HOLA, DISFRUTA DE DIFERENTES MANERAS TU PÁGINA DE "LA UNIDAD MORELOS":
martes, 20 de noviembre de 2012
jueves, 15 de noviembre de 2012
FESTIVAL EN APOYO A LOS RARÁMURI
“PANCHITO FEST 2012”
FESTIVAL
ARTÍSTICO-MUSICAL EN APOYO A LA NACIÓN RARÁMURI (TARAHUMARAS)
CONCIERTO DE
SKA-ROCK-REGGAE CON LA PARTICIPACIÓN ESTELAR DE:
“LOS VICTORIOS” (SKA)
ALTERNANDO CON:
“MARÍA CANTÚ” (SKA)
“GUANTE BLANCO” (SKA FUSSION)
Y LA PARTICIPACIÓN DE
LAS BANDAS LOCALES:
DYNAMIS (METAL)
LOS FUCKERS (PUNK ROCK)
HEAR ME (PUNK ROCK)
SUICIDE BECOMES TREPANATION (HARDCORE)
OPEN MIND (FUSSION)
NATURAL SOUL GANJA (REGGAE)
HORARIO DEL CONCIERTO:
5 PM A 11 PM
ADEMÁS:
CONCURSO DE PATINETAS (12 DEL DÍA)
CONCURSO DE GRAFITTI CON EL TEMA: “LOS RARÁMURI Y 500
AÑOS DE RESISTENCIA (12 DEL DÍA)
VARIETÉ DU CIRQUE “A TODOS SE NOS CAE”: MALABARISMO
POIS DU FIRE: ESPECTÁCULO CON FUEGO Y
MALABARISMO
PARKOUR
EXPOSICIÓN Y VENTA DE ARTESANÍAS
ALGO
MUY IMPORTANTE: DURANTE EL EVENTO SE ESTARÁ RECIBIENDO APOYO PARA LA COMUNIDAD RARÁMURI
(TARAHUMARAS) POR LA HAMBRUNA E INCLEMENTE FRÍO QUE ESTÁN SUFRIENDO:
COBERTORES, SUÉTERES, ARROZ, FRIJOL, MAÍZ.
LUGAR: ZÓCALO DE JOJUTLA FECHA: 1
DE DICIEMBRE ENTRADA:
GRATUITA
NOTA: NO SE PERMITIRÁ EL CONSUMO DE BEBIDAS EMBRIAGANTES
¡NO TE LO PUEDES PERDER!
sábado, 10 de noviembre de 2012
¿EN VERDAD HUBO UNA PRIMAVERA ÁRABE?
copiado de ALDEA GLOBAL http://aldeaglobal.jornada.com.mx
LA PRIMAVERA ARABE: ESPEJISMOS Y REALIDADES
JORGE EDUARDO NAVARRETE. Colaborador de Opinión de La Jornada
EGIPTO, Un joven toca la cabeza de
ganado en una tienda de El Cairo durante el Festival de Corban, que
tiene gran importancia para los musulmanes, que así muestran su fe y
obediencia hacia Alá
No se requiere invocar a
Deng Xiaoping –a quien célebre pero quizá falsamente se atribuye el argumento
de que es aún demasiado pronto para ofrecer un veredicto histórico sobre la
Revolución francesa– para afirmar que el lapso transcurrido desde el inicio de
la “primavera árabe”, aún inferior a 24 meses, no brinda espacio para balance
definitivo alguno. Entendamos por primavera árabe –a pesar de lo inapropiado de
la etiqueta– al conjunto de convulsiones que, a partir de finales de 2010 e
inicios de 2011, ha venido alterando la orografía política de Noráfrica y otras
subregiones del mundo moro. Limitemos este examen a cuatro naciones del litoral
mediterráneo sudoriental para evitar extraviarnos en laberintos todavía menos
irresolubles, sin excluir algunas referencias a otras del vecindario.
Concentremos el enfoque en los rasgos mayores de la evolución política, sin
ignorar por completo desarrollos de interés en la economía y las finanzas.
Sopesemos la influencia de actores y factores externos, en ocasiones
determinantes. Y, sobre todo, resistamos la tentación de ofrecer juicios con
apariencia de definitividad.
