di cuenta? ¿O ésta había sido desde el principio mi intención? Todavía no había conseguido formular un pensamiento y ya un grito irrumpía de mi garganta: ¡Yo soy el que se quedará contigo un mes! y ¡Sobre ti! gritaba en mi excitación: ¡Yo sobre ti un mes! y en aquel momento la caída en el cielo lunar había disuelto nuestro abrazo, nos había hecho rodar a mí aquí y a ella allá entre las frías escamas.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Alcé los ojos como cada vez que tocaba la corteza de la Luna, seguro de encontrar encima de mí el nativo mar como un techo desmesurado, y lo vi, sí, lo vi esta vez, ¡pero cuánto más alto, y cuán exiguamente limitado por sus contornos de costas y escollos y promontorios, y qué pequeñas parecían las barcas e irreconocibles las caras de los compañeros y débiles sus gritos! Me llegó un sonido poco distante: la señora Vhd Vhd había encontrado su arpa y la acariciaba insinuando un acorde apesadumbrado como un llanto.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Comenzó un largo mes. La Luna giraba lenta en torno a la Tierra. En el globo suspendido veíamos no ya nuestra orilla familiar sino el transcurrir de océanos profundos como abismos, y desiertos de lapilli incandescentes, y continentes de hielo, y selvas culebreantes de reptiles, y las paredes de roca de las cadenas montañosas cortadas por el filo de los ríos impetuosos, y ciudades palustres, y necrópolis de tosca, y reinos de arcilla y fango. La lejanía untaba todas las cosas del mismo color; manadas de elefantes y mangas de langosta recorrían las llanuras tan igualmente vastas y densas y tupidas que no se diferenciaban.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Debía haber sido feliz: como en mis sueños estaba solo con ella, la intimidad con la Luna tantas veces envidiada a mi primo y la de la señora Vhd Vhd eran ahora mi exclusivo privilegio, un mes de días y noches lunares se extendía ininterrumpido delante de nosotros, la corteza del satélite nos nutría con su leche de sabor ácido y familiar, nuestra mirada se alzaba hacia el mundo donde habíamos nacido, finalmente recorrido en toda su multiforme extensión, explorado en paisajes jamás vistos por ningún terráqueo, o contemplaba las estrellas más allá de la Luna, grandes como frutas de luz maduras en los curvos ramos del cielo, y todo superaba las esperanzas más luminosas, y en cambio, en cambio era el exilio.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">No pensaba más que en la Tierra. La Tierra era la que hacía que cada uno fuera ése y no otro; aquí arriba, arrancado de la Tierra, era como si yo no fuese yo, ni ella para mí ella. Estaba ansioso por volver a la Tierra, y temblaba de miedo de haberla perdido. El cumplimiento de mi sueño de amor había durado sólo el instante en que nos habíamos unido rodando entre Tierra y Luna; privado de su suelo terrestre, mi enamoramiento sólo conocía ahora la nostalgia desgarradora de aquello que nos faltaba: un dónde, un alrededor, un antes, un después. Esto era lo que yo sentía. ¿Y ella? Al preguntárselo estaba dividido en mis temores. Porque si tamién ella sólo pensaba en la Tierra, podía ser una buena señal, señal de que había llegado finalmente a un entendimiento conmigo, pero podía ser también señal de que todo había sido inútil, de que únicamente al sordo seguían apuntando sus deseos. En cambio, nada. No alzaba jamás la mirada al viejo planeta, andaba pálida por aquellas landas murmurando cantinelas y acariciando el arpa, como ensimismada en su provisional (así creía yo) condición lunar. ¿Era señal de que había vencido a mi rival? No; había perdido; una derrota desesperada. Porque ella había comprendido que el amor de mi primo era sólo para la Luna, y lo único que quería ahora era convertirse en Luna, asimilarse al objeto de aquel amor extrahumano.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Cumplido que hubo la Luna su vuelta del planeta, nos encontramos de nuevo sobre los Escollos de Zinc. Con estupor los reconocí: ni siquiera en mis más negras previsiones me había esperado verlos tan empequeñecidos por la distancia. En aquel mar como un charco los compañeros habían vuelto a navegar sin la escalera ahora inútil, pero desde las barcas se alzó como una selva de largas lanzas; cada uno blandía la suya, provista en la punta de un arpón o garfio, quizá con la esperanza de raspar todavía un poco del último requesón lunar y quizá de tendernos a nosotros, pobres desgraciados de aquí arriba, alguna ayuda.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Pero en seguida se vio claramente que no había pértiga bastante larga para alcanzar la Luna, y cayeron, ridículamente cortas, humilladas, para flotar en el mar; y alguna barca en aquel desbarajuste perdió el equilibrio y se volcó. Pero justo entonces desde otra embarcación empezó a levantarse una más larga, arrastrada hasta allí al ras del agua; debía de ser de bambú, de muchas y muchas cañas de bambú encajadas una en otra, y para levantarla había que andar despacio a fin de que -fina como era- las oscilaciones no la despedazaran, y manejarla con gran fuerza y destreza para que el peso totalmente vertical no hiciera perder el equilibrio a la barquita.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Y sí: era evidente que la punta de aquella asta tocaría la Luna, y la vimos rozar y hacer presión en su suelo escamoso, apoyarse allí un momento, dar casi un pequeño empujón, incluso un fuerte empujón que la hacía alejarse de nuevo, y después volver a golpear en aquel punto como de rebote, y de nuevo alejarse. Y entonces lo reconocí, más aún, los dos --la señora y yo- reconocimos a mi primo, no podía ser sino él, él que jugaba su último juego con la Luna, una artimaña de las suyas, con la Luna en la punta de la caña como si la sostuviera en equilibrio. Y comprendimos que su destreza no apuntaba a nada, no pretendía alcanzar ningún resultado práctico, incluso se hubiera dicho que iba empujando a la Luna, que favorecía su alejamiento, que la quería acompañar en su órbita más distante. Y también esto era de él, de él que no sabía concebir deseos contrarios a la naturaleza de la Luna y a su curso y su destino, y si la Luna ahora tendía a alejarse, pues él gozaba de este alejamiento como había gozado hasta entonces de su cercanía.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">¿Qué debía hacer, frente a esto, la señora Vhd Vhd? Sólo en aquel instante mostró hasta qué punto su enamoramiento del sordo no había sido un capricho frívolo sino un voto sin recompensa. Si lo que mi primo amaba ahora era la Luna lejana, ella permanecería lejana, en la Luna. Lo intuí viendo que no daba un paso hacia el bambú, sino que sólo dirigía el arpa hacia la Tierra alta en el cielo, pellizcando las cuerdas. Digo que la vi, pero en realidad sólo de reojo apresé su imagen, porque apenas el asta tocó la corteza lunar, yo salté para aferrarme a ella, y ya, rápido como una serpiente, trepaba por los nudos del bambú, subía a fuerza de rodillas, liviano en el espacio enrarecido, impulsado como por una fuerza de la naturaleza que me ordenaba volver a la Tierra, olvidando el motivo que me había llevado arriba, o quizá más consciente que nunca de él y de su final desafortunado, y en el escalamiento de la pértiga ondulante había llegado ya al punto en que no necesitaba hacer esfuerzo alguno sino sólo dejarme deslizar cabeza abajo atraído por la Tierra, hasta que en esa carrera la caña se rompió en mil pedazos y yo caí al mar entre las barcas.</span><br /><br /><span style="color: #4c4c4c;">Era el dulce retorno, la patria recobrada, pero mi pensamiento sólo era de dolor por haberla perdido, y mis ojos apuntaban a la Luna por siempre inalcanzable, buscándola. Y la vi. Estaba allí donde la había dejado, tendida en una playa justo sobre nuestras cabezas, y no decía nada. Era del color de la Luna; apoyaba el arpa en su costado, y movía una mano en arpegios lentos y espaciados. Se distinguía bien la forma del pecho, de los brazos, de las caderas, así como la recuerdo todavía, como aún ahora que la Luna se ha convertido en ese circulito chato y lejano, sigo buscándola siempre con la mirada, apenas asoma el primer gajo en el cielo, y cuanto más crece más me imagino que la veo, ella o algo de ella pero sólo ella, en cien, en mil posturas diversas, ella por la que es Luna la Luna y que en cada plenilunio hace aullar a los perros toda la noche y a mí con ellos.</span><br /></div>
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<span style="font-size: 11px;"><b><span style="color: #4c4c4c;">en </span><span style="font-style: italic;"><span style="color: #660000;">Las Cosmicómicas</span></span><span style="color: #4c4c4c;">, 1965</span></b></span></div>
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Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-57535216272115408272013-11-29T03:35:00.001-06:002013-11-29T03:41:14.925-06:00RICHARD FORD: Cuento "ENCUENTRO"<br />
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MIÉRCOLES, NOVIEMBRE 27, 2013</h2>
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<span style="color: #29303b; font-size: x-small;"><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8717382912642623494" name="134789524294786032"></a></span><br />
<h3 class="post-title entry-title" itemprop="name" style="margin: 0px; padding: 0px; text-align: center;">
<span style="color: #990000;"><span style="font-size: large;">“Encuentro”</span><span style="font-size: 18px; font-weight: normal;">, </span></span></h3>
<h3 class="post-title entry-title" itemprop="name" style="color: #1b0431; margin: 0px; padding: 0px; text-align: center;">
<span style="font-size: 18px; font-weight: normal;"><br /></span></h3>
<h3 class="post-title entry-title" itemprop="name" style="color: #1b0431; margin: 0px; padding: 0px; text-align: center;">
<span style="font-size: 18px; font-weight: normal;">de Richard Ford</span></h3>
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<div class="post-header-line-1">
</div>
</div>
<div class="post-body entry-content" id="post-body-134789524294786032" itemprop="description articleBody" style="font-size: 13px;">
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<div class="separator" style="clear: both; color: #29303b; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-qpnfmLwa0Uc/UpVhD2ks5zI/AAAAAAAAGLE/uBWorMGk4fI/s1600/Richard-Ford-Descontexto.jpg" imageanchor="1" style="color: #cc0000; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="192" src="http://1.bp.blogspot.com/-qpnfmLwa0Uc/UpVhD2ks5zI/AAAAAAAAGLE/uBWorMGk4fI/s320/Richard-Ford-Descontexto.jpg" style="border: 0px;" width="320" /></a></div>
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<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;"><span style="font-size: medium;"><b>C</b></span>uando vi a Mack Bolger, se encontraba al pie de las escaleras de mármol que utilizan los transeúntes para entrar y salir de la terraza interior del vestíbulo principal de la estación de Grand Central. Fue antes de la Navidad del año pasado, cuando tuvimos un clima tan templado y lluvioso que el espíritu parecía hallarse en otra estación.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
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<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Yo atajaba por la terminal, algo que hacía a menudo para volver a casa de la editorial en la que trabajaba, en la calle Cuarenta y uno. De hecho, iba a reunirme con un nuevo amigo en Billy's. Eran las cuatro de la tarde de un viernes, y la inmensa estación estaba abarrotada de personas camino de alguna parte, cargadas con un montón de equipaje y valiosísimos paquetes, que gritaban saludos y adioses, agitaban los brazos, se abrazaban, se agarraban unas a otras con alegría. Otras estaban, simplemente, de pie, como Mack Bolger cuando le vi, con la vista perdida en el gentío, como si por alguna razón no hubiera venido la persona que estaba esperando. Mack es un hombre de elevada estatura, apuesto, bien proporcionado, que parece verlo todo desde la cima de la altura. Llevaba un abrigo largo y ajustado de una sarga verde oliva: un abrigo caro, pensé, italiano. Sus zapatos marrones relucían de lustrosos; la vuelta de los pantalones los rozaba con una caída perfecta. Y como no llevaba sombrero parecía aún más alto de lo que era, quizá uno noventa. Llevaba las manos en los bolsillos del abrigo, y mantenía la tersa barbilla levemente elevada tal como lo haría un hombre de mediana edad si pensara que así resultaba extremadamente visible en aquel lugar. El pelo le raleaba un poco por delante, pero lo llevaba muy bien cortado, y se le veía bronceado, lo que hacía que su cara cuadrada y su frente prominente tuvieran un aspecto grave, casi artificial, como si el hombre que estaba viendo no fuera Mack Bolger, sino una hermosa efigie situada precisamente allí para llamar mi atención.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
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<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 12pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: #660000;">SIGA LEYENDO:</span></b></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 12pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: #660000;"></span></b><br />
<a name='more'></a><b><span style="color: #660000;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Un año y medio antes tuve un lío con su mujer, Beth Bolger. Por extraño que parezca -sólo porque todo lo que ocurre fuera de Nueva York les parece raro y descabelladamente irreal a los neoyorquinos—, nuestra relación ocurrió en la ciudad de Saint Louis, esa prescindible abstracción de ladrillo rojo que ni es del Oeste ni del Medio Oeste, ni del Norte ni del Sur; esa ciudad perdida en el medio, me digo al pensar en ella. Siempre me ha parecido interesante que fuera donde T. S. Eliot pasó su infancia, y, sólo ochenta y cinco años antes que eso, el punto desde el cual se inició la expansión hacia el Oeste. Es un lugar, supongo, del que el mundo no puede huir tan deprisa como quisiera.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
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<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Lo que ocurrió entre Beth Bolger y yo apenas merece las palabras que se precisarían para contarlo. Se mire desde donde se mire, exceptuando la proximidad desde la que yo lo viví, fue un adulterio corriente: ardiente y emocionante; pero luego, al poco, cuando hubimos cruzado el continente varias veces y causado a la mayor cantidad de gente posible infelicidad, bochorno y dolor, se volvió decepcionante, innoble, y, finalmente, casi desastroso para esas mismas personas. Porque es la verdad y porque sirve para complicar el antipático dilema de Mack Bolger y hacerle aparecer bajo una luz más simpática, diré que, en cierto momento, se vio obligado a plantarme cara (y a Beth también) en la habitación de un hotel de Saint Louis —un viejo granero, bonito y elegante, llamado Mayfair-, con el resultado de que recibí unos cuantos guantazos de poca gravedad y me vi en las desiertas calles del centro una cálida y húmeda tarde de domingo, sin la menor idea de qué hacer, hasta acabar en el aeropuerto de Saint Louis, donde estuve horas esperando a que saliera un vuelo de medianoche que me llevó de vuelta a Nueva York. Aparte de mi dignidad, también perdí una bufanda Hermes de seda marrón con borlas que mi madre me había regalado por las navidades de 1971, un regalo que le pareció lo más bonito que había visto y perfecto para un hombre que acababa de comenzar su carrera como editor. Me alegra que no se enterara de esa pérdida, ni de cómo ocurrió.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Tampoco volví a ver a Beth Bolger, excepto una vez que tomamos una copa, con pesar y amargura, en el barrio de los teatros la pasada primavera, un encuentro nervioso y violento que los dos, no sé muy bien por qué, creímos necesario tener, y después del cual bajé por la calle Cuarenta y siete con la sensación de que la vida no era más que un lío patético, mientras que ella se iba a ver The Iceman Cometh, que se representaba entonces. No nos hemos vuelto a ver desde esa despedida, y, como ya he dicho, no vale la pena contar nada más.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
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<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Pero cuando vi a Mack Bolger en el abarrotado, festivo y engalanado vestíbulo de Grand Central, con una expresión ausente, pero él, sin duda, lejos del centro del país, me invadió un repentino y extraño impulso: el de atravesar aquel torbellino de viajeros y hablarle, al igual que te pones a hablar con alguien a quien has conocido por casualidad y con quien tienes un encuentro inesperado y, sin embargo, no inoportuno. Y no para decirle nada especial, ni para nada concreto (aclarar las cosas, desagraviarle), sino, simplemente, para crear una situación de la nada. Y no una situación desagradable, ni provocativa. Sólo un momento sin dimensiones, sin repercusiones, un contacto, sin importancia desde cualquier otro punto de vista. En la vida no sobran estos momentos, y el resto se ve consumido por lo predecible y lo obligado.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
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<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Sabía unas cuantas cosas de Mack Bolger, de lo que había sido de su vida desde que nos enfrentamos, de manera semiviolenta, en el Mayfair. A Beth le había alegrado poder contármelo todo durante nuestro deplorable encuentro en el Espalier Bar en abril. Nuestra aventura amorosa era tan sólo un detalle de la prologada devaluación y decadencia de su matrimonio con Mack. Eso era lo que yo siempre había entendido. Tenían dos hijos, y Mack, tras nuestro rifirrafe, había intentado desesperadamente arreglar las cosas por ellos y por su futuro; Beth era fotógrafa retratista y trabajaba en casa, pero anhelaba relacionarse con el mundo que había más allá de University City, Missouri, y lo anhelaba en el peor sentido, básicamente porque estaba insatisfecha con todos los aspectos de su vida. Tras mi marcha repentina, se fue de casa, alquiló un apartamento cerca de Gateway Arch y, durante un tiempo, se lió con un hombre mucho más joven. Mack, por su parte, acabó abandonando su trabajo de ejecutivo en una gran empresa de productos agrícolas, consideró estudiar para pastor e irse de misionero a Senegal o la Guayana Francesa, y, por poco tiempo, también tuvo un lío con una joven. A uno de los hijos lo arrestaron por hurto; el otro fue admitido en Brown. Hubo meses de confrontaciones que duraban toda la noche, algunas combativas, otras cariñosas y reveladoras, algunas irónicas por ambas partes. Eso duró hasta que se hubo dicho todo lo que podía decirse por las buenas, con indiferencia o con amenazas, hasta que se llegó a un punto muerto, después de lo cual los dos acabaron quedándose en su casa de las afueras, mantuvieron horarios separados, se vieron con amigos nuevos y distintos, de vez en cuando cenaron juntos, fueron a la ópera, esporádicamente incluso hicieron el amor, pero comprendieron que había muy pocas esperanzas (algo muy evidente en el caso de Beth) de que las cosas fueran a mejor de lo que iban en la época de nuestro triste encuentro antes de la obra de O'Neill. Supuse que Beth iba a encontrarse con alguien aquella tarde, que tenía a alguien en Nueva York que le interesaba, cosa que me parecía estupenda.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
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<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Es realmente extraño, ¿verdad? -dijo Beth mientras pasaba un dedo largo y de un blanco casi puro por la superficie de su Kir Royale sin mirarme, con los ojos clavados en el borde del vaso, donde el líquido rosa casi excedía sus vítreos límites-. Durante un tiempo fuimos íntimos. -Levantó su mirada hacia mí, y me dirigió una sonrisa casi infantil-. Tú y yo, quiero decir. Ahora es como si le contara todo esto a un viejo amigo. O a mi hermano.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Beth es alta, de cara cetrina, huesos grandes, pelo color rubio ceniza; fuma cigarrillos y el pelo a veces le cae delante de los ojos, como las glamourosas chicas de Hollywood de los cuarenta. Es algo que puede resultar atractivo, aunque a menudo le hace dar la impresión de que está espiando sus propias conversaciones.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Bueno -dije-, es normal sentir eso. -Le devolví la sonrisa desde el otro lado del pequeño velador de tablero negro del café. Era lo normal. Había seguido con mi vida. Cuando rememoraba lo que habíamos hecho, nada, excepto nuestras actividades en la cama, me hacía sentir bien, ni que la experiencia hubiera valido la pena. Pero ya no se podía volver atrás. No creo que el pasado pueda repararse, sólo superarse-. A veces, cuando ocurren estas cosas, resulta que todo lo que buscábamos era amistad -dije. Aunque, a decir verdad, eso era algo que no creía.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Mack es como un perro, ya lo sabes —dijo Beth mientras se apartaba el pelo de los ojos. No dejaba de pensar en él-. Le doy una patada, e intenta hacerme regalos. Es patético. Ahora le interesa mucho el sexo tántrico, sea lo que sea eso. ¿Tú sabes lo que es?</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-La verdad es que no me gusta que me expliques todo esto —dije estúpidamente, aunque era cierto-. Suena cruel.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Lo único que pasa es que tienes miedo de que diga lo mismo de ti, Johnny.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Sonrió y se llevó el húmedo dedo a los labios, que, por cierto, eran maravillosos.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-¿Miedo? -dije-. Miedo no es exactamente la palabra, ¿no crees?</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Bueno, pues entonces la palabra que sea.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Beth se volvió rápidamente y le hizo gesto al camarero de que trajera la cuenta. No soportaba que le llevaran la contraria. Era algo que siempre la asustaba.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Y eso fue todo. Ya he dicho que no fue un encuentro demasiado feliz.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Los ojos gris pálido de Mack Bolger me vieron acercarme a él bastante antes de lo que yo esperaba. Nos habíamos visto sólo dos veces. La primera fue en un elegante cóctel ofrecido por un escritor que queríamos que publicara con nosotros, para lo cual estaba yo en Saint Louis. Fue la época en que conocí a su mujer. Y la segunda vez fue en el Hotel Mayfair, cuando le lancé un puñetazo bastante torpe y él me tiró contra la pared y me golpeó con el dorso de la mano. Quizá uno no olvida a la gente a la que atiza. Ése es el lugar que ocupan en tu vida. Me cuesta reconocer a la gente cuando no está en el lugar al que pertenece, y el lugar de Mack Bolger era Saint Louis. Naturalmente, él era una excepción.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Mack fijó su mirada en mí, a continuación la apartó, escrutó incómodo la multitud, y volvió a mirarme mientras me acercaba. Su cara grande y bronceada adquirió una expresión de glacial impasibilidad, como si ya supiera que me hallaba en la terminal y se hubiera iniciado entre nosotros una forma de comunicación. Aunque, de hecho, si había una expresión en su cara, era de resignación; resignación ante la perspectiva de verme; resignación ante las situaciones que el mundo te endilga a tu pesar; resignación consigo mismo. Y resignación era lo que teníamos en común, aun cuando ninguno de los dos poseyera un lenguaje que pudiera expresarlo. De modo que, cuando estuve ante él, lo que experimenté, de manera inesperada, fue compasión... por el hecho de que se viera en la obligación de verme. Y estuve tentado de dar media vuelta y marcharme. Pero no lo hice.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Acabo de verte -dije aún entre la multitud, tres metros antes de estar lo bastante cerca para hablarle. No lo dije muy fuerte, por lo que la voz teatralmente nasal y masculina que anunciaba la llegada del tren procedente de Poughkeepsie por la vía 34 pareció tapar mis palabras.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-¿Tienes algo especial que decirme? -dijo Mack Bolger. De nuevo recorrió con la mirada el vestíbulo abovedado, donde la gente cargada de compras navideñas y los pasajeros forrados de maletas se movían en todas direcciones. En ese instante se me ocurrió (y la idea fue horrible) que estaba esperando a Beth, y que dentro de un momento los tendría delante a los dos, a ella y a Mack, casi igual que en Saint Louis. El corazón me dio dos fuertes golpes en el pecho, y a continuación pareció detenerse un segundo-. ¿Cómo tienes tanta cara? -dijo Mack sin ninguna emoción-. No te hice mucho daño, ¿verdad?</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-No -dije.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Llevas bigote.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Ni se dignó mirarme.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Sí -dije, aunque lo había olvidado por completo, y por alguna razón me sentí avergonzado, como si me hiciera parecer ridículo.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Bueno —dijo Mack Bolger-. Bien.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Su tono era el que utilizarías para hablarle a alguien que está a tu lado en la oficina de correos, alguien a quien jamás volverás a ver. Aunque había también, apenas perceptible, un atisbo de lo que solíamos llamar suculencia en su manera de hablar, un leve defecto que hacía que sus eses y sus efes sonaran un poco más mojadas de lo normal. Era una lástima, pues le robaba parte de su solemnidad. No se lo había notado antes, en los escasos y acalorados momentos en que intercambiamos algunas palabras.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Mack volvió a mirarme; seguía con las manos en los bolsillos de su caro abrigo italiano, un abrigo de botones de hueso oscuros y pesados y solapas largas y anchas. Demasiado elegante para él, pensé, para un hombre tan recio. Mack y yo éramos casi de la misma estatura, pero él era más grande en todos los aspectos y parecía mirarme como si yo fuera más bajo; probablemente, era por la manera en que mantenía la barbilla levantada. Era casi lo contrario de la manera en que me miraba Beth.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Ahora vivo aquí -dijo Mack, sin dirigirse realmente a mí.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Observé que tenía unas pestañas largas y oscuras, casi femeninas, y unas orejas pequeñas y perfectas, que su nuevo corte de pelo contribuía a exhibir. Debía de tener cuarenta años (más joven que yo) y parecía un oficial del ejército. Un comandante. Me acordé de una carta que Beth me había enseñado, una carta de Mack, en la que se leía la frase: «Quiero besar hasta el último rincón de tu cuerpo. Te lo juro, te quiere, Macklin.» Beth había puesto los ojos en blanco al enseñármela. En otra ocasión habló con Mack por teléfono mientras estábamos en la cama desnudos. En aquella ocasión también puso los ojos en blanco cada vez que él le hablaba... de los problemas que tenía en el trabajo, me pareció. En una ocasión incluso hicimos el amor mientras hablaba con él. Y pude oír su voz tenue, preocupada, como un zumbido, dentro del auricular. Pero eso era agua pasada. Todo lo que Beth y yo habíamos hecho era agua pasada. Todo lo que quedaba era eso: una serie de momentos en una gran estación de tren, momentos que, a pesar de todo, parecían correctos, vigorosos, casi clásicos, como si esta última vez fuera todo lo que importara, mientras que los momentos anteriores, brevemente apasionados, vinculados, pero ahora lejanos, no eran mas que un preliminar.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-¿Has comprado un piso? —dije, y enseguida sentí que un inmenso vacío se abría por todo mi cuerpo. Había sido una ridiculez decir eso.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Los ojos de Mack se movieron gradualmente hacia mí, y su expresión impasible, que me había parecido que significaba una cosa —resignación—, comenzó a significar algo distinto.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Sí —dijo, y clavó en mí los ojos.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">La gente que pasaba a nuestro lado nos empujaba. Sentí en torno a la cara el intenso perfume de una mujer que acababa de pasar. Comenzó a oírse música en la rotonda, y el momento se hizo asfixiante, estruendoso: «Tres reyes de Oriente somos, traemos regalos y de lejos venimos...».</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Sí -volvió a decir Mack Bolger, de manera enfática, escupiendo la palabra entre sus dientes grandes, rectos, blancos, casi perfectos. Se había criado en una granja de Nebraska, había ido a una pequeña universidad de Minnesota con una beca para jugar a fútbol, y más tarde había hecho un máster de administración de empresas en Wharton, le había ido bien. Toda esa vida, toda esa experiencia, quedaba patente ahora en su autocontrol, en su dignidad. Era extraño que alguien le llamara perro, pues no lo era en absoluto. Era en extremo admirable-. Compré un apartamento en el Upper East Side -dijo, y movió las pestañas con gran rapidez-. Me mudé en septiembre. Tengo un nuevo trabajo. Vivo solo. Beth no está aquí. Está en París, donde es desgraciada... o, al menos, eso espero. Estamos tramitando el divorcio. Estoy esperando a mi hija, que vuelve del internado para las vacaciones. ¿Te parece bien? Dime, ¿te parece todo bien? ¿Satisface eso tu curiosidad?</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Sí -dije-. Desde luego.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Mack no estaba enfadado. Lo que sentía era algo ajeno al enfado; o, al menos, esta pasión no formaba parte de sus sentimientos desde hacía mucho tiempo; lo que sentía estaba más próximo a ese agotamiento que hace que las palabras que dices sean las únicas que puedes decir. Yo, por ejemplo, no creo haberme sentido nunca así. Para mí siempre ha habido elección.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-¿Me entiendes?</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">El grueso ceño de atleta de Mack Bolger se arrugó, como si estudiara a una criatura a la que no acabara de entender, o yo fuera una especie de anomalía que escapara de su comprensión. Y a lo mejor era cierto.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Sí -dije-. Lo siento.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Muy bien, pues -dijo, y pareció incómodo. Apartó la mirada y la paseó por el tropel de cabezas y caras que se movían, como si hubiera percibido la llegada de alguien.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Miré hacia donde él parecía estar mirando. Pero nadie se nos acercaba. Ni Beth, ni ninguna hija. Ni nadie. Quizá, pensé, todo fuera mentira, o a lo mejor, por un instante, yo había perdido la conciencia, y aquel hombre no era Mack Bolger y lo estaba soñando todo.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-¿Por qué no te vas? -dijo Mack. Su cara grande, bronceada y hermosa parecía suplicante y agotada. En una ocasión Beth dijo que Mack y yo nos parecíamos. Pero no era cierto. Eran imaginaciones suyas. Sin volver a dirigirme la mirada, dijo-: No sería agradable tener que presentarte a mi hija. Seguro que te lo imaginas.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Sí -dije. Volví a mirar a mi alrededor, y esta vez vi a una joven rubia y guapa de pie en medio de la multitud, que nos miraba desde varios pasos de distancia. Sujetaba por las correas una mochila de nylon rojo. Algo la hacía mantenerse alejada. Posiblemente, su padre le había hecho seña de que no se acercara-. Claro —dije. Y al decirlo, de algún modo, hice que en la cara de la muchacha apareciera una amplia sonrisa, una sonrisa que reconocí.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Aquí no ha pasado nada —me dijo inesperadamente Mack Bolger, aunque estaba mirando a su hija. Del bolsillo de su abrigo sacó una cajita blanca envuelta y atada con un lazo rojo.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-¿Perdona? -La gente se arremolinaba ruidosa a nuestro alrededor. La música parecía sonar más fuerte. Yo ya me marchaba, pero pensé que a lo mejor no le había entendido. No te he oído -dije. Sonreí de manera involuntaria.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Aquí no ha pasado nada -dijo Mack Bolger-. No te vayas con la impresión de que ha pasado algo. Entre tú y yo, quiero decir. No ha pasado nada. Lamento haberte visto, eso es todo. Lamento haberte atizado aquella vez. Haces que me sienta avergonzado.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Sus eses seguían siendo más mojadas de lo normal.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-Bien -dije-. De acuerdo. Lo entiendo.</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">-¿Ah, sí? -dijo-. Bueno, eso está muy bien. -Entonces Mack simplemente se alejó de mí y comenzó a decirle algo a la muchacha rubia que estaba en medio de la multitud, sonriendo. Lo que dijo fue-: ¡Uaau, vaya, vaya, vaya, tienes un aspecto imponente!</span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;">Y yo seguí andando hacia Billy's, hacia aquel nuevo amigo con el que pasaría la velada. Naturalmente, me había equivocado con la conexión de los momentos, con lo que era preliminar y lo que era primario. Fue un error, un error que no volvería a cometer. Aquello no había sido una buena idea. Y como esta es una ciudad muy grande, mucho más grande que, pongamos, Saint Louis, supe que no volvería a verle.</span></div>
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 11pt;"><br clear="all" style="page-break-before: always;" /></span>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 12pt; text-align: right;">
<span style="font-size: xx-small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Book Antiqua', serif;"><b style="color: #29303b;">en </b><i><b><span style="color: #660000;">Pecados sin cuento</span></b></i><b style="color: #29303b;">, 2002</b></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="color: #29303b; line-height: 12pt; text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-3v0_KuJ_qlc/UpRvEPCKPJI/AAAAAAAAV1M/n9Z9aZpPZUo/s1600/SAM_9039.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://1.bp.blogspot.com/-3v0_KuJ_qlc/UpRvEPCKPJI/AAAAAAAAV1M/n9Z9aZpPZUo/s320/SAM_9039.JPG" width="320" /></a></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-26478480017172825152013-11-21T03:23:00.001-06:002013-11-21T03:23:54.389-06:00FARABEUF EN EL ÓMNIBUS, de Jorge Esquinca<br />
<b>copiado de <span style="color: blue;">GACETA del FCE</span>, agosto del 2001. Número 368</b><br />
<br />
<b><span style="color: #990000; font-size: large;">Farabeuf en el ómnibus</span></b><br />
<b>✸ Jorge Esquinca</b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
¿Recuerdas…? Se trata de un hecho</div>
<div style="text-align: justify;">
que, ahora, es imposible precisar.</div>
<div style="text-align: justify;">
Tenías dieciocho, diecinueve</div>
<div style="text-align: justify;">
años. Inmóvil, recargado contra</div>
<div style="text-align: justify;">
el muro de mosaicos desteñidos, en el pasillo</div>
<div style="text-align: justify;">
de esa universidad, recorrías con la mirada</div>
<div style="text-align: justify;">
las ventanas rectangulares de las aulas,</div>
<div style="text-align: justify;">
los campos entonces baldíos donde las vacas,</div>
<div style="text-align: justify;">
macilentas, deambulaban entre los estudiantes</div>
<div style="text-align: justify;">
de pelo largo, morral al hombro y las muchachas</div>
<div style="text-align: justify;">
de minifalda tableada, tal vez lánguidas,</div>
<div style="text-align: justify;">
rubias. Muchachas como vistas por</div>
<div style="text-align: justify;">
la vez primera, que olían a perfume fino,</div>
<div style="text-align: justify;">
aplicado minuciosamente sobre el cuello, en</div>
<div style="text-align: justify;">
las axilas. Es posible, por lo tanto, conjeturar</div>
<div style="text-align: justify;">
que, tras el roce de esas faldas, entre el incesante</div>
<div style="text-align: justify;">
zumbido de las moscas, escuchaste —o</div>
<div style="text-align: justify;">
imaginaste escuchar-— los retazos de una</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #660000;">SEGUIR LEYENDO</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<a name='more'></a><br /><br />
<div style="text-align: justify;">
conversación. Alguien, a tus espaldas, tras el</div>
<div style="text-align: justify;">
barandal, entre los arbustos dijo algo acerca</div>
<div style="text-align: justify;">
de un libro: “un libro que cuenta la historia</div>
<div style="text-align: justify;">
de un sólo instante”. La voz se filtraba por</div>
<div style="text-align: justify;">
las hojas de los setos, entre los rosales marchitos,</div>
<div style="text-align: justify;">
mientras tú, sin dejar tu sitio junto al</div>
<div style="text-align: justify;">
muro de mosaicos, mirabas pasar a las jovencitas</div>
<div style="text-align: justify;">
sonámbulas, y a las vacas. “En ese libro</div>
<div style="text-align: justify;">
que cuenta la historia de un instante se cifra</div>
<div style="text-align: justify;">
el enigma de una vida”, dijo la voz entre las</div>
<div style="text-align: justify;">
ramas, con el último hálito del día.</div>
<div style="text-align: justify;">
Sí, recuerdo. Era la estación más seca del</div>
<div style="text-align: justify;">
año, en una ciudad de provincia. Olía a marihuana</div>
<div style="text-align: justify;">
en los pasillos de la universidad,</div>
<div style="text-align: justify;">
había música de cítaras, charangos destemplados,</div>
<div style="text-align: justify;">
niñas lánguidas de pechos afilados,</div>
<div style="text-align: justify;">
pantalones de mezclilla, sandalias, minifaldas.</div>
<div style="text-align: justify;">
El sol, el último, tal vez estaba ahí, como</div>
<div style="text-align: justify;">
un coágulo sobre nuestras cabezas. Las</div>
<div style="text-align: justify;">
vacas bostezaban entre moscardones. Estoy</div>
<div style="text-align: justify;">
seguro que tú lo recuerdas, tenías dieciocho,</div>
<div style="text-align: justify;">
diecinueve años. Detenido, bajo la pesantez</div>
<div style="text-align: justify;">
de un sol oleaginoso, en el sopor de la canícula,</div>
<div style="text-align: justify;">
entre las moscas verdes, coléricas. Escuchaste</div>
<div style="text-align: justify;">
entonces, en tu sitio de indolente</div>
<div style="text-align: justify;">
vigía del solar universitario, o creíste escuchar,</div>
<div style="text-align: justify;">
una voz, un nombre…Farabeuf…”Sí, la</div>
<div style="text-align: justify;">
experiencia de entonces era una sucesión de</div>
<div style="text-align: justify;">
instantes congelados”.</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Recuerdas? Pero nunca podrías precisar</div>
<div style="text-align: justify;">
con exactitud cómo vino a dar a tus manos</div>
<div style="text-align: justify;">
ese libro. Recuerdo que, antes de subir al ómnibus,</div>
<div style="text-align: justify;">
mirabas con detenimiento la portada.</div>
<div style="text-align: justify;">
Trazos que semejaban las huellas que la sangre,</div>
<div style="text-align: justify;">
luego de un corte brusco, deja al saltar</div>
<div style="text-align: justify;">
sobre un vidrio o un muro. Recuerdo que mirabas,</div>
<div style="text-align: justify;">
ya en tu sitio, en el asiento número 3,</div>
<div style="text-align: justify;">
la fotografía del supliciado chino y tratabas</div>
<div style="text-align: justify;">
de adivinar, antes de leer siquiera la primera</div>
<div style="text-align: justify;">
página, si ese rostro indefinible podría ser el</div>
<div style="text-align: justify;">
mismo que, mediante una operación mental,</div>
<div style="text-align: justify;">
tú habrías de imponerle a la voz tras los arbustos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Antes de leer siquiera la primera página,</div>
<div style="text-align: justify;">
bajo la tenue luz de la lamparilla adosada</div>
<div style="text-align: justify;">
en el techo del ómnibus, miraste con detenimiento</div>
<div style="text-align: justify;">
esa fotografía. Era sin duda una de</div>
<div style="text-align: justify;">
esas imágenes-zahir que, como el libro mismo</div>
<div style="text-align: justify;">
o, mejor dicho, como la substancia misma</div>
<div style="text-align: justify;">
que anima las páginas de ese libro, tienen la</div>
<div style="text-align: justify;">
cualidad de volverse inolvidables.</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Recuerdas? Tras la ventanilla, cuya cortina</div>
<div style="text-align: justify;">
habías descorrido en un vano intento de</div>
<div style="text-align: justify;">
posponer esa contemplación, las luces amarillas</div>
<div style="text-align: justify;">
de los gallineros en la distancia, bajo un</div>
<div style="text-align: justify;">
cielo vagamente estrellado. Farabeuf fue entonces</div>
<div style="text-align: justify;">
algo más que un sonido pronunciado</div>
<div style="text-align: justify;">
por una voz imprecisa, un conjunto de signos</div>
<div style="text-align: justify;">
sobre la página, un nombre, una cifra</div>
<div style="text-align: justify;">
¿de qué? Abajo, en letras más pequeñas lees:</div>
<div style="text-align: justify;">
Salvador Elizondo. Pero las letras se borran y</div>
<div style="text-align: justify;">
en su sitio reaparece la fotografía del supliciado,</div>
<div style="text-align: justify;">
el rostro anónimo que se alza hacia un</div>
<div style="text-align: justify;">
cielo vacío, en el colmo del dolor, en el colmo</div>
<div style="text-align: justify;">
del placer. Tal vez fue en ese instante cuando</div>
<div style="text-align: justify;">
apartaste la mirada y recargaste la frente en</div>
<div style="text-align: justify;">
la ventanilla. Sentiste entonces el contacto</div>
<div style="text-align: justify;">
sólido del vidrio helado sobre el que comenzaban</div>
<div style="text-align: justify;">
a resbalar unas gotas negras de lluvia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Con los ojos cerrados te esforzaste en recordar</div>
<div style="text-align: justify;">
la naturaleza de esa voz que, días antes,</div>
<div style="text-align: justify;">
inmóvil en tu sitio de dudoso guardián de</div>
<div style="text-align: justify;">
un territorio perdido para siempre, habías</div>
<div style="text-align: justify;">
escuchado entre los arbustos. Cerraste los</div>
<div style="text-align: justify;">
ojos y volviste a abrirlos casi inmediatamente.</div>
<div style="text-align: justify;">
Un presentimiento atroz, un lento escalofrío</div>
<div style="text-align: justify;">
como el trazo de un bisturí…</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Recuerdas? Sí, recuerdo la noche, las luces</div>
<div style="text-align: justify;">
amarillas de los gallineros, un cielo con</div>
<div style="text-align: justify;">
unas cuantas estrellas… Sin embargo no te es</div>
<div style="text-align: justify;">
posible establecer el momento exacto en que</div>
<div style="text-align: justify;">
comenzaste a leer esa novela… La noche era</div>
<div style="text-align: justify;">
un largo camino, un libro que se escribía</div>
<div style="text-align: justify;">
conforme avanzaba el ómnibus y tú recorrías</div>
<div style="text-align: justify;">
las páginas con la avidez de quien está siempre</div>
<div style="text-align: justify;">
al filo de hallar en ese texto la clave de un</div>
<div style="text-align: justify;">
secreto que habrá de revelarle el sentido último,</div>
<div style="text-align: justify;">
prístino quizá, de su propia existencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Sí, recuerdo. Con las primeras luces comenzaron</div>
<div style="text-align: justify;">
a perfilarse los cerros. Habíamos</div>
<div style="text-align: justify;">
viajado, habíamos leído durante toda la noche.</div>
<div style="text-align: justify;">
Apagaste la lamparilla, ya inútil ante la</div>
<div style="text-align: justify;">
claridad que se extendía en el interior del</div>
<div style="text-align: justify;">
ómnibus. Al llegar a las últimas páginas te</div>
<div style="text-align: justify;">
distrajo el reflejo de algo que vagamente parecía</div>
<div style="text-align: justify;">
configurarse en la ventanilla, surcada</div>
<div style="text-align: justify;">
todavía por tenues estrías de lluvia que con</div>
<div style="text-align: justify;">
el sol rojizo del amanecer adquirían un tinte</div>
<div style="text-align: justify;">
sangriento. Una imagen aparecía sobre el vidrio</div>
<div style="text-align: justify;">
traslúcido, como en una placa fotográfica.</div>
<div style="text-align: justify;">
Era, sí, lo supiste en un instante que no</div>
<div style="text-align: justify;">
podrías olvidar jamás, el rostro que anhelabas</div>
<div style="text-align: justify;">
imponerle a la voz inefable que te condujo</div>
<div style="text-align: justify;">
hasta el libro, era el rostro paroxístico del</div>
<div style="text-align: justify;">
supliciado chino que se alza para recibir de</div>
<div style="text-align: justify;">
un golpe toda la luz del cielo, era —ahora lo</div>
<div style="text-align: justify;">
recuerdas— tu propia cara.</div>
ss<br />
<br />
ssAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-59714804171095266092013-11-21T02:42:00.000-06:002013-11-21T02:42:07.819-06:00JIMMY HENDRIX<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-IxC2PMgPntA/Uo3HJfhtIeI/AAAAAAAAV0E/2A02EDG6wso/s1600/1268882_10151973593887228_1114635292_o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-IxC2PMgPntA/Uo3HJfhtIeI/AAAAAAAAV0E/2A02EDG6wso/s1600/1268882_10151973593887228_1114635292_o.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-21746309189383267212013-11-19T04:08:00.002-06:002013-11-19T04:08:21.114-06:00UNIDAD MORELOS: Los Fieska en el Panchito Fest 2013<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="//www.youtube.com/embed/AigYwhb3EPM" width="560"></iframe>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-5256652148807422102013-11-19T04:02:00.002-06:002013-11-19T04:02:50.559-06:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-41PaiVrpTvk/Uos3OxixyhI/AAAAAAAAVz0/hyavpoEILt8/s1600/1383804_622411231144013_2037809006_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-41PaiVrpTvk/Uos3OxixyhI/AAAAAAAAVz0/hyavpoEILt8/s1600/1383804_622411231144013_2037809006_n.jpg" height="320" width="240" /></a></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-52996337803199244762013-11-19T03:52:00.002-06:002013-11-19T03:56:59.072-06:00PUEBLOS INDÍGENAS DE MÉXICO: Los Purépechas.<br />
<div style="background-color: white; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
<b><span style="color: #990000;">Del nombre</span></b></div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Este pueblo indígena de las regiones lacustre y montañosa, del centro de Michoacán, se llama a sí mismo<em>P'urhépecha,</em> y cada uno de sus integrantes es un p'urhé o p'uré que significa gente o persona; esto implica una autoafirmación como seres humanos y pueblo en general.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Desde la Conquista y hasta hace unos cuantos años, este pueblo era conocido como tarasco; sin embargo, esta denominación es externa y les fue impuesta por los conquistadores.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
<b><span style="color: #990000;">Localización</span></b></div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
El actual área p'urhé se extiende a lo largo de 6 000 km2 de los 60 000 que tiene el estado de Michoacán, en la región norcentral de la entidad. Esta área se ubica entre los 1 600 y 2 600 msnm y se le denomina P'orhépecheo o Purhépecherhu, que significa "lugar donde viven los p'urhé". El área se ha subdividido tradicionalmente en cuatro regiones: Japóndarhu (lugar del lago), Eráxamani (Cañada de los once pueblos), Juátarisi (Meseta), la ciénega de Zacapu y antiguamente se agregaba otra región: Jurhío (lugar de la tierra caliente).</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
La población p'urhépecha se concentra sobre todo en 22 municipios: Coeneo, Charapan, Cherán, Chilchota, Erongarícuaro, Los Reyes, Nahuatzen, Nuevo Parangaricutiro, Paracho, Pátzcuaro, Periban, Quiroga, Tancítaro, Tangamandapio, Tangancícuaro, Tingambato, Tinguindín, Tocumbo, Tzintzuntzan, Uruapan, Zacapu y Ziracuaretiro; sin embargo, los hablantes de la lengua p'urhé se distribuyen en 95 de los 113 municipios del estado.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Las localidades indígenas se caracterizan por tener un asentamiento de tipo compacto; hay municipios y poblados que tienen anexos, esto es, localidades periféricas con unas cuantas viviendas, por lo que en tal caso, se puede hablar de asentamientos mixtos. La población mestiza vive sobre todo en los centros urbanos que rodean el área.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
<b><span style="color: #990000;">Infraestructura</span></b></div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
El área p'urhé puede considerarse como relativamente bien dotada de vías de comunicación. Desde la década de los treinta funciona la carretera federal México-Morelia-Guadalajara y la estatal que une Carapan-Cherán-Paracho con Uruapan. Posteriormente se construyó la carretera Uruapan-Melchor Ocampo, hoy Lázaro Cárdenas, en la costa del Pacífico. Actualmente la mayoría de las localidades p'urhé están unidas por carreteras, caminos revestidos y brechas, a excepción del municipio de Charapan, cuyo acceso es deficiente. La población se transporta por estas vías a través de un diversificado sistema de autobuses, combis y taxis. También existen 170 km de vías férreas, en donde destaca la línea México-Apatzingán.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
En cuanto a aeropistas, tienen servicio permanente las de Uruapan, Los Reyes, Pátzcuaro, Zamora y Zacapu.</div>
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Con respecto a los servicios de salud, las poblaciones medianas y pequeñas del área cuentan generalmente con clínicas de la Secretaría de Salud o unidades médicas rurales del IMSS-Solidaridad.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
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<b><span style="color: #990000;">Antecedentes históricos</span></b></div>
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El actual grupo p'urhépecha deriva de una mezcla de grupos chichimecas, nahuas y pretarascos que habitaron las riberas e islas del Lago de Pátzcuaro, a finales del siglo XII. Los p'urhépecha-uanacaze establecieron su señorío en Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro, desde donde empezaron a extender sus dominios a la región del río Balsas, Jalisco, Colima, Zacatula y Guanajuato; en el oriente se aliaron a los matlatzincas para pelear contra los mexicas. Estos últimos pretendieron someterlos, por lo que se dieron grandes batallas desde mediados del siglo XV entre mexicas y p'urhépechas, a pesar de lo cual el área p'urhé nunca fue sometida al dominio mexica.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
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<b><span style="color: #660000;">DÉ CLIC PARA SEGUIR LEYENDO</span></b></div>
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En cuanto a su cultura material, este pueblo destacó por el empleo de instrumentos agrícolas de cobre, hecho excepcional en el área mesoamericana. Existía una estratificación social en cuya pirámide estaba el rey, cazonci o irécha, al que le seguían los señores, principales o acháecha, y finalmente los sacerdotes. En la base de la pirámide se hallaban comunidades de campesinos y pescadores, artesanos y mercaderes.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
De su vida ceremonial destacaba la fiesta equataconsquaro, dedicada al dios Curicveri, la deidad más importante del panteón purhé, a quien honraban durante 20 días y cuya celebración reunía a todos los pobladores de la región. El último día culminaba con la narración de la vida de sus antepasados que daba el sacerdote mayor a todos los señores y gente de la provincia.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Nuño de Guzmán inició la conquista de Michoacán en 1521, cuando gobernaba Tangaxoán II, sin que los p'urhé opusieran resistencia.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Durante el periodo colonial, la sociedad p'urhé sufrió grandes cambios, como por ejemplo, se interrumpió la interacción entre las tierras altas y las bajas; se introdujo una nueva tecnología agrícola y nuevas especies vegetales y animales; desaparecieron los oficios destinados a satisfacer la economía de prestigio del antiguo grupo gobernante como el arte plumario, el pulimento de piedras preciosas, la platería, etcétera, y se combatió a los especialistas de la medicina indígena. Las instituciones del dominio colonial como la encomienda, los pueblos realengos y el tributo se impusieron a los vencidos, además del aprovechamiento y expoliación de los recursos naturales de las tierras indígenas; se introdujo el cultivo extensivo de la caña de azúcar en las tierras bajas, se trajo gran cantidad de mano de obra esclava para la explotación de las minas; se reordenó geopolíticamente el territorio y se reformularon las comunidades agrarias.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
El siglo XIX estuvo marcado por la reordenación de la tenencia de la tierra. La población indígena de la zona de la Cañada, la región lacustre y el contorno sur del área p'urhé, sufrieron procesos de despojo desde los años setenta, que se vieron acompañados de alzamientos campesinos.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
El periodo revolucionario estuvo marcado en la región por las continuas incursiones de combatientes de diversos signos que amenazaban a las poblaciones, y cuyos habitantes estaban en constante movilización de los pueblos a los cerros y viceversa. Localmente se configuraron los bandos de los "agraristas" (revolucionarios y anticlericales), contra los "conservadores" (católicos y antirrevolucionarios). La figura local más importante de este periodo fue la del coronel Casimiro López Leco, oriundo de Cherán y organizador de grupos fijos y móviles de autodefensa armada.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Ya en la década de los veinte del presente siglo, destaca la lucha de Primo Tapia, líder p'urhépecha que encabeza un movimiento agrarista con la formación de la Liga de Comunidades Agrarias de Michoacán y posteriormente la Liga de Comunidades y Sindicatos Agraristas en el estado de Michoacán, que permitió a las comunidades la recuperación de tierras.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
En la moderna sociedad p'urhé prevalecen las estructuras y formas de organización de la época prehispánica que han sido refuncionalizadas continuamente en etapas posteriores. Entre estas estructuras se encuentra la Guatápera prehispánica, foco de organización de las mayordomías, además del hospital colonial, los barrios, las cofradías y una gran cantidad de funcionarios y cargos específicos.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
<b><span style="color: #990000;">Lengua</span></b></div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
El idioma p'urhé no tiene parentesco lingüístico cercano con ninguna de las lenguas originales que se hablan en México. Se reconocen tres variantes dialectales: la de la región lacustre, central y serrana.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
En el registro de los censos se puede apreciar la sensible disminución de los hablantes de la lengua p'urhé a lo largo del tiempo; sin embargo, a partir de 1980 ha dado inicio un movimiento de apoyo a través de la Academia de la lengua purhé y el trabajo del Centro de Investigaciones de la Cultura p'urhépecha, para el fortalecimiento de esta lengua con el establecimiento de su abecedario.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
<b><span style="color: #990000;">Salud</span></b></div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
La salud es considerada por los p'urhépechas como un resultado de la armonía con la naturaleza y del cumplimiento de las normas comunitarias y familiares.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
En relación con la medicina tradicional encontramos diversas especialidades entre los terapeutas, la mayoría de los cuales son mujeres mayores de 55 años y entre quienes encontramos: curanderos (tsinájpir, xurhríjki, eshperi), parteras (pikurpiri), sobadoras (parhíjpiri), brujos (sïkuame), hueseros (sesi atsintani unicha, juturuntani unï), hierberas (uitsákua mítiasti, uitákua jamantspini) y finalmente los mollereros (ukata).</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Las principales causas de demanda de atención de la población en materia de salud son: la rinofaringitis, gastroenteritis y padecimientos osteomusculares.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
<b><span style="color: #990000;">Vivienda</span></b></div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Las viviendas tradicionales pueden ser de adobe o de madera. Las casas de adobe se construyen en las regiones del Lago y la Cañada y hacia Los Reyes y Tingüindín, mientras que las de madera se hacen fundamentalmente en la sierra, aunque cada vez más, ambas han sido sustituidas por construcciones con materiales modernos: tabique, tabicón, techo colado, láminas de asbesto, cartón o zinc.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
La construcción generalmente es de planta cuadrada, con techo de cuatro aguas, tapanco y puertas de golpe. Además de habitación, la vivienda es utilizada como taller artesanal y bodega de productos agrícolas. Al construirse una casa nueva, se ponen anillos y aretes usados en las cuatro esquinas de las habitaciones. Al terminar la construcción, se sacrifica un chivo y se cuelga de las vigas que forman el triángulo principal de la casa. Por fuera se coloca una cruz.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
La vivienda p'urhé incluye uno o dos conjuntos de casas, en la mayoría de los casos, para albergar al hijo mayor, una vez casado. Generalmente la cocina se construye aparte. También tienen un pequeño huerto familiar donde se mantienen animales domésticos, se siembran verduras, árboles frutales y plantas medicinales.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
<b><span style="color: #990000;">Territorio, ecología y reproducción social</span></b></div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
El área p'urhépecha presenta un relieve muy accidentado, producto de su origen volcánico que se remonta al Terciario o Cuaternario, cuando se presentó una gran actividad magmática que derramó grandes cantidades de lava.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Los suelos de la meseta son muy porosos y aun con la presencia de lluvias torrenciales de entre 1 260 y 1 500 mm de precipitación media anual. El agua es absorbida rápidamente, formándose corrientes subterráneas que se vierten en tres ríos: el Cupatitzio, que nace en Uruapan, el Duero que nace en Carapan y el Chivo que nace al oeste, y otro que nunca aflora pero que posiblemente alimenta al Lago de Pátzcuaro.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
La mayor parte del área, particularmente la meseta, presenta climas templados subhúmedos con lluvias en verano. En la parte sur de la región se presentan tres subtipos: el templado húmedo, el semicálido húmedo y el semifrío subhúmedo, todos con abundantes lluvias en verano. En la Cañada, al norte de la región, encontramos clima semicálido subhúmedo con lluvias en verano.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
En cuanto a la vegetación, encontramos serranías meridionales con presencia de pinos y encinos y la altiplanicie o bajío con una vegetación dominante de matorral xerófilo, siendo frecuentes también los pastizales y el bosque espinoso con presencia de acacias. En la región del lago encontramos dos tipos de ecosistemas: terrestres y acuáticos.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
La fauna es de afinidad neártica, en la que encontramos venado cola blanca, puma americano, coyotes, ardillas, tuzas, tejones, zorrillos, y otros; entre las aves una gran cantidad de especies de chupamirtos, cuervos, pájaros bandera, tordos y zanates; entre las acuáticas: patos, jacanas, garzas y otras; la herpetofauna está presente con varios géneros y entre la fauna acuática la más importante son los peces blancos, sardinas, charales, trucha y carpas.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
La economía del pueblo p'urhé ha estado sustentada en actividades primarias tales como la agricultura, la pesca, la recolección y la cacería. En el sector secundario son importantes la producción de artesanías y el comercio. Mención especial merece el intercambio entre la tierra fría y la tierra caliente de la costa, de las materias primas fundamentales.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Las unidades familiares realizan una gran cantidad de actividades para la reproducción social y la obtención de ingresos, por ejemplo, un autor señala como actividades distintivas la agricultura, el tejido de tule, la pesca, el comercio, el trabajo asalariado en la agricultura o la producción artesanal de madera y la migración temporal.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Actualmente las familias p'urhé practican una economía ya muy diversificada, en relación con la introducción en la región de relaciones mercantiles y de apertura del área al turismo nacional e internacional. A la agricultura, la pesca, la caza, la explotación forestal, las artesanías y el comercio, debemos agregar la ganadería iniciada hacia el siglo XVI y la incipiente industria textil, forestal y de carne vacuna cuyos comienzos se remontan hacia finales del siglo XIX, así como al procesamiento de carne de pescado y textiles iniciado hacia la década de los setenta del siglo XX.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
El Lago de Pátzcuaro tiene un relativamente conservado hábitat a pesar de presentarse procesos de deforestación y erosión del suelo; la contaminación es moderada y sólo tiende a ser crítica en la parte cercana a la ciudad de Pátzcuaro. Esto se debe fundamentalmente a que las comunidades indígenas de la región del lago han estructurado un manejo colectivo de conocimientos y actitudes que han favorecido el uso sustentable y conservacionista de la naturaleza.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
En este manejo colectivo destaca el que la apropiación indígena de los recursos naturales se basa en el principio de la diversidad de recursos, por encima de la especialización y en un conocimiento global del entorno que tiene que ver con el conjunto de actividades productivas.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Después de 1940 es notable el incremento de la migración de la población p'urhé hacia Estados Unidos; en algunas comunidades la población migrante asciende al 25% o 35%. Estos trabajadores migrantes contribuyen económicamente de manera importante en la realización de obras públicas en sus comunidades de origen.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
<b><span style="color: #990000;">Organización social</span></b></div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Es frecuente entre los p'urhé la organización familiar extensa. Generalmente la vivienda se adecua a este tipo de organización, pues se construyen varias unidades de habitaciones que comparten un mismo patio y un mismo solar.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Regularmente la pareja va a vivir a la casa de los padres del esposo. Al interior de la familia, la herencia es repartida entre todos los hijos de manera igualitaria, aunque es usual que las mujeres vendan su parte a sus hermanos, puesto que irán a vivir a casa de los suegros.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Las comunidades están divididas en barrios, cada uno de los cuales es precedido por un santo patrono. Los barrios tienen funciones administrativas y ceremoniales.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Los cargos tradicionales son de carácter civil y religioso y su número varía de comunidad a comunidad; en Angahuan, por ejemplo hay 20 cargos, de los cuales los de regidor, alcalde y prioste son obligatorios. El espacio de organización de estos cargos es la Guatápera.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
También existen autoridades oficiales, entre quienes destacan el jefe municipal de tenencia, los jueces, el representante de bienes comunales, el consejo de vigilancia y el juez del registro civil, entre otros.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
<b><span style="color: #990000;">Cosmogonía y religión</span></b></div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
El panteón p'urhépecha prehispánico estaba dividido en tres grandes grupos: los dioses mayores, los dioses mediadores y los dioses menores. Entre los mayores se encontraba Curicaueri, Xaratanga, Thares Upeme y Uazoríquare; entre los mediadores estaban Curita Caherí, Siruncia Arhan y Auicanime; entre los últimos se consideraban a los dioses ancestrales del grupo: Zirita-cherengue, Uacúsecha, Tingárata, etcétera. Estas divinidades se representaban como águila, fuego, piedra, tuza, caimán, etcétera, y de esta forma intervenían en la vida cotidiana de los p'urhé.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Este pueblo concebía que su origen era divino, por eso en La Relación de Michoacán la historia comienza en el cielo y la segunda parte continúa en la tierra.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Actualmente el panteón p'urhé se ha transformado. Kuerájpiri es el creador, el dios primario engendrador. De él son hijos Tatá Jurhiáta, el Padre Sol, y Naná Kutsi, la Madre Luna. Las deidades p'urhépechas están ligadas a los elementos fundamentales de la naturaleza: el señor Rayo, el señor de la Lluvia, el señor de la Tierra y el señor del Cielo o firmamento.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
<b><span style="color: #990000;">Fiestas</span></b></div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
De acuerdo con datos proporcionados por un censo levantado por una institución estatal, en Michoacán había 520 danzas y otras 156 en desuso.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Las danzas del ciclo de la cosecha (otoño-invierno) son las de los Viejitos, los Huacaleros, los Jóvenes y los Negritos, además de Dos bailadores, la danza del Pescado (en la región del Lago) y las de Pastores y Vaqueras. El ciclo se cierra con las danzas del carnaval.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Las danzas del ciclo primavera-verano comienzan con el Corpus, donde los gremios bailan y se hace una gran fiesta para todo el pueblo. Se trata de la gran fiesta del trabajo, pues en ella destaca el gremio preponderante de cada comunidad. En la sierra es importante el oficio de panalero; en las poblaciones del Lago, el gremio de los pescadores sobresale en la fastuosidad de la fiesta; los agricultores, que toman parte en la fiesta de todas las comunidades, tienen también un espacio de representación en esta fiesta.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
<b><span style="color: #990000;">Relaciones con otros pueblos</span></b></div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Recientemente se ha dado un fuerte proceso de autoafirmación étnica entre los p'urhé, visible a través de publicaciones, discos, programas de radio, estructuración de organizaciones y demandas que reivindican el idioma, la historia y la tierra. Los p'urhé se saben descendientes de un gran pueblo que rivalizó militarmente con el imperio mexica, y frente al mestizo, se saben poseedores de atributos originales y superiores.</div>
<div style="background-color: white; color: #414040; font-family: Helvetica; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em; text-align: justify;">
Cuando se refieren en español al mestizo, lo reconocen como gente criolla, mestiza o gente de razón, pero en su propio idioma utilizan términos como: ch'kata eska o "el que mira con el color de la mugre" (se refiere a los ojos verdes de los extranjeros que se parecen al color de las aguas estancadas); turisi, de donde se deriva turisi uangási o persona medio loca; tamanda arájchaluni, o el que viene de fuera, cruzando los montes y brincando los troncos.</div>
<div style="background-color: white; color: #2f2f2f; font-family: Helvetica; font-size: 16px; margin: auto; padding-left: 35px; width: 690px;">
<div style="color: #414040; font-size: 0.85em; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0.5em;">
</div>
<div class="artsexylightbox_container" style="width: 690px;">
<a class="artsexylightboxpreview" href="http://www.cdi.gob.mx/images/monografias/purepechas/map_purepechas.jpg?width=auto&height=auto" rel="sexylightbox[artgallery_528b30aad25cb]" style="color: grey; font-weight: bold; text-decoration: none;"><img alt="purepechas" class="artsexylightbox" src="http://www.cdi.gob.mx/images/artsexylightbox_tmp/8017d504e409e2f58a008c67c05df110_90_100.jpg" height="100" style="border: 2px solid rgb(238, 238, 238); margin: 5px;" width="90" /></a><a class="artsexylightboxpreview" href="http://www.cdi.gob.mx/images/monografias/purepechas/purepecha00.jpg?width=auto&height=auto" rel="sexylightbox[artgallery_528b30aad25cb]" style="color: grey; font-weight: bold; text-decoration: none;"><img alt="purepechas" class="artsexylightbox" src="http://www.cdi.gob.mx/images/artsexylightbox_tmp/8ad1a75f0c04d507e76dc4cb26f90c7e_90_100.jpg" height="100" style="border: 2px solid rgb(238, 238, 238); margin: 5px;" width="90" /></a><a class="artsexylightboxpreview" href="http://www.cdi.gob.mx/images/monografias/purepechas/purepecha01.jpg?width=auto&height=auto" rel="sexylightbox[artgallery_528b30aad25cb]" style="color: grey; font-weight: bold; text-decoration: none;"><img alt="purepechas" class="artsexylightbox" src="http://www.cdi.gob.mx/images/artsexylightbox_tmp/b453cc4fa4ae699899d7c6f3dc5c3f98_90_100.jpg" height="100" style="border: 2px solid rgb(238, 238, 238); margin: 5px;" width="90" /></a><a class="artsexylightboxpreview" href="http://www.cdi.gob.mx/images/monografias/purepechas/purepecha02.jpg?width=auto&height=auto" rel="sexylightbox[artgallery_528b30aad25cb]" style="color: grey; font-weight: bold; text-decoration: none;"><img alt="purepechas" class="artsexylightbox" src="http://www.cdi.gob.mx/images/artsexylightbox_tmp/d3c777f2f5822aae390133e23453037e_90_100.jpg" height="100" style="border: 2px solid rgb(238, 238, 238); margin: 5px;" width="90" /></a><a class="artsexylightboxpreview" href="http://www.cdi.gob.mx/images/monografias/purepechas/purepecha03.jpg?width=auto&height=auto" rel="sexylightbox[artgallery_528b30aad25cb]" style="color: grey; font-weight: bold; text-decoration: none;"><img alt="purepechas" class="artsexylightbox" src="http://www.cdi.gob.mx/images/artsexylightbox_tmp/1e492554c84a02517a211e64e9962662_90_100.jpg" height="100" style="border: 2px solid rgb(238, 238, 238); margin: 5px;" width="90" /></a><a class="artsexylightboxpreview" href="http://www.cdi.gob.mx/images/monografias/purepechas/purepecha04.jpg?width=auto&height=auto" rel="sexylightbox[artgallery_528b30aad25cb]" style="color: grey; font-weight: bold; text-decoration: none;"><img alt="purepechas" class="artsexylightbox" src="http://www.cdi.gob.mx/images/artsexylightbox_tmp/278093bedd940cf46ca75a7474be816f_90_100.jpg" height="100" style="border: 2px solid rgb(238, 238, 238); margin: 5px;" width="90" /></a><a class="artsexylightboxpreview" href="http://www.cdi.gob.mx/images/monografias/purepechas/purepecha05.jpg?width=auto&height=auto" rel="sexylightbox[artgallery_528b30aad25cb]" style="color: grey; font-weight: bold; text-decoration: none;"><img alt="purepechas" class="artsexylightbox" src="http://www.cdi.gob.mx/images/artsexylightbox_tmp/af308bd7a0ba24bbccb0408435294403_90_100.jpg" height="100" style="border: 2px solid rgb(238, 238, 238); margin: 5px;" width="90" /></a><a class="artsexylightboxpreview" href="http://www.cdi.gob.mx/images/monografias/purepechas/purepecha06.jpg?width=auto&height=auto" rel="sexylightbox[artgallery_528b30aad25cb]" style="color: grey; font-weight: bold; text-decoration: none;"><img alt="purepechas" class="artsexylightbox" src="http://www.cdi.gob.mx/images/artsexylightbox_tmp/1dc2d777472a70f09049d5e2f3c7d45e_90_100.jpg" height="100" style="border: 2px solid rgb(238, 238, 238); margin: 5px;" width="90" /></a></div>
</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-64383982929442724762013-11-19T03:46:00.002-06:002013-11-19T03:46:37.701-06:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-ooWRzjSC92E/UoszawraJ6I/AAAAAAAAVzo/69fx_HeowIs/s1600/408404_571635886192293_2134930978_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-ooWRzjSC92E/UoszawraJ6I/AAAAAAAAVzo/69fx_HeowIs/s1600/408404_571635886192293_2134930978_n.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-48032193386380737522013-11-19T03:43:00.000-06:002013-11-19T03:43:21.695-06:00DIÁLOGO DE LOS ANIMALES Y LAS COSAS: Literatura indígena mexicana zoque, zapoteco, tlapaneco, amuzgo<br />
<div style="text-align: center;">
<b>copiado de <span style="color: #38761d;">OJARASCA</span> <a href="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/09/oja-dialogo.html">http://www.jornada.unam.mx/2013/11/09/oja-dialogo.html</a></b></div>
<br />
<div id="mainContent" style="background-color: white; font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; padding: 0px 50px; text-align: justify;">
<div align="center">
<span style="font-size: 30px; font-variant: small-caps;"><strong><span style="color: #990000;">Diálogo de los animales y las cosas</span></strong></span></div>
<div align="center">
<span style="font-size: 30px; font-variant: small-caps;"><strong><span style="color: #990000;"><br /></span></strong></span></div>
<table align="center" border="0" style="width: 680px;"><tbody>
<tr><td width="330"><div align="justify">
<strong><em>Entre naguales, coyotes tramposos y cuervos chocarreros, mitos de origen y fábulas morales, memoria colectiva y escritura personal, comunión con la naturaleza y perplejidad ante los retos de la intemperie, en las cosas, la vegetación y las bestias hay chulel,</em></strong></div>
</td><td width="30"></td><td><div align="justify">
<strong><em>alma. Tal horizonte conceptual lo comparten todos los pueblos indígenas de América. Un mundo de riqueza expresiva, sabiduría indestructible y humorística, lírica, mágica, donde hablan seres que, a veces, se pasan de vivos.</em></strong></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<table border="0" style="width: 680px;"><tbody>
<tr><td valign="top" width="330"><div class="Estilo5" style="font-size: large; font-weight: bold;">
<span style="color: #cc0000;">El sapo y el venado (zoque)</span></div>
<span class="Estilo4" style="font-size: x-small;"><strong>Había un sapo que vivía </strong>en un pantano. Mientras estaba desayunando su comida favorita —el excremento— pasó corriendo un venado; éste, al verlo, se detuvo y pensó: “Qué tonto es el sapo, está feliz comiendo pura porquería”. Eso pensó el venado, después se retiró a toda velocidad para buscar hierbas tiernas para comer.</span><br />
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Al atardecer el venado regresó nuevamente al pantano y encontró al sapo comiendo lo mismo. El venado dijo para sí: “Qué tonto es el sapo”, y se alejó a toda velocidad. Así transcurrieron los días hasta que, en cierta ocasión, el venado le dijo al sapo:“Oye sapo,por qué no cambias de lugar y de comida; anda, ven conmigo a buscar otras tierras y comidas diferentes”. El sapo no le contestó al venado. Cada vez que el venado pasaba por el pantano le decía lo mismo al sapo.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Cierto día el sapo no aguantó más y le respondió al venado: “Sabes venado, yo no sé por qué te alejas tanto a buscar comida si siempre comes lo mismo”. El venado permaneció unos segundos en silencio, después le respondió al sapo: “Es cierto lo que dices, pero a mí me gusta conocer nuevos lugares, correr a campo traviesa.Yo soy muy hábil y veloz, corro y salto muy alto. Qué te parece si jugamos una carrera para ve quién es el mejor”. El sapo dijo: “Está bien, acepto. Ya veremos quién es el mejor”. El venado le respondió: “Seguro que yo soy el mejor”. El venado dijo esto porque el sapo era gordito y panzón ya que nunca se movía de su lugar.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Inmediatamente empezaron a preparar la competencia. Invitaron a todos los animales del monte: a las hormigas y chapulines; estos, a su vez, invitaron a los gusanos y los gusanos invitaron a los zopilotes y los zopilotes invitaron a los lobos, que eran sus parientes, y los lobos invitaron a los tigres y los tigres invitaron a los leones. Total que todo mundo estaba invitado a presenciar la competencia entre el sapo y el venado. Por fin llegó el día esperado. Los competidores tenían que correr siete tramos, cada tramo era una meta. Los competidores se pusieron en posición para iniciar la carrera y el águila dio el banderazo de salida.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
El venado salió disparado como rayo, pero cuando llegó a la primera meta el sapo ya se encontraba ahí, salió corriendo hacia la segunda meta y el sapo ya se le había adelantado, y así corrieron los siete tramos y el sapo siempre ganaba. En el último tramo el venado se cansó mucho y de tanto esfuerzo que hizo cayó muerto; el venado nunca supo cómo el sapo, siendo tan lento por su gordura, le ganó. Pero el sapo era un animal muy astuto, él sabía que no le podía ganar al venado, por eso invitó a su familia para que lo ayudaran en la competencia, colocó a cada uno de sus parientes en las metas. De tal manera que cuando el venado llegaba a la meta, sus parientes ya estaban ahí y como todos los sapos se parecen el venado no se dio cuenta del engaño. Así es como ganó el sapo o, mejor dicho, como ganaron los sapos.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Una vez que murió el venado, todos los animales se reunieron en torno a él para despedazarlo y comérselo; el sapo comió el excremento del venado y las hormigas bebieron la sangre. Todos los animales comieron, cantaron y bailaron alrededor del muerto. Los sapos no dejaron de bailar y cantar. Por esta razón actualmente el venado vive en el monte y corre siete veces cuando lo van a cazar y siempre regresa al mismo lugar. El venado odia al sapo y lo aplasta cuando lo encuentra, y el sapo siempre vive en los pantanos y se la pasa comiendo excremento por tramposo. El sapo por miedo no sale de día, sólo camina de noche.</div>
<div align="right" class="Estilo4" style="font-size: small;">
Narrado por María Sánchez Álvarez,<br />Nuevo Francisco León, Ocosingo, Chiapas.</div>
<div align="center" class="Estilo4" style="font-size: small;">
<img height="131" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/09/Images/oja-dialogo1.jpg" width="230" /></div>
</td><td width="30"> </td><td valign="top"><div class="Estilo6" style="font-size: large;">
<strong><span style="color: #cc0000;">Incendio/guendaria’qui’<br />(zapoteco del istmo)</span></strong></div>
<div class="Estilo3" style="font-size: small; font-weight: bold;">
Esteban Ríos Cruz</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
El alba<br />extiende su mantel rojo.<br />Canto de zanates.<br />El epazote y el cordoncillo<br />se saludan con la brisa.<br />En el patio, los chicozapotes<br />duermen a pierna suelta.<br />El sol, como un niño travieso, se encarama<br />en la figura pálida del ciruelo.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Siedo’ye’<br />ruchiaa larigueta ziñá xti’.<br />Roonda bigose.<br />Yagabiti ne ye’daana<br />Rudí’ca diuxi ne binisa.<br />Lo layú yoo, ca guendadxiña<br />nisiaasica nuchiaa niaaca.<br />Ubidxa, sica ti ba’du’ nadxi’ña’,<br />dxi’ba’<br />lo ti yagabiadxi naguchi</div>
<div align="center" class="Estilo4" style="font-size: small;">
<img height="222" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/09/Images/oja-dialogo4.jpg" width="150" /></div>
<div align="left" class="Estilo6" style="font-size: large;">
<strong><span style="color: #cc0000;">El pájaro caballero y el pavorreal (me’pha a, o tlapaneco)</span></strong></div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Recogido por<br /><strong>Abad Carasco</strong></div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
En aquel tiempo el pavorreal<br />era un pájaro muy feo y el caballero*<br />era bastante bello; era el<br />más bonito de todas las aves.<br />Una vez que hubo una fiesta entre<br />los pájaros, el pavorreal no quería<br />asistir porque le daba pena su<br />mal vestido. Entonces se le ocurrió<br />una excelente idea: pedir prestado<br />un traje. Empezó a ver a todos los<br />pájaros para decidir a quién pedirle<br />prestada su vestimenta. Vio que<br />era el pájaro caballero el que tenía<br />el traje más bonito. Entonces llegó<br />con el pájaro caballero y le dijo:</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
–Amigo caballero, vengo a pedirte<br />un favor bastante grande; por tu<br />belleza no soy digno ni de acercarme<br />a ti.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
–¿Y qué favor quieres que te<br />haga?— preguntó el caballero.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
–Quiero que me prestes tu traje<br />para asistir a una fiesta. Lo quiero<br />sólo por hoy y te lo traigo tan<br />pronto termine la fiesta. Te prometo<br />que lo voy a cuidar mucho.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
–¿Y yo qué me pondré?— preguntó<br />el caballero.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
–Yo, mientras , te presto mi ropa.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Ante la insistencia del pavorreal,<br />el caballero le prestó su<br />ropa sin desconfianza, pero aquél<br />jamás regresó. Huyó con la ropa<br />del caballero.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Desde entonces, el pavorreal<br />quedó bonito con la ropa del caballero,<br />mientras que éste se puso<br />feo. Por eso no sale de día, sólo<br />de noche, porque le da pena traer<br />ropa del pavorrreal, y por eso tampoco<br />hay pavorreales donde viven<br />los caballeros.</div>
<div align="right" class="Estilo4" style="font-size: small;">
*Caballero: ave nocturna, también conocida<br />como tapacaminos o cubrecaminos.</div>
<div align="right" class="Estilo4" style="font-size: small;">
Tintas; Atziri Carranza</div>
</td></tr>
</tbody></table>
<table align="right" border="0" style="width: 100px;"><tbody>
<tr><td><div align="left">
<img src="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/09/Images/oja-dialogo5.jpg" width="100" /></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<div align="left" class="Estilo6" style="font-size: large;">
<strong><span style="color: #cc0000;">Cuento de las tres cosas/ ñomndáa, Cwentoo’ ndye ‘nan<br />(ñomndáa, O amuzgo)</span></strong></div>
<div align="left">
<strong><span style="color: #cc0000;">Aurora de Jesús Cruz,</span></strong>de Xochistlahuaca (Suljaa’), Guerrero</div>
<table border="0" style="width: 680px;"><tbody>
<tr><td valign="top"><div class="Estilo4" style="font-size: small;">
<strong><span class="Estilo6" style="font-size: medium;">U</span><span style="font-variant: small-caps;">n día, la mesa organizó</span></strong> una<br />reunión a la que invitó a la silla y<br />a las piedras del fogón. Los tres se reunieron<br />en la cocina, le pidió al perro<br />que fuera por ellos porque no podían<br />llegar por sí solos.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Cuando se reunieron, tomó primero<br />la palabra la mesa.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
–Yo los cité aquí para que veamos<br />qué hacer con esta mala vida que llevamos.<br />Yo sufro mucho, muchas cosas<br />ponen en mi espalda, nadie me da de<br />comer, sólo me ocupan para cargar la<br />comida, sólo los cuatro dueños comen<br />bien.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Cuando empezó a hablar, la silla dijo:</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
–A mí también me pasa lo mismo<br />que a tí, yo siento bien cómo se me va<br />haciendo pesada la carga mientras están<br />comiendo nuestros dueños y se van<br />acabando la comida que tú cargas.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Contestó la piedra del fogón:</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
–Ustedes no la pasan tan mal, nosotros<br />sí sufrimos mucho, casi casi nos<br />morimos cuando nos ponen el sombrero<br />ancho en nuestras cabezas, nos<br />empiezan a echar lumbre y nos empezamos<br />a quemar bien feo, luego tiene<br />que pasar mucho tiempo para que nos<br />compongamos.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Al escucharlos contestaron las leñas:</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
–Ya dejen de estarse quejando de su<br />destino y acéptenlo, eso no es nada en<br />comparación de lo que nosotros sufrimos.<br />Nosotros realmente nos morimos<br />cuando nos queman y nos transformamos<br />en cenizas, pero no nos estamos<br />quejando.</div>
</td><td valign="top"><span class="Estilo4" style="font-size: x-small;"><strong><span class="Estilo6" style="font-size: medium;">C</span><span style="font-variant: small-caps;">wii xuee meisa </span></strong>s’aan jumta ñequio<br />sula, ñequio ljo’ tei’chom,<br />ndyena tjmndyenanaquii’ caseina, ndo’<br />tsán na ñetjacachuu joona, catsue’ ee<br />xocandaa nnc’oochen nquieena.</span><br />
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Jnda na tjomndyena, quiajo’ts’an na to</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
‘jndyee matseinein meisa. Matso meisa.<br />Ja l’ue ts’oo nya na nntiaaya nawi’ na<br />cwitjoo n e ja jeen wi’ matjon jeen jndye<br />‘nan cwintyjo naxan ‘a saa tj’anan ‘ñeen<br />nñequiaa chjoowi’ na lcwaa’ a tomti na<br />machoya nantquie, ñequiee nn’an na ‘<br />naan ja jeenya cwicwa’na.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Quia’ t’oo sula maatsoom mati ja macwe’<br />laa’ti’ matjon, janntyjii ntyjiichan</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
wjawijaa’ñe ts’an na ‘naa n ja choya<br />jom xje nna macwaan ‘an ndo’ ‘u wyandyaan<br />dyu’ xjen’ñeen cwjandyue nantquie<br />na ntyjo nacjo’.T’oo ljoo’_tei’chom<br />je’cwiluena ‘o xen ndya’ ya na cwe’ laa’ti<br />cwi tjom’yo’ ja t’manti na wi’ cwint’iaaya<br />ncue ncuee cwjaa ñ’aa nya ee xjen na<br />nntiom ts’an tjan xjen na nntiom ts’an<br />tjanxjen tmein nquaa nya xjen’ ñeen<br />mana njñom ts’an chom nacjeen tjxqueen’<br />neen mana nntseicona’.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
Ja cwajndii cwicondyo cwileiweendyo<br />xeen jnda jeen yo wjaco’ya nnda’na’<br />ja. Quia jo’ jla’ xuaa n’ oomteincwe,<br />jluena ‘o xen ndya’ ya na cwe’ laa’iti<br />cwitjom’yo ja mana cwjaa ya na qui’<br />na cwindye’ ntjoo nya, ee ja cwicondyo<br />a, ñ’aa n ya mana matseicwa quen ‘na’<br />tsquie ja</div>
<img height="109" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/09/Images/oja-dialogo2.jpg" width="200" /></td></tr>
</tbody></table>
<blockquote>
<table align="right" border="0" style="width: 125px;"><tbody>
<tr><td><div align="right">
<img height="211" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/09/Images/oja-dialogo3.jpg" width="100" /></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
<b>Zoque:</b> Mitos, cuentos y creencias zoques, de José Luis Sulvarán López (editor y compilador). Universidad Intercultural de Chiapas, San Cristóbal de las Casas, 2007.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
<b>Amuzgo:</b> Antología de cuentos indígenas de Guerrero, compilado por Rosa Román Lagunas. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 2007.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
<b>Zapoteco del Istmo</b>: Palabras germinadas/Ca diidxa’ guchendú, de Esteban Ríos Cruz. Serie Literatura Indígena Contemporánea, Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, México, 2008.</div>
<div class="Estilo4" style="font-size: small;">
<b>Me’pha a:</b> Relatos tlapanecos/Ajngáa me’pha a, Lenguas de México, número 13, Dirección General de Culturas Populares, México, 1995.</div>
</blockquote>
</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-30746413780119641882013-11-19T02:56:00.001-06:002013-11-19T02:56:33.235-06:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-yeFEK7SePss/Uosns-6lXpI/AAAAAAAAVzY/eDrHGHHZitI/s1600/1466287_638019432916526_960465396_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-yeFEK7SePss/Uosns-6lXpI/AAAAAAAAVzY/eDrHGHHZitI/s1600/1466287_638019432916526_960465396_n.jpg" height="320" width="320" /></a></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-66063491845285451462013-11-19T02:54:00.000-06:002013-11-19T02:54:11.617-06:00LA JORNADA, Suplementos del diario mexicano. 19 nov 2013<br />
<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" style="color: black; font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif, 'MS sans serif'; font-size: 10pt; margin: 0px; width: 768px;"><tbody style="font-size: 10pt; margin: 0px;">
<tr style="font-size: 10pt; margin: 0px;" valign="top"><td style="font-size: 10pt; margin: 0px;"><div>
Martes 19 de noviembre de 2013</div>
<h1 class="seccion_titulo" style="color: #bc001c; font-size: 16pt;">
Suplementos</h1>
<div align="center" id="suplementos">
<div class="suplemento" style="float: left; height: 320px; margin: 1em 20px; width: 200px;">
<div style="font-size: 12pt; line-height: 32px; margin-bottom: 1em;">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/suplementos/semanal.php" style="color: dimgrey;" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="La Jornada Semanal" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/17/semanal.png" width="200" /><br />La Jornada Semanal</a></div>
</div>
<div class="suplemento" style="float: left; height: 320px; margin: 1em 20px; width: 200px;">
<div style="font-size: 12pt; line-height: 32px; margin-bottom: 1em;">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/07/ls-cara.html" style="color: dimgrey;" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="Letra S" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/07/letra.png" width="200" /><br />Letra S</a></div>
</div>
<div class="suplemento" style="float: left; height: 320px; margin: 1em 20px; width: 200px;">
<div style="font-size: 12pt; line-height: 32px; margin-bottom: 1em;">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/09/ojaportada.html" style="color: dimgrey;" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="Ojarasca" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/09/ojarasca.png" width="200" /><br />Ojarasca</a></div>
</div>
<div class="suplemento" style="float: left; height: 320px; margin: 1em 20px; width: 200px;">
<div style="font-size: 12pt; line-height: 32px; margin-bottom: 1em;">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/16/delcampo.html" style="color: dimgrey;" title="Ir al número más riente del suplemento"><img alt="La Jornada del Campo" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/11/16/delcampo.png" width="200" /><br />La Jornada del Campo</a></div>
</div>
<div class="suplemento" style="float: left; height: 320px; margin: 1em 20px; width: 200px;">
<div style="font-size: 12pt; line-height: 32px; margin-bottom: 1em;">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2013/09/30/eco-cara.html" style="color: dimgrey;" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="La Jornada Ecológica" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/09/30/ecologica.png" width="200" /><br />La Jornada Ecológica</a></div>
</div>
<div class="suplemento" style="float: left; height: 320px; margin: 1em 20px; width: 200px;">
<div style="font-size: 12pt; line-height: 32px; margin-bottom: 1em;">
<a href="http://aldeaglobal.jornada.com.mx/" style="color: dimgrey;" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="Aldea Global" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/10/10/aldeaglobal.png" width="200" /><br />Aldea Global</a></div>
</div>
<div class="suplemento" style="float: left; height: 320px; margin: 1em 20px; width: 200px;">
<div style="font-size: 12pt; line-height: 32px; margin-bottom: 1em;">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2012/11/03/cuadernos.html" style="color: dimgrey;" title="Ir al número más riente del suplemento"><img alt="Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano" src="http://www.jornada.unam.mx/2012/11/03/cuadernos.png" width="200" /><br />Pensamiento Crítico Latinoamericano</a></div>
</div>
<div class="suplemento" style="float: left; height: 320px; margin: 1em 20px; width: 200px;">
<div style="font-size: 12pt; line-height: 32px; margin-bottom: 1em;">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2010/02/18/feria.html" style="color: dimgrey;" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="Feria del libro" src="http://www.jornada.unam.mx/2010/02/18/feria.png" width="200" /><br />Feria Internacional del Libro</a></div>
</div>
<div class="suplemento" style="float: left; height: 320px; margin: 1em 20px; width: 200px;">
<div style="font-size: 12pt; line-height: 32px; margin-bottom: 1em;">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2011/11/14/mineria.html" style="color: dimgrey;" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="Mineria 500 años de saqueo" src="http://www.jornada.unam.mx/2011/11/14/mineria.png" width="200" /><br />Minera 500 años de saqueo</a></div>
</div>
<div class="spacer" style="clear: both; height: 0px;">
</div>
<div class="spacer" style="clear: both; height: 0px;">
</div>
<div style="font-size: 10pt; margin-bottom: 1em;">
<a href="http://www.invdes.com.mx/" style="color: dimgrey;" title="Ir al sitio de Investigación y Desarrollo"><img alt="Investigación y Desarrollo" border="1" height="60" src="http://www.jornada.unam.mx/suplementos/investigacion.png" width="468" /></a></div>
</div>
</td></tr>
</tbody></table>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-15966269047983662932013-11-19T02:46:00.002-06:002013-11-19T02:46:52.443-06:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-OKyykUQB3lI/UoslQezMn-I/AAAAAAAAVzM/R-8lQaGF04U/s1600/DSC07878.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-OKyykUQB3lI/UoslQezMn-I/AAAAAAAAVzM/R-8lQaGF04U/s1600/DSC07878.JPG" height="239" width="320" /></a></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-86459218565276916322013-11-19T02:44:00.000-06:002013-11-19T02:44:16.036-06:00WISLAWA SZYMBORSKA, un poema, "Retrato"<br />
<div style="text-align: center;">
<b>copiado de <span style="color: #660000;">GACETA FCE </span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<a href="http://www.fondodeculturaeconomica.com/subdirectorios_site/gacetas/dic_2002.pdf"><b>http://www.fondodeculturaeconomica.com/subdirectorios_site/gacetas/dic_2002.pdf</b></a></div>
<br />
<b><span style="color: #990000; font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Retrato</span></b><br />
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></b>
✸ <b><span style="color: #cc0000;">Wislawa Szymborska</span></b><br />
<b>Traducción de Gerardo Beltrán</b><br />
<br />
Si los elegidos de los dioses mueren jóvenes,<br />
¿qué hacer con el resto de la vida?<br />
La vejez es un abismo<br />
ya que la juventud es la cima.<br />
Yo no me muevo de aquí.<br />
Aunque sea de una pierna seguiré siendo joven.<br />
Me aferro al aire<br />
con una especie de bigotes de ratón.<br />
En esta posición vuelvo a nacer constantemente.<br />
No conozco otro truco.<br />
Pero siempre serán yo:<br />
los guantes mágicos,<br />
el cotillón en cruz de la primera mascarada,<br />
el falsete de los manifiestos juveniles,<br />
el rostro del sueño de la costurera con el crupier,<br />
los ojos arrancados que me gustaba pintar<br />
esparciéndolos como garbanzos desde la vaina,<br />
porque ante este espectáculo temblaban los muslos muertos<br />
de la rana pública.<br />
Sorpréndanse también ustedes.<br />
Sorpréndanse hasta cien toneles de Diógenes,<br />
que le gano en ideas.<br />
Conjuren<br />
un eterno comienzo.<br />
Esto que tengo en los dedos<br />
son arañas que mojo en la tinta<br />
y arrojo al lienzo.<br />
De nuevo estoy en el mundo.<br />
Florece un nuevo ombligo<br />
en el vientre del artista.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-44032632391044555242013-11-19T02:36:00.002-06:002013-11-19T02:36:20.007-06:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-xn3xKdEcj6Y/Uosi933IsXI/AAAAAAAAVzA/KhZuynoHsD4/s1600/ScreenHunter_07+Nov.+11+23.32.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-xn3xKdEcj6Y/Uosi933IsXI/AAAAAAAAVzA/KhZuynoHsD4/s1600/ScreenHunter_07+Nov.+11+23.32.jpg" height="319" width="320" /></a></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-66012963178604294042013-11-19T02:01:00.000-06:002013-11-19T02:01:28.840-06:00Hans Magnus Enzensberger, dos poemas<br />
<div style="text-align: center;">
<b>copiado de <span style="color: #660000;">GACETA del FCE</span> <a href="http://www.fondodeculturaeconomica.com/subdirectorios_site/gacetas/oct_2001.pdf">http://www.fondodeculturaeconomica.com/subdirectorios_site/gacetas/oct_2001.pdf</a></b></div>
<br />
<br />
<b><span style="color: #990000;">EL PRESO</span></b><br />
<br />
Sepultado en mi carne<br />
hay un hombre con manos de león<br />
de tiernos y formidables ojos<br />
que respira en mi esqueleto<br />
un anciano<br />
que no muere<br />
un niño perseverante<br />
que no teme<br />
sumergido en mi sangre<br />
un preso que obedece<br />
sepultado en mi carne<br />
que espera y desespera<br />
y envía mensajes en clave<br />
tierno y formidable<br />
en mis oídos que zumban<br />
habita entre guijarros ardientes<br />
perseverante como el picapedrero<br />
que no teme<br />
firme y claro como el hielo<br />
que se liberará<br />
con mano de león<br />
y dictará como una sentencia<br />
erguido como un viento potente<br />
que no muere<br />
que respira en mi esqueleto<br />
y que lo destrozará<br />
<br />
<br />
<b><span style="color: #990000;">EL OTRO</span></b><br />
<b><br /></b>
Uno que no ríe<br />
que se acongoja<br />
que alza su rostro con piel y pelo bajo el cielo<br />
que hace salir de mi boca palabras rodando<br />
uno que tiene dinero y miedo y un pasaporte<br />
uno que lucha y ama<br />
uno que se mueve<br />
que patalea<br />
pero yo no<br />
yo soy el otro<br />
que no ríe<br />
que no tiene su rostro bajo el cielo<br />
ni palabras en su boca<br />
que es desconocido para sí y para mí<br />
yo no: el otro: siempre el otro<br />
que no vence ni es vencido<br />
que no se acongoja<br />
que no se mueve<br />
el otro<br />
que es indiferente<br />
del que no sé<br />
del que nadie sabe quién es<br />
que no me conmueve<br />
ese soy yo<br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-22633955106891514022013-11-13T02:49:00.001-06:002013-11-13T02:49:51.218-06:00<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-IOlXQoDqh_M/UoM8nIwVyeI/AAAAAAAAVys/KaURc23TZkU/s1600/988775_435323496572025_2119999116_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-IOlXQoDqh_M/UoM8nIwVyeI/AAAAAAAAVys/KaURc23TZkU/s1600/988775_435323496572025_2119999116_n.jpg" height="320" width="276" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #37404e; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Oye, mira, este, pues...pues ¡te traje esta flor! Es que, bueno, pues iba caminando por ahí y que la veo. Al verla, de inmediato me acordé de ti: me recordó tu belleza, tu fragancia, tu ternura... y a pesar de estar rodeado de espinas, me recordó también tu noble corazón.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #37404e; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; color: #37404e; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><div style="text-align: justify;">
Y pues te la traje, vale. Tómala, no te apenes, si cuando la gente se muere le llevan flores, porqué no cuando viven. Es para ti, sostenla con tus manos y guárdala en tu corazón. Que tus manos acaricien sus pétalos y sientan su tersura, y ellos se alegren con el calor de las mismas.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #37404e; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; color: #37404e; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><div style="text-align: justify;">
Mira, si la recibes no te voy a comer a besos por ello, aunque ganas no me faltan. Tú tómala, pero si no la quieres, me la llevo conmigo, la guardo en mi libro de cuentos, para que cuando sea anciano lo abra y vea esa flor y recuerde que un día tuve la bendición de verte.</div>
</span><br style="background-color: white; color: #37404e; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><span style="background-color: white; color: #37404e; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">frg</span><br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-8906168558119000832013-10-22T02:58:00.000-05:002013-10-22T02:58:03.377-05:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-P-KVT9FuNQg/UmYk9V5A0LI/AAAAAAAAVuw/8k-HfG-kazI/s1600/CRISTO+REY.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-P-KVT9FuNQg/UmYk9V5A0LI/AAAAAAAAVuw/8k-HfG-kazI/s1600/CRISTO+REY.JPG" height="320" width="240" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;"><b> Cristo Rey, en Silao, Gto.</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-JZLeYYAlwEE/UmYlGfUrmnI/AAAAAAAAVu4/0yKB5T_zB6Q/s1600/SAM_7172.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-JZLeYYAlwEE/UmYlGfUrmnI/AAAAAAAAVu4/0yKB5T_zB6Q/s1600/SAM_7172.JPG" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;"><b> El Expiatorio, en León, Gto. </b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-FTjEoHtJdJo/UmYl7dNTVdI/AAAAAAAAVvA/yOqqmjt2orU/s1600/SAM_7194.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-FTjEoHtJdJo/UmYl7dNTVdI/AAAAAAAAVvA/yOqqmjt2orU/s1600/SAM_7194.JPG" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;"><b> El Expiatorio, en León, Gto. </b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-NTV6e2XslCU/UmYmTPJc2XI/AAAAAAAAVvI/k50rFl6QrBk/s1600/SAM_7200.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-NTV6e2XslCU/UmYmTPJc2XI/AAAAAAAAVvI/k50rFl6QrBk/s1600/SAM_7200.JPG" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;"><b> El Expiatorio, en León, Gto. </b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-Bn_jZgnQ9fc/UmYm6SBa7iI/AAAAAAAAVvQ/E0uAOk12S8g/s1600/SAM_7201.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-Bn_jZgnQ9fc/UmYm6SBa7iI/AAAAAAAAVvQ/E0uAOk12S8g/s1600/SAM_7201.JPG" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;"><b> El Expiatorio, en León, Gto. </b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-pyS9Nq6_ils/UmYoHnmjMdI/AAAAAAAAVvg/icTkIO8oMaA/s1600/SAM_7240.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-pyS9Nq6_ils/UmYoHnmjMdI/AAAAAAAAVvg/icTkIO8oMaA/s1600/SAM_7240.JPG" height="320" width="240" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;"><b> Iglesia de San MIguel, en Sal Miguel el Alto, Jal.</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-yqXLohVxPHk/UmYnylN3ePI/AAAAAAAAVvY/SIGbDuy36Fg/s1600/SAM_7248.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-yqXLohVxPHk/UmYnylN3ePI/AAAAAAAAVvY/SIGbDuy36Fg/s1600/SAM_7248.JPG" height="320" width="240" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;"><b> Basílica de San Juan de los Lagos, Jal.</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-b-TQdPeD3dU/UmYo3R6PcsI/AAAAAAAAVvo/hAq8Se5dSYU/s1600/SAM_7261.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-b-TQdPeD3dU/UmYo3R6PcsI/AAAAAAAAVvo/hAq8Se5dSYU/s1600/SAM_7261.JPG" height="320" width="240" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;"><b> Basílica de San Juan de los Lagos, Jal.</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-dBT1aKtpooU/UmYpolKJvvI/AAAAAAAAVvw/hY8gFBjc29c/s1600/SAM_7265.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-dBT1aKtpooU/UmYpolKJvvI/AAAAAAAAVvw/hY8gFBjc29c/s1600/SAM_7265.JPG" height="320" width="240" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;"><b> Basílica de San Juan de los Lagos, Jal.</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-0qFS58tHHGg/UmYqGhDKMGI/AAAAAAAAVv4/D06NQ0RZ1Rs/s1600/SAM_7295.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-0qFS58tHHGg/UmYqGhDKMGI/AAAAAAAAVv4/D06NQ0RZ1Rs/s1600/SAM_7295.JPG" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;"><b>Catedral de Guadalajara, Jal.</b></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-12619965506400119162013-10-17T04:00:00.002-05:002013-10-17T04:00:49.533-05:00EL GUARDIÁN DE LAS PALABRAS ":J-kanant’táanilo’obe’: Cuento en maya-español deJ.M. COCOM PECH<br />
<b>copiado de<span style="color: red;"> OJARASCA</span> <a href="http://www.jornada.unam.mx/2013/05/11/oja-guardian.html">http://www.jornada.unam.mx/2013/05/11/oja-guardian.html</a></b><br />
<br />
<br />
<br />
<table border="0" style="color: black; font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; text-align: justify; width: 700px;"><tbody>
<tr><td width="346"><h3 style="font-variant: small-caps;">
<span style="color: #990000; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">El guardián de las palabras</span></h3>
</td><td><h3 style="font-variant: small-caps;">
<span style="color: #990000; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">J-kanant’táanilo’obe’</span></h3>
</td></tr>
</tbody></table>
<div align="center">
<strong><span style="color: #660000; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-small;">Jorge Miguel Cocom Pech</span></strong></div>
<div align="center">
<strong><span style="color: #660000; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-small;"><br /></span></strong></div>
<div align="center">
<strong><span style="color: #660000; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-small;"><br /></span></strong></div>
<table border="0" style="color: black; font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; text-align: justify; width: 700px;"><tbody>
<tr><td width="320">Cuánta razón tenían los abuelos cuando nos decían: “Tu corazón es el guardián de las palabras, no su cueva; porque tus palabras no estarán ahí para alojarse eternamente”.<br />
Deja que en primavera los vientos de tu ánimo dispersen las palabras por los caminos y se vistan con flores rojas, blancas, amarillas y azules, porque las flores son alegres palabras de los árboles, de las hierbas y de las enredaderas.<br />
Deja que en verano las palabras se levanten en mariposas, porque ellas, como hijas de la lluvia, son las flores ambulantes de los caminos; deja, en ese tiempo de aguaceros, que en las milpas las mazorcas se ofrezcan, entre el humo del copal y la oración, como palabras de gratitud en las primicias.<br />
Cuando llegue el otoño y los árboles desprendan sus hojas al vaivén del viento, deja que estas palabras besen con ternura la piel del suelo, porque nunca las palabras sobre la tierra han sido el sepulcro de los hombres.<br />
Cuando llegue el invierno y sientas que te besa el aire frío de sus días, deja a la palabra arder en los leños, que su calor será el cobijo de tu cuerpo; pero si sientes que las palabras bullen, saltan, gritan, rugen y cantan en tus adentros, y este canto es parecido al trino del Sakpakal, paloma blanca, no lo ahogues en silencios. No temas, ¡ése es el lenguaje de tu alma!, ¡ésas son las palabras de tu espíritu!<br />
No guardes, no escondas, no impidas la libertad a tus palabras, porque tu palabra habrás de escribir para todas las edades y para todos los tiempos, que es uno solo y eterno, mientras haya vida sobre la tierra.<br />
<em>Ka’ síijil t’aan</em> significa volver a nacer la palabra, renacer la voz. Este reencuentro del pasado con el presente; este volver de nuevo, que para nosotros los mayas era y es sagrada concepción del tiempo, es un hecho que se inicia con las voces y testimonios de los que hoy asumimos el compromiso de dejar constancia de lo que pervivió en la tradición oral, a través de textos literarios... pues nunca las palabras sobre la tierra han sido el sepulcro de los hombres.</td><td width="20"></td><td>¡Bajun k-óolal yant’k-nojoch noolo’obe’ ken u yá’lo’on!: “A puk’sí’ik’al u aj kanant’ t’aanilo’ob, ma’ u aktuni’, tumen a t’aanilo’ob ma’ti’ano’ob ti’ ti’a’l u káajakbalo’ob baililí.<br />
Ti’ Yáax k’íine, p’aat u yíik’o’ob a wíik’e u k’it k’it t’aanilo’obe’ iche bee’jo, beyxan ka pakchak u buk’int’maubao’ob ich chaktak, saktak, k’ank’an yéetel ch’ojtak nikteilo’ob, tumen le’iti’obe u kí kímak óolal t’aanil kulche’o’ob, xiuo’ob yéetel áak’ilo’ob.<br />
Ti’ Ja’ja’lile’, p’aat’e t’aano’oba’ ka u xíik’iluba’o’ob bey péepeno’ob, tumen le’iti’obe’, -yáalo’ob k’axa ja’e-, u xiximbalil nikteilo’ob ich beejo’obo; p’aat’ ichile ja’jala’o’oba’, u tich’ilal u naali koolo’ob ich u buts’ pom’ yéetel payalchí, je bix u k’uubu níib óolal t’aanil ich yáax tíich’ilo’obe’.<br />
Ken k’uchuk u k’íinil u lú’ubul u le’o’ob kulche’ilo’ob, ti’o’lal u yúumbal íik’e, p’áatake’ t’aano’oba u ts’utsk’o’ob yéetel mum óolal u yoot’el lu’um; tumen, mix bik’íin t’aanil yóok’ol k’aabe’ ts’o’ok u sut’kubao’ob u muk’nal u kukut’il wíiniko’ob.<br />
Ken k’uch’uk k’íin Ayakbil, ti’ tu’ux chan ka wúuyik ku ts’uts’kech u síis íik’il u k’íino’obe, p’aat’e t’aano’oba’ ka u yeelel ich k’a’ak’, tumen u yóoxob bin u tep’il a kukut’; chen ba’le’, wa ka wúuyik ku totowankilo’ob, ku sit’to’ob, ku yauto’ob yéetel ki’ kayo’ob ichil a jobnel, yéetele k’ayo’obaj bey u k’ay sakpakale’, ma’ a kupajtik te ch’ech’ennki’o’ob. Bik sajakchajkech. ¡Leti’e’ u t’aan a pixan! ¡Leti’obe’ u t’aan a wool!<br />
Ma’ a ta’akik, ma’ a balankik, ma’ a tokik u jalk’abil a t’aano’ob, tumen a t’aan bin a ts’íibte’ u ti’a’al tul’aakle siyanko’ob yéetel u ti’a’al penk’ech k’íino’ob, chen junp’ eelili’e yéetel mina’an u xulsa’aj, ka’alikil u yáantal kuxtal yóok’ol kaab.<br />
Ka’síijil t’aan u ka’a’t yáal ku síij tu ka’aten t’aan, ku ka’aput síijil u jum kaal.<br />
Le u ka’ kaxtikubao’be máanlil k’íinal yéetel bejla’e; le suutaj tu ka’ten u ti’a’al mayao’on, k’uyen je bix k-náatik k’íine’, junp’éel yúuchul jo’opolnaji yéetel u jum kaal u kunaj t’aan láats’ilo’ob bejla’e’, k-nuupt’aankik u p’aat’ u jun xotomal yok’ole’ ba’ax bejla’e’ ts’aka’an iche sansamil tsikbal wa iche kí kí pik’ju’uno’ob, tumen mix bik’íine’ t’aano’ob yok’ol kaab bin u sut’kuba’ob u muk’nal ti’a’al máako’obe’</td></tr>
</tbody></table>
<blockquote style="font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; text-align: justify;">
<span class="Estilo5" style="font-size: x-small;"><strong>Jorge Miguel Cocom Pech</strong>, uno de los autores en maya peninsular más importantes de nuestros días, nacido en Calkiní, Campeche (1952), escribió esta declaración de principios en 1997, y con ella cierra la nueva edición bilingüe de su libro <em>El abuelo Gregorio, un sabio maya/J-nool Gregorioe’, juntúul miats’il maya</em> (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 2012). Justo es reconocer que siguió aquellos consejos, poniéndose al servico de su lengua. Normalista, ingeniero agrónomo con especialidad en sociología rural, sobre todo —según escribe Adriana Malvido en el epílogo— “da testimonio de cómo vive el pasado maya en el presente”.</span><br />
<div class="Estilo5" style="font-size: small;">
Narrador y traductor, ha publicado <em>El secreto de los pájaros, Secretos del abuelo, Un cazador de auroras </em>y<em> Testimonio de una inciación: la prueba del aire, la prueba del sueño</em>. Estudioso del Chilam Balam y autor de <em>Estética melódica en el verso maya contemporáneo</em>, tiene el raro honor de haber sido traducido a otras lenguas indígenas: mam, náhuatl y zapoteco. La calidez poética de sus relatos, a caballo entre la narrativa moderna y una cultivada tradición oral, hace de Cocom Pech un autor indispensable. Ese a quien don Gregorio dijo: “Los sueños son revelación para la rebelión”. Y también: “De ahora en adelante vas a ser insumiso por haber recibido el privilegio de los dones de la libertad”. Una experiencia que comienza en su infancia, cuando un día le saca al abuelo Gregorio de la bolsa izquierda del pantalón un grano de maíz.</div>
</blockquote>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-49781267690275605232013-07-10T20:13:00.002-05:002013-07-10T20:16:32.234-05:00¿HACIA DÓNDE MIRARÁN ESOS OJOS?<br />
<div class="post-header" style="color: #997755; line-height: 1.6; margin: 0px 0px 1em;">
<div class="post-header-line-1">
</div>
</div>
<div class="post-body entry-content" style="font-size: 14px; line-height: 1.5; position: relative; width: 778px;">
<div style="background-color: #66bb33; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; text-align: center;">
<span style="font-size: 19px;"><br /></span></div>
<h2 class="post-title" style="background-color: #66bb33; color: #336600; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 20px; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px 0px 0.5em; position: relative;">
</h2>
<a href="http://bp1.blogger.com/_oqImnsj8JM4/SC09H4_z1cI/AAAAAAAADWI/0E_QHzgWe6g/s1600-h/5239596.jpg" style="background-color: #66bb33; color: #993322; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; text-decoration: none;"><img alt="" border="0" src="http://bp1.blogger.com/_oqImnsj8JM4/SC09H4_z1cI/AAAAAAAADWI/0E_QHzgWe6g/s400/5239596.jpg" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5200880350451193282" style="-webkit-box-shadow: rgba(0, 0, 0, 0.498039) 1px 1px 5px; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: none; box-shadow: rgba(0, 0, 0, 0.498039) 1px 1px 5px; display: block; margin: 0px auto 10px; padding: 8px; position: relative; text-align: center;" /></a><br />
<div align="center" style="background-color: #66bb33; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif;">
<strong><span style="color: #ff6600; font-size: 26px;">¿HACIA DÓNDE MIRARÁN?</span></strong></div>
<br style="background-color: #66bb33; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif;" />
<strong style="background-color: #66bb33; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif;"><br /></strong>
<br />
<div style="background-color: #66bb33; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; text-align: center;">
<div>
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">¿Hacia dónde mirarán esos ojos,</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">tan lejanos,</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">tan ausentes?</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">¿Alcanzará su mirada el horizonte?</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">¿Cruzarán sus luces el infinito?</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">¿Tal vez tocarán los cielos?</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">No sé.</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">¡Nadie en el entorno</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">lo ha sabido!</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">Sólo en algo</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">todos concuerdan:</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">¡Son ojos que no miran,</span></strong><br />
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;">más bien sueñan!</span></strong></div>
<strong><span style="color: #000099; font-size: 19px;"></span></strong></div>
<br style="background-color: #66bb33; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif;" />
<div style="background-color: #66bb33; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;"><strong><span style="color: #000099;"><span style="color: black;">by panchito</span></span></strong></span></div>
<div>
<span style="font-size: xx-small;"><strong><span style="color: #000099;"><span style="color: black;"><br /></span></span></strong></span></div>
</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8717382912642623494.post-15981213673683736902013-05-29T22:35:00.004-05:002013-05-29T22:35:58.607-05:00LA JORNADA: Lea los suplementos de este magnífico diario mexicano (may 29 2013)<div style="text-align: center;">
Miércoles 29 de mayo de 2013 </div>
<h1 class="seccion_titulo" style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;">Suplementos</span></h1>
<div align="center" id="suplementos">
<div class="suplemento">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/suplementos/semanal.php" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="La Jornada Semanal" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/05/26/semanal.png" width="200" /><br />
La Jornada Semanal</a><br />
</div>
<div class="suplemento">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2013/05/02/ls-cara.html" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="Letra S" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/05/02/letra.png" width="200" /><br />
Letra S</a><br />
</div>
<div class="suplemento">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2013/05/11/ojaportada.html" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="Ojarasca" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/05/11/ojarasca.png" width="200" /><br />
Ojarasca</a><br />
</div>
<div class="suplemento">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2013/05/18/delcampo.html" title="Ir al número más riente del suplemento"><img alt="La Jornada del Campo" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/05/18/delcampo.png" width="200" /><br />
La Jornada del Campo</a><br />
</div>
<div class="suplemento">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2013/05/27/eco-cara.html" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="La Jornada Ecológica" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/05/27/ecologica.png" width="200" /><br />
La Jornada Ecológica</a><br />
</div>
<div class="suplemento">
<a href="http://aldeaglobal.jornada.com.mx/" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="Aldea Global" height="260" src="http://www.jornada.unam.mx/2013/05/13/aldeaglobal.png" width="200" /><br />
Aldea Global</a><br />
</div>
<div class="suplemento">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2012/11/03/cuadernos.html" title="Ir al número más riente del suplemento"><img alt="Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano" src="http://www.jornada.unam.mx/2012/11/03/cuadernos.png" width="200" /><br />
Pensamiento Crítico Latinoamericano</a><br />
</div>
<div class="suplemento">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2010/02/18/feria.html" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="Feria del libro" src="http://www.jornada.unam.mx/2010/02/18/feria.png" width="200" /><br />
Feria Internacional del Libro</a><br />
</div>
<div class="suplemento">
<a href="http://www.jornada.unam.mx/2011/11/14/mineria.html" title="Ir al número más reciente del suplemento"><img alt="Mineria 500 años de saqueo" src="http://www.jornada.unam.mx/2011/11/14/mineria.png" width="200" /><br />
Minera 500 años de saqueo</a><br />
</div>
<div class="spacer">
</div>
<div class="spacer">
</div>
<a href="http://www.invdes.com.mx/" title="Ir al sitio de Investigación y Desarrollo"><img alt="Investigación y Desarrollo" border="1" height="60" src="http://www.jornada.unam.mx/suplementos/investigacion.png" width="468" /></a><br />
</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/14905933352480360380noreply@blogger.com0