Reprimen a 24 en Jojutla
Escrito por Hugo Barberi
Lunes, 12 de Mayo de 2008 00:00
Aunque sin querer, el presidente municipal de Jojutla, Alberto Cabrera Díaz, expuso como un fundamento certero, evidentemente justo, pero no creíble, que el despido de 24 trabajadores de su ayuntamiento se debió a un proyecto de reajuste de plazas para ayudar a sanear las finanzas municipales y por fin hacer obra pública necesaria, el caso es que ante la opinión pública exhibió a su administración como represiva y con falta de tacto.Usó pues, afirman los afectados, las tácticas anticuadas de represión que en su momento hicieran famoso al PRI para controlar a su tan querido pueblo que lo mantuvo en el poder por décadas.De ser cierto lo dicho por el edil Cabrera, y de ser justa la medida, se podrá ver en breve, después de la salida de 30 trabajadores de confianza. Aún así, los más perjudicados seguirían siendo los primeros 24 despedidos.Pero, por qué no es creíble la versión del edil; pues resulta que no ha desmentido que él mismo les advirtió a esos 24 trabajadores del ayuntamiento que no se integraran a un nuevo sindicato y resulta que coincidentemente cuando lo hacen, el jurídico les dice que por órdenes estrictas del alcalde quedaban despedidos. Por cierto, todo se hizo en forma verbal.Otro punto importante, es que el mismo edil informó en entrevista con este medio, que los próximos a salir son 30, pero trabajadores de confianza y que posteriormente “se evaluará”, es decir, puede ser que no, la salida de 10 ó 15 más, de los que ya no precisa si serán sindicalizados. Pero, aunque lo fueran vendrían siendo casi la mitad de los que corrió, y si no, peor aún.En esta encrucijada se encuentra ahora el edil Cabrera, quien con ese tino parece que sigue recibiendo la asesoría de Fidel Demédicis Hidalgo.Es casi un hecho que integre a su equipo a Leonel Crespo Camacho, uno de sus principales contrarios en las corrientes locales perredistas. Lo admirable del caso, es que lo tendría como uno de los más cercanos, de confianza, en la secretaría municipal, sustituiría a Roberto Melgar Arteaga, para que éste inicie su campaña por la presidencia municipal.Parece cosa de Nicolás Maquiavelo, emplear a los contras para tenerlos cerca, vigilarlos, ya que éste siempre tendrá como meta demostrar que le es fiel; a ver si no se topa con pared, puesto que con los demás que lo han rodeado fácilmente le pueden hacer un motín. Es obvio, pues ya hicieron berrinche por esta decisión del edil, derivada del reacomodo de fuerzas perredistas, luego de las elecciones internas.En fin, sucede que el tema da para mucho, pues en un programa de radio, mencionó que realmente estaba convencido que se tendrían más recursos para realizar obra pública, a partir del ahorro que generaría con el despido de gente, incluso, refiere que tendrían un ahorro de hasta 400 mil pesos (se entiende quincenales), pero todo mundo sabe que para hacerle justicia al indio tienen que predicar con el ejemplo, si no los indios cómo le vamos a creer; si de veras el cabildo quiere tener un ahorro, que se bajen los sueldos onerosos que reciben los funcionarios.Pura cañaUna vez más se comprobó que la actividad del narco ha estado tan vigente como en los viejos tiempos del carrilloleísmo, cuando fue acribillado a tiros, delante de su hija, a plena luz del día y siendo ayudante municipal de Tehuixtla, Rodolfo Benítez Figueroa. Curiosamente, los mafiosos que se agarraron a balazos al estilo americano, o de los Almada, con policías federales, tomaron el rumbo de Tehuixtla, donde llevan casi dos décadas las denuncias y los secretos a voces de la presencia del narco, pero gobiernos van y vienen y no pasa nada. Me recuerdan al policía que quiere llegar a viejo. Otra lectura del enfrentamiento es la deficiente capacitación de las fuerzas federales, pues en cada enfrentamiento salen con más bajas; si realmente hay una guerra oficial contra el narco, la van perdiendo. No les sirve de nada la ferocidad con la que actúan cuando terminan los balazos, de la cual dan cuenta los vecinos de la comunidad indígena de Xoxocotla y uno de los detenidos, a uno de ellos le dieron una golpiza tal que le arrancaron los dientes, por lo menos tres encontramos en lo que fue el charco de un lago hemático que quedó al final de la tragedia que se vivió en este lugar, mismo al que le pasaban encima pisándole la cabeza y pateándolo a cada momento como pudimos apreciarlo algunos reporteros que cubrimos el evento. A ver cuándo se le da fin a este cáncer social.
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