Primero, Túnez
A partir de un acto extremo de protesta
individual –la inmolación de Muhammad Bouazizi, un joven profesional cercado
por el desempleo y la desesperanza– se inició una insurrección popular
pluriclasista que, apoyada en los medios electrónicos de comunicación y
contacto, echó del poder a un régimen que intentó en vano reprimir, resucitar
viejas promesas y proceder a cambios cosméticos, para terminar enfrentado a su
inviabilidad histórica, tras un cuarto de siglo de dominio absoluto. El
ejército, al negarse a llevar demasiado lejos la represión, fue determinante
del primer desenlace: la fuga del déspota. Escribía lo anterior en enero de
2011, 1 y agregaba: Todos los análisis de la insurrección tunecina señalan la
corrupción como una de sus mayores causas. Se divulgaron curiosidades
picarescas para las que, a primera vista, se antoja difícil encontrar
equivalentes en otras latitudes, aunque si se piensa dos veces resulta que no
tanto. 2
Tras la huída de Zine
el-Abidine Ben Alí a la Arabia feliz, se instaló un gobierno provisional bajo
cuyo mandato el ex dictador fue juzgado y sentenciado in absentia a 35 años de
prisión. Además, se organizó y realizó, en octubre de 2011, la elección de una
Asamblea Nacional Constituyente, que designó un gobierno provisional. Ante la
extrema dispersión de las fuerzas políticas, traducida en más de un centenar de
partidos políticos, fue notable que predominasen posiciones moderadas.
Compitieron partidos de afiliación religiosa y seculares. El primero de los
islámicos –Nahda (Despertar)– obtuvo la jefatura de gobierno y al secular
Congrés pour la République (Congreso por la Rerpública) correspondió la
presidencia. Los partidos de mejor desempeño fueron los más distantes de las
fuerzas políticas que dominaron la escena durante el periodo previo y sus plataformas
se centraron en el combate a la corrupción y la creación de empleos: el factor
decisivo para la estabilidad. La notable
transformación política se produjo en un ambiente de dislocación económica,
influida también por los acontecimientos de la vecina Libia, que desembocó en
una caída de 2.1 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2011, con leve
mejoría en el año en curso y mejor perspectiva para los tres siguientes. Se
pensaba que la Constitución debería estar terminada en octubre de 2012, lo que
permitiría celebrar, a más tardar a mediados de 2013, elecciones presidenciales
y parlamentarias. Ahora no se descartan, dadas las difíciles cuestiones aún
pendientes, demoras de hasta un año en este calendario. El rumbo, con todo, es
alentador.
Segundo, Egipto
Fue la revolución de la Plaza Tahrir la que
en realidad capturó la imaginación mundial y cimentó la noción de una
“primavera árabe”. En la superficie, siguió de cerca el modelo tunecino:
movilización popular, no violencia, pluralidad, participación juvenil, uso de
tecnologías de información y comunicación, ejercicio de la libertad. La
reacción oficial fue más dura, con casi un millar de víctimas. Tras 30 años en
el poder, Hosni Mubarak se aferró al mismo por 15 días frentea la oleada de manifestaciones.
Tuvo tiempo de diseñar una estructura para la transición dominada por la cúpula
militar que sostuvo a su régimen y que ha resultado el mayor obstáculo para la
expresión y consolidación de la voluntad popular de cambio democrático. A pesar
de los obstáculos erigidos por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y por
la Corte Constitucional, dominada por intereses ligados al gobierno depuesto,
fue imposible no reconocer la victoria de la Hermandad Musulmana, proscrita
desde 1954, y de su candidato de transacción, Mohammed Morsi, en la segunda
vuelta de la elección presidencial en junio de 2012, en la que derrotó a Ahmed
Shaquif, general y último primer ministro de Mubarak. Año y medio después, la
“primavera” parecía florecer. Empero, la Corte declaró nula la elección
legislativa, ganada también por la Hermandad y fuerzas políticas afines. El
presidente Morsi arriesgó un enfrentamiento directo con el Consejo, al forzar
el retiro de algunos de los mandos militares más prominentes. Se está ahora en
espera de la conclusión y aprobación de una nueva Constitución, seguida de la
reposición, parcial o total, de la elección de la legislatura.
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