lunes, 17 de septiembre de 2007
viernes, 14 de septiembre de 2007
miércoles, 12 de septiembre de 2007
sábado, 8 de septiembre de 2007
FELICIDADES, ENRIQUE...
FESTEJANDO EL CUMPLEAÑOS DE ENRIQUE, MEJOR CONOCIDO COMO "EL HIEDE".
FELICIDADES, ENRIQUE!!!!!!!!!!!!!!!!
viernes, 7 de septiembre de 2007
miércoles, 5 de septiembre de 2007
martes, 4 de septiembre de 2007
lunes, 3 de septiembre de 2007
domingo, 2 de septiembre de 2007
EDITORIAL DE "LA JORNADA"
La invención de un país
Ayer, minutos antes de que en la tribuna de San Lázaro Felipe Calderón Hinojosa convocara al diálogo al Poder Legislativo, alguien, en Televisa, Tv Azteca, o en el centro televisivo de la Presidencia de la República (Cepropie), censuró y dejó fuera de la cadena nacional la intervención previa de la titular de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, en la que la diputada perredista declinó recibir el informe de manos de Calderón y encomendó la tarea al vicepresidente, Cristian Castaño. Este hecho, la mordaza televisiva a la figura más importante del Congreso en el momento actual, ilustra con alarmante precisión el divorcio entre realidades y palabras que caracteriza a la actual administración, al conjunto de la institucionalidad política y al grupo gobernante, que incluye a Televisa y a Cepropie. En las semanas previas al trámite constitucional de ayer, el Ejecutivo federal pidió insistentemente “civilidad” a las bancadas opositoras a fin de permitirle a Calderón que así fuera la entrega del Informe escrito en el salón de plenos de San Lázaro; pero en cuestión de horas, el precario acuerdo logrado para este fin fue violentado por el círculo presidencial, en lo que constituye un gesto más elocuente que cualquier discurso posible.
Más allá de este episodio vergonzoso y ominoso, la administración que encabeza Felipe Calderón Hinojosa entra en su décimo mes sin haber logrado formular una política económica coherente, una política social perceptible, estrategias convincentes de seguridad nacional y pública, lineamientos de política exterior que vayan más allá de la sumisión a Washington y de la restauración de meras formalidades diplomáticas con los gobiernos con los que se enemistó Vicente Fox, una política a secas que supere la fractura nacional creada por el turbio proceso electoral del que emanó el actual gobierno. Sería injusto, sin duda, atribuir al grupo que actualmente detenta el poder la culpa del conjunto de los problemas nacionales, pero a este mismo grupo le corresponde, en cambio, la responsabilidad por la ausencia de perspectivas para empezar a resolverlos y una desesperanza y una frustración que hasta ahora solían generalizarse en los fines de sexenio, no en los arranques de una nueva administración.
Hasta los grupos de poder económico que contribuyeron en forma decisiva al triunfo, legítimo o no, de Calderón, muestran ahora su disgusto por la falta de un rumbo claro en materia económica. El campo es un hervidero de inconformidades y el Ejecutivo federal ha logrado imponer a los asalariados reformas –como la del ISSSTE, ya consumada, y la del IMSS, que viene en camino– que tal vez resulten atinadas en el contexto de una economía desarrollada, pero que en la circunstancia salarial mexicana son, en el mejor de los casos, improcedentes, y en el peor, un nuevo agravio a la economía de los más desfavorecidos; de cualquier forma, los cambios legales pierden sustancia ante la persistencia de un sector informal que tiende a convertir en minoritaria la situación de los asalariados regulares.
Los golpes mediáticos iniciales en el ámbito de la seguridad pública y de la aplicación de la ley no han producido una merma apreciable en la actividad de los grupos delictivos; en cambio, hundieron en la zozobra a regiones enteras del país y dieron pie a un exasperante incremento de las violaciones a los derechos humanos. La indebida utilización del Ejército en el combate al narcotráfico pone a la institución armada ante los riesgos de la corrupción y del desprestigio ante los habitantes de las zonas de despliegue. Paradójicamente, las cifras sobre decomisos, erradicación de plantíos y detenciones de presuntos delincuentes –un pasaje rutinario en los informes presidenciales de las últimas décadas– confirman que el trasiego ilegal de estupefacientes sigue operando sin novedad en el país.
Un aspecto particularmente revelador del documento entregado ayer por Calderón Hinojosa al Poder Legislativo es el capítulo sobre derechos humanos: 22 párrafos y mil 157 palabras que no mencionan la preocupación e incluso la alarma de los organismos nacionales e internacionales ante el marcado deterioro de las garantías individuales en nuestro país ni las duras críticas formuladas recientemente por Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional, en su visita a México, ni la única mención positiva sobre México formulada por Human Rights Watch, que se refiere a la despenalización del aborto en la ciudad de México, a la cual se opone el gobierno federal por voz del propio Calderón y por medio de una impugnación legal iniciada por la Procuraduría General de la República. Nada se informa –porque no hay nada que informar– sobre actos de procuración de justicia para las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en las postrimerías del sexenio anterior en el estado de México (Texcoco-Atenco) y Oaxaca o para los atropellos perpetrados durante el actual en la segunda de esas entidades.
El primer Informe de Calderón tampoco despeja las generalizadas sospechas por el dudoso manejo gubernamental de la suma multimillonaria decomisada en efectivo al presunto narcotraficante Zhenli Ye Gon, un caso en el que las autoridades mexicanas han incurrido, de acuerdo con especialistas, en algo que se parece mucho al lavado de dinero.
Ante la falta de resultados positivos reales sobre los cuales informar, resulta obligado preguntarse el propósito presidencial de empeñarse en usar, ayer, la tribuna legislativa, cosa que finalmente no sucedió. La respuesta inevitable es que se buscaba ocupar, ya fuera por mera inercia o por consejo de los mercadólogos de Los Pinos, un espacio mediático, el mismo que será construido esta mañana en Palacio Nacional, en un remedo espectral –por el espectro radioeléctrico que será su principal escenario– de las ceremonias faraónicas que tenían lugar con motivo de los viejos informes presidencialistas.
A pesar de los augurios de un encuentro tormentoso en San Lázaro entre Calderón Hinojosa y los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP), ayer por la tarde, en la inauguración del periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, el titular del Ejecutivo federal pudo, a fin de cuentas, cumplir sin cortapisas con lo que hoy en día no es más que un trámite constitucional; diputados y senadores de la oposición encontraron, por su parte, la manera de negarle el reconocimiento por un recurso simple: ausentarse del salón de plenos. En un recinto legislativo sometido a la censura televisiva oficial, pero sin desmanes ni desfiguros –los diputados del PAN, hay que recordarlo, protagonizaron la más reciente toma de la tribuna, horas antes de la lamentable toma de posesión del propio Calderón– se mostró que los buenos modales de la oposición no pueden sustituir a la política ni ocultar la parálisis institucional ni remediar, por sí mismos, la grave fractura nacional generada por el proceso electoral del año pasado; se hizo evidente, en suma, que el problema central de esta administración sigue siendo, como hace nueve meses, su déficit de legitimidad.
Los funcionarios del IFE y del tribunal electoral que hoy están en la picota habrían podido ahorrarle esta situación catastrófica al país y a la Presidencia si hubiesen accedido a limpiar de dudas e impugnaciones la elección y a contar los sufragios uno por uno. Así de grave fue su irresponsabilidad. Por lo que respecta a Calderón, es claro que su primer Informe es un impulso adicional al desencanto, toda vez que, a falta de resultados en estos primeros nueve meses en el cargo, ha echado mano de lo que su antecesor practicó de manera intensiva: la invención de un país.
LEONARDO DA VINCI
Héctor Ceballos Garibay
El Renacimiento, durante los siglos XV y XVI, produjo una de las más gloriosas y radicales transformaciones de la sociedad y la cultura en la historia de la humanidad; fue, además, el origen y el despliegue incontenible de la modernidad capitalista europea, con toda su inmensa cauda de secuelas oscuras y luminosas. Se trató, entonces, de una revolución ideológica, estética y moral que presupuso un parteaguas frente al universo católico y místico, teocéntrico y dogmático, pasivo y especulativo, que había prevalecido durante la era medieval.
Esta contundente afirmación, a diferencia del consabido planteamiento apologético, típico de la historiografía europea decimonónica (Buckardt, Symonds, Michelet, etcétera), no implica le errónea subestimación de las enormes aportaciones artísticas y literarias que, no obstante las terribles desigualdades sociales inherentes a la explotación feudal, acontecieron a lo largo de la Edad Media. Nos referimos, por citar algunos ejemplos, a los monasterios románicos, los mosaicos bizantinos, las catedrales góticas, las festividades carnavalescas, así como a la riqueza oral y escrita dejada por los cantares de gesta, los trovadores populares, la poesía amorosa (tanto la provenzal como la de Petrarca) y ciertos relatos como El Decamerón y Los cuentos de Canterbury que, debido a su peculiar estilo prosístico y a la visión crítica de la realidad, prefiguraron la narrativa moderna. Pero aun reconociendo el polifacético y nutricio legado del medioevo, también es cierto que el Renacimiento no sólo fue un retorno y una reivindicación de los valores éticos y estéticos de la Antigüedad (propiciada por los sabios bizantinos llegados a Italia después de la toma de Constantinopla, por las traducciones e interpretaciones humanistas de los textos clásicos griegos y latinos, por los descubrimientos arqueológicos, etcétera), sino que además derivó en la fundación de una cosmovisión sustentada en principios absolutamente novedosos, como el antropocentrismo laico, el individualismo burgués y la expansión de ese círculo virtuoso constituido por la simbiosis entre la experiencia empírica y el método racional, es decir, por la dialéctica entre la filosofía, la ciencia y la tecnología.
Desde esta perspectiva y sólo de cara al enorme dinamismo y desarrollo de la naciente sociedad capitalista, no hay duda de que el período medieval fue un modo de vida generalmente determinado por un conjunto de variables que muestran su faz más oprobiosa y oscurantista: la poca o nula movilidad social (los campesinos permanecían atados a sus feudos), el predominio de una ideología sectaria e inmutable que discriminaba a los plebeyos y enaltecía a la aristocracia, el estancamiento general de las fuerzas productivas, el autoritarismo inquisitorial de la Iglesia católica (cuyo férreo y dogmático adoctrinamiento obstaculizaba el avance del pensamiento racionalista), el despotismo político y belicista de las monarquías y el papado, etcétera. Todos ellos factores retardatarios que sólo muy lentamente, a partir del siglo xi y durante el largo proceso de transición del feudalismo al capitalismo, comenzaron a modificarse sustancialmente gracias a hitos históricos tan importantes como: la proliferación del comercio, el crecimiento demográfico de las ciudades, la utilización generalizada del dinero y los bancos, y ya en los albores de la Edad Moderna, debido a los inventos científicos y a los descubrimientos geográficos. Durante esta paulatina disolución de la sociedad feudal y de la dogmática cristiana, el humanismo renacentista, en tanto que transmutación radical de la vieja ideología e invención de un inédito imaginario social en Europa, cumplió un papel estelar de trascendentales consecuencias para la génesis de la modernidad.
LA CONCEPCIÓN ANTROPOCÉNTRICA
Coitus, Estudio anatómico
Si en el transcurso del medioevo el hombre siempre estuvo subordinado a Dios y fue apenas un simple súbdito de la opresiva burocracia eclesiástica, durante el Renacimiento, por el contrario, el individuo comenzó paulatinamente a adquirir autonomía como ciudadano, como sujeto libre e independiente y sobre todo como un ser pensante que ya no dependía ni de los designios inescrutables de la divinidad, ni se encontraba determinado por un destino fatal cuyo sendero estuviera marcado por los astros o por determinadas circunstancias sobrenaturales. La secularización humanista comenzó así, nadando contra la corriente, su curso ascendente, que luego sería imparable a lo largo de las siguientes centurias, no obstante los esfuerzos represivos de la Santa Inquisición, los afanes impositivos de la Contrarreforma y las matanzas entre protestantes y católicos. A la postre, la propagación del pensamiento empírico y racionalista, aunado al auge de la técnica y la ciencia, se retroalimentaron en virtud de la feliz confluencia de la propia crisis institucional de la Iglesia católica (la corrupción del alto clero, las luchas internas de poder, la irracionalidad inherente a sus mitos fundacionales: la Santa Trinidad, la Inmaculada Concepción, etcétera.) y la obra crítica y desmitificadora de genios de la talla de Erasmo, Giordano Bruno, Galileo, Copérnico, Bacon, Descartes, Leibniz, Servet, Montaigne, y muchos otros que contribuyeron con sus aportaciones teóricas y experimentales a socavar las bases del pensamiento mítico y mágico. Además de estos filósofos y científicos, los literatos y artistas humanistas igualmente tuvieron un desempeño de capital importancia para la construcción de un discurso a favor del libre albedrío, en pro de la separación de la fe religiosa respecto de la razón crítica, proclive al cuestionamiento de los dogmas y supersticiones religiosas, y en apoyo de la reivindicación de los derechos y las libertades del hombre. Así las cosas, este largo proceso sociohistórico que condujo venturosamente hacia el “atrévete a saber” kantiano, epítome de la Ilustración, le debe mucho a las aportaciones temáticas y estéticas de autores clásicos como Cervantes, Rabelais, Molière, Shakespeare, etcétera. Asimismo, tampoco puede prescindirse del legado humanista que nos brindaron los grandes artistas renacentistas de los albores del mundo moderno: Leonardo, Rafael, Miguel Ángel, Durero, Tiziano y tantos otros. En este sentido, tal como se comprueba en la biografía de los grandes pintores, fueron los avances científicos en el estudio del cuerpo humano (a partir de la profanación y disección de cadáveres, tan penalizados por la Iglesia), en el uso de los pigmentos y el óleo, así como en la aplicación de los conocimientos derivados de la óptica, los elementos que más contribuyeron en esta época al desarrollo portentoso de las artes plásticas en general y de la pintura en particular. Gracias a todo ello, durante el Renacimiento emergió una forma innovadora y originalísima de inventar y plasmar estéticamente el mundo interior y el exterior; se trató de conquistas pictóricas como el creciente realismo de las figuras, la caracterización psicológica de los rostros, la identificación de los personajes a través del retrato y el autorretrato, la recreación minuciosa del paisaje, el dinamismo y la perspectiva al momento de configurar los escenarios, y la precisión naturalista a la hora de reproducir el ambiente, los atuendos y la atmósfera del cuadro. En otras palabras, tal como resultó evidente en el caso paradigmático de Leonardo, el saber técnico y científico recién conquistado se puso de manera elocuente a disposición de la creación artística.
A partir de la epopeya cultural que se vivió durante el Quattrocento en Florencia, una época en donde coincidió un número inigualable de figuras conspicuas (ni en la Atenas de Pericles ni en la Roma de Augusto hubo semejante cantidad de talentos reunidos; nos referimos a personajes que destacaron en la ciencia, la política y las artes, como Lorenzo el Magnífico, Marsilio Ficino, Poliziano, Alberti, Toscanelli, Maquiavelo, Pico della Mirandola, Donatello, Fra Angélico, Uccello, Filippo Lippi, Brunelleschi, Verrocchio, Pollaiuolo, Botticelli, Ghirlandaio, Miguel Ángel y el propio Leonardo), el hombre apareció por primera vez como un ente autónomo, dueño de sí mismo, capaz de expresar sentimientos, pasiones e inteligencia, es decir, pleno de voluntad de poder . Este avance conceptual se constituyó en la base misma del humanismo renacentista, una transformación estética y moral que, a través de un largo proceso de secularización religiosa y política (la importantísima separación de la Iglesia respecto del Estado), sentaría paulatinamente sus reales en la mayor parte del continente europeo. Desde entonces, tanto en el plano filosófico y científico como en el terreno de la representación artística, el individuo no sólo manifestó una psicología peculiar en el conjunto de sus acciones y a lo largo de su vida, sino que también mostró una determinada capacidad de elección y decisión que revelaron su peculiar tendencia a la superación frente a cualquier circunstancia histórica o social que lo hubiera condicionado desde su nacimiento. Surgió así la idea axial del libre albedrío , la victoria final de la virtud y las potencialidades humanas sobre el determinismo y el fatalismo, la convicción de que gracias a su temple personal, los hombres construyen en lo fundamental los meandros de su propio destino. En otras palabras, el porvenir de los sujetos, no obstante estar sometido a condicionamientos varios y a veces férreos (sociales, genéticos, geográficos y culturales), depende en última instancia de la facultad de cada cual para forjar los derroteros de su existencia, todo ello a pesar y al margen de los dogmas religiosos, míticos y mágicos que hayan propagado las distintas sociedades. A la postre, gracias a este largo y conflictivo proceso de laicización y secularización de la vida social y del pensamiento filosófico, los pueblos de la Europa occidental arribaron a la idea revolucionaria del hombre como un fin en sí mismo . Esta concepción fue de tanta trascendencia que, sin duda, con ella se inauguró el nuevo espíritu fáustico de la humanidad: el deseo de alcanzar la totalidad, la búsqueda insaciable de conocimientos, el afán de dominar a la naturaleza, y la certidumbre sobre la capacidad creativa (y destructiva) del individuo; semejante ambición derivaría finalmente en esa cuota inextinguible de grandeza y tragedia que desde entonces le es intrínseca a la condición moderna del hombre.
EL LEGADO HUMANISTA DE LEONARDO
Mona Lisa, representación en stencil callejero de la obra de Leonardo da Vinci por Bansky
Quizá ningún genio, ni siquiera el también polifacético Goethe, represente de manera tan exacta como Leonardo esa noción del Hombre universal que nació y se propaló a partir del Renacimiento europeo. Nos referimos a un individuo no sólo excepcional en lo concerniente a su talento como artista, caso equiparable en este sentido a pintores como Velásquez, Rembrandt o Goya, sino que además poseía una cualidad muy suya y sin parangón en la historia de las grandes personalidades de todos los tiempos: la enorme diversidad de oficios que podía desempeñar con una destreza que fue elogiada por sus contemporáneos y que aún hoy, muchos siglos después, sigue despertando una admiración generalizada, suprema y perenne. En efecto, una vez que mostró ese don superlativo para ejercer disciplinas tan complejas y diversas como la anatomía, la zoología, la arquitectura, la botánica, la ingeniería militar, la aerodinámica, la escenografía, la hidrografía, la mecánica, la música, la óptica, la astronomía, la robótica, la viticultura, el diseño urbanista, etcétera, además de su absoluta genialidad como pintor, Leonardo se convirtió en el paradigma por excelencia de la sabiduría humana universal. Esta suma de capacidades se vuelve todavía más sorprendente y ejemplar de cara a la condición postmoderna del hombre actual: un individuo educado en la especialización y parcialización del conocimiento, subsumido en el asfixiante universo tecnocrático, sometido a la manipulación ideológica y política en aras de un “pensamiento único”, asediado por la burocratización creciente de las instituciones, deformado por un sistema de vida consumista y despilfarrador, carcomido por el analfabetismo funcional y el auge de las nuevas formas de enajenación religiosa y esotérica, y condicionado cada vez más por el círculo vicioso conformado por la intolerancia (racial, étnica, religiosa, política, sexual) y el fanatismo terrorista.
Leonardo, con su quehacer teórico y práctico, contribuyó al nacimiento de ese ideal humanista que por primera vez apeló a la integración armónica de la ciencia, la filosofía, la poesía, el arte y la destreza individual en el desempeño de los oficios manuales. Hay aquí, en el legado sin par de este artista, la mejor expresión de una dialéctica entre el cuerpo y la mente, el saber manual y el saber intelectual, la práctica y la deducción racional, y, sobre todo, entre el amor a la naturaleza y la pasión por el conocimiento. El espíritu científico, caracterizado por la duda metódica, la indagación empírica, la comprobación experimental, la teorización abstracta y la permanente actualización de los conocimientos, se puso por fin y de manera emblemática como la clave de la sabiduría humana, como la base y la esencia de la superación y el desarrollo civilizatorios. Por eso, ya se trate del humanismo renacentista o del paradigma educativo y filosófico que hoy resulta necesario y urgente reivindicar en el siglo xxi , debe insistirse en que, amén de su portentosa herencia artística, lo fundamental de la praxis humanista leonardina reside en la búsqueda de un saber que sea al mismo tiempo integral e infinito, cierto y relativo, perecedero y perfectible.
Estudio de la cabeza de Leda
A diferencia del tipo peculiar de saber científico que se desplegaría rápidamente y en forma incontenible desde el siglo xviii en Europa y América del Norte (un método racionalista en extremo, calculador, frío, depredador, avasallante, el cual, durante las dos centurias pasadas, se expandiría por todo el orbe y desembocaría en la robotización y la enajenación creciente de los individuos), en el caso particular de Leonardo se prefiguró un tipo de saber y de práctica humanista caracterizados por el respeto a la naturaleza y la búsqueda de una conjugación virtuosa entre el sujeto y el objeto de conocimiento. Desgraciadamente, dicha manera de concebir el quehacer científico no sólo acabó siendo un proyecto inconcluso, sino que a la postre adquirió un rumbo distinto y ajeno al esbozado durante el primer Renacimiento. Nos referimos a la comprobación actual de la manera sesgada e instrumental como ya fuera en el uso de las tecnologías o en la práctica de las ciencias naturales y sociales emergentes, la razón científica se expandió y aplicó en función del ejercicio puro y espurio del poder. En otras palabras, el saber racional se convirtió en el sustento de la hegemonía política, económica y cultural de las élites, propiciando con ello la supeditación del saber al poder. Cierto: la deshumanización del conocimiento ocurrió a partir de las necesidades de la guerra militar entre los Estados y las clases, en el contexto de la dominación imperialista y el exterminio de los pueblos subdesarrollados, y sobre la base de la explotación inmisericorde de los trabajadores urbanos que se incorporaban masivamente a la era de la Revolución industrial y el maquinismo. Así las cosas, el saber científico y racional poco a poco se fue subsumiendo a las nuevas formas de la dominación tecnocrática en ascenso y a la búsqueda del lucro y la ganancia por parte de las élites hegemónicas; surgió así, de manera irreversible e impositiva, el nuevo modo de vida capitalista que en el decurso de la modernidad se expandió por doquier. Este convulso proceso histórico explica por qué la vertiente humanista de Leonardo, Alberti, Erasmo, Giordano Bruno, Montaigne, etcétera, fue sustituida por una concepción utilitarista basada en la sobreestimación del poderío técnico y en la dilapidación de los recursos naturales, lo cual ahora es posible constatar, a manera de una de sus muchas consecuencias funestas, en el inconmensurable ecocidio que sufre el planeta. Por el contrario, la ruta que marcaba la perspectiva integral y dialéctica de Leonardo establecía que la génesis del conocimiento humanista debía basarse en el estudio y el amor a la naturaleza, y no en la dominación y la extenuación de ésta; asimismo, la espiritualidad humana no tenía por qué disociarse del mundo material, ni el intelecto por qué predominar sobre la sensibilidad. Del humanismo de Leonardo se desprende una conclusión que hoy en día puede servirnos como sustento de la crítica de la razón instrumental: el terrible error que ha cometido la ciencia positiva moderna (cuya eficacia trágica tiene a la bomba atómica como uno de sus mejores ejemplos) al ponerse al servicio del dominio de las élites de poder, y, para colmo de males, al separar tajantemente la esfera de la razón respecto de las sensaciones y las pasiones propias del individuo, rompiendo con ello la noción de una praxis simbiótica y totalizadora edificada en la interacción de la teoría y la práctica, la inteligencia y la sensualidad, la filosofía y el arte.
Autorretrato
Al igual que en su legado filosófico, en su imponderable aportación estética Leonardo reiteró esta misma concepción holista del arte y de la vida. Desde esta perspectiva, no hay duda de que el modelo por antonomasia del hombre renacentista es el del “cortesano”, ese célebre personaje de Baltasar Castiglioni capaz de reunir las cualidades de un individuo sabio, sensible, valiente, honorable y educado con esmero en los placeres de la mesa, la danza y la música. Esta búsqueda de la totalidad y de la armonía también se hizo presente en la obra artística del ilustre maestro florentino. En efecto, sus mejores pinturas ( La virgen de las rocas, La última cena, La Gioconda, El cartón de Burlington y el San Juan Bautista ) sintetizan los tres elementos fundamentales de la estética renacentista: el ideal de belleza (serenidad, equilibrio, espiritualidad, perfección anatómica), el apego fidedigno y experimental a la naturaleza, y la recreación expresionista de la personalidad de los sujetos (su carácter determinado y exclusivo, reflejado a la luz de los sentimientos y las emociones). Y al reinventar el canon estético de la época, Leonardo y sus afamados colegas afirmaron y confirmaron el novísimo papel que el artista renacentista comenzó a jugar durante estos albores de la modernidad en tanto que genio individual que, cada vez más, firmaba y vendía sus productos a manera de valiosas y codiciadas mercancías disputadas por los papas y los reyes, los mecenas y los aristócratas.
En su afanosa exploración estética en torno a la belleza, la interior y la exterior, la del alma humana y la de la naturaleza, Leonardo dejó un conjunto de contribuciones pictóricas de primer orden: el desarrollo de la perspectiva, el manejo innovador del claroscuro, la lograda composición piramidal de los grupos humanos, la audaz e imaginativa recreación de los paisajes naturales, la diestra plasmación del dinamismo corpóreo y anímico de las figuras, y, sobre todo, la aportación de la técnica del sfumato , por medio de la cual, al modelar sutilmente el juego de luces y sombras en las comisuras de los ojos y los labios, el pintor logró reproducir el halo misterioso de una sonrisa apenas insinuada y la verosimilitud palpitante de una mirada saturada de enigmas y coquetería. Es verdad que esta belleza sublime reflejada por la Gioconda y el Baco, por la Virgen y santa Ana, no pasó a ser ese modelo universal y eterno que imaginaba y anhelaba Leonardo, sobre todo después del ulterior nacimiento de perspectivas tan diversas y cambiantes como la representada por la “estética de lo feo” (que va desde la serie negra de Goya hasta la rica gama de corrientes expresionistas), a causa de las innovaciones radicales hechas durante el florecimiento de las vanguardias del siglo xx , y recientemente a partir de las aportaciones eclécticas del arte postmoderno. Sin embargo, a pesar de las mutaciones de la creación y la recepción estéticas, ningún crítico se atrevería hoy en día a cuestionar la genialidad inigualable y las aportaciones artísticas que nos heredó Leonardo.
A la luz de este paradigmático concepto de belleza tributado a la cultura universal por los maestros renacentistas es que se vuelve posible y necesario emprender, aquí y ahora, una última reivindicación del humanismo como modelo filosófico alternativo. Aludimos, siempre inspirados en el ejemplo luminoso de Leonardo, a la necesidad de criticar el actual proceso de degradación y manipulación de la percepción y el gusto estético de la gente, a la urgencia de repudiar la manipulación del pensamiento y la sensibilidad de las masas mediante los clichés consumistas que impone la mercadotecnia capitalista, y, de manera muy especial, a la importancia de cultivar una educación artística integral que se traduzca en la progresiva superación de ese abrumador “analfabetismo visual” que prolifera en la sociedad contemporánea.
INFORME DE GOBIERNO
El Cepropie “no estaba en tiempo”, justifica la Presidencia de la República
Los Pinos y tv censuran mensaje de la presidenta del Congreso
El PRD responsabiliza al Ejecutivo federal
Priístas y panistas exigen aclarar el “error”
CIRO PéREZ Y VíCTOR BALLINAS
La bancada del PRD en la Cámara de Diputados acusó a la Presidencia de la República de sacar del aire en las televisoras privadas el mensaje en que la presidenta de la mesa directiva, la perredista Ruth Zavaleta, explicó que en razón de la cuestionada legitimidad de Felipe Calderón abandonaba el salón de plenos para no recibir directamente el primer Informe de gobierno, y que transfería al panista Cristian Castaño, vicepresidente de este órgano, las facultades legales para hacerlo.
En ese momento, poco después de las 17 horas, se había transmitido ya en cadena nacional el inicio de la sesión de Congreso General y el mensaje del senador por Convergencia, Dante Delgado. Las cámaras enfocaban a la presidenta de la mesa directiva, quien haría uso de la palabra. En forma abrupta, las dos grandes televisoras privadas interrumpieron la señal y suplieron la imagen de Zavaleta con la de los conductores Diane Pérez y Ramón Fragoso, quienes sólo comentaron que la presidenta de la mesa se había retirado del salón de plenos y que su sitio sería ocupado por un vicepresidente, sin aclarar la razón de este hecho. Esta interrupción se dio a pesar de que el Canal del Congreso transmitía en cadena abierta y a disposición de todas las televisoras la señal en vivo del discurso de la perredista.
La imagen volvió a las pantallas de la televisión abierta, también de manera abrupta, en el momento en que Felipe Calderón ingresaba al salón de plenos y se dirigía a la tribuna.
“Si algo bueno tuvo hoy este Informe, pues la censura lo echa a perder. Hay que denunciarlo, no más abusos de la Presidencia, no más abusos del Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales (Cepropie), porque creo que los mexicanos tienen derecho a conocer todo. ¿Por qué nos salimos incluso todos los perredistas del salón de sesiones?, no lo pudieron conocer porque cortaron la señal de televisión, así manejada por Cepropie”, aseveró el vocero de la bancada del PRD, Luis Sánchez.
Este acto de censura al Congreso, agregó, representó el incumplimiento de un acuerdo verbal entre los coordinadores de las bancadas del PAN, Héctor Larios, y del PRD, Javier González Garza, quienes en las negociaciones para transitar este 1º de septiembre convinieron la transmisión, en cadena nacional, de la sesión de apertura del Congreso de la Unión.
“Desde el CEN del PAN exigimos que una cosa tan delicada como la ocurrida esta tarde (la censura al discurso de Zavaleta) sea aclarada. Aun si es un error técnico, es gravísimo. En el partido hemos sufrido tradicionalmente este tipo de cosas en coberturas, y es una falta de respeto al Poder Legislativo. La Cámara debió transmitir todo el acto, independientemente de lo que diga la presidenta, para garantizar la transparencia”, aseveró el legislador panista Gerardo Priego.
El también presidente de la comisión especial para dar seguimiento a las agresiones a periodistas, agregó que “es desafortunado que no se haya logrado la transmisión completa del programa. Yo creo que habrá que analizar qué pasó, qué fue, pero es insostenible, es algo que no se puede defender. Hay que analizarlo e investigarlo, porque tenemos que reiterar la exigencia del respeto a la presidenta de la mesa directiva”.
Héctor Larios se limitó a señalar que “fue un problema técnico”. En tanto, el diputado panista Cristian Castaño manifestó que no había sido enterado de ese incidente, y dijo que debe aclararse lo que sucedió.
El priísta José Murat consideró “lamentable que no haya habido cadena nacional para la transmisión del mensaje, como siempre ha acontecido; atenta al planteamiento del 1º de septiembre. Se debe revisar el asunto”.
El priísta Marco Antonio Bernal afirmó: es “grave” que las televisoras privadas no hayan transmitido el mensaje de la presidenta de la mesa directiva, quien representa la institucionalidad del Congreso. “A pesar de que el PRI no apoyó el acuerdo que tomaron PAN y PRD, tenían la obligación de transmitir la ceremonia completa; el gobierno debe responder e investigar qué pasó, no es justificable esto”.
Más tarde, en la residencia oficial de Los Pinos, la Presidencia de la República justificó, ante los reporteros que cubren las actividades de Calderón, que el motivo por el que no se transmitieron las palabras de la perredista fue que el Cepropie, oficina dependienete del Ejecutivo, “no estaba en tiempo”, pues Zavaleta intervino inmediatamente después de la participación en tribuna del senador de Convergencia Dante Delgado.
Esa aclaración técnicamente no se justifica, explicaron integrantes del Canal del Congreso, pues su equipo mantuvo, en todo momento, la señal abierta y a disposición de todas las televisoras del país para retransmitir en tiempo real lo que sucedía en el salón de plenos; de hecho, subrayaron, las empresas privadas transmitieron la sesión desde su inicio.
Al explicar esta omisión, la Presidencia informó que abriría un espacio en cadena nacional a las 21 horas para transmitir el posicionamiento de la presidenta de la mesa directiva del Congreso. Trascendió que la Secretaría de Gobernación daría una disculpa al PRD, aunque al cierre de la edición esta versión no se había confirmado.
Sin embargo, la emisión no se realizó a las 21 horas. En un programa especial de Televisa en el que participaban los presidentes de PRI, Beatriz Paredes Rangel; PAN, Manuel Espino, y PRD, Leonel Cota, el periodista Joaquín López Dóriga informó a su auditorio que dicha transmisión sería en cadena nacional.
A las 21:14 horas, y en virtud de que no se realizaba el enlace “para transmitir lo que no se transmitió”, Televisa reprodujo durante el encuentro que conducía López Dóriga la intervención de Ruth Zavaleta, después de explicar los motivos de la presidenta de la mesa directiva para dejar el salón de plenos.
Más tarde, y sin previo aviso, el mismo programa se interrumpió y dio paso a la emisión íntegra del posicionamiento de Zavaleta a cargo del Cepropie, lo que obligó a López Dóriga a explicar la razón de esta transmisión.
La “omisión” de la Presidencia de la República, advirtieron los perredistas en la Cámara de Diputados, fue una “actitud de rudeza abusiva e innecesaria hacia el Congreso, no hacia una militante de un partido”, ya que el fragmento suprimido por las televisoras es cuando la presidenta de la mesa directiva lee su discurso para explicar que en razón de no reconocer la legitimidad de Felipe Calderón como Presidente de México, abandona el salón de de plenos.
Por la noche, en el programa que condujo López Dóriga, Cota Montaño lamento que se haya sacado de cadena nacional el discurso de Zavaleta: “parece un error de principiantes de la cadena oficial del gobierno que, para empezar, no debe ser justamente el gobierno federal el que dé esta cadena nacional sino el Congreso de la Unión, porque es un acto de este órgano al que asiste como invitado el presidente, en este caso Felipe Calderón”.
Manuel Espino, en tanto, precisó que con la transmisión completa del mensaje de Zavaleta “se está resarciendo un error cometido por el área de comunicación de la Presidencia; un error que ameritó que la Secretaría de Gobernación ofreciera una disculpa a la presidenta del Congreso, que lo aceptó, y lo aceptó la bancada del PRD también en ambas cámaras”.
A su vez, Beatriz Paredes aclaró a los legisladores del PRD que sus homólogos del PRI “expresamos toda nuestra solidaridad con Ruth Zavaleta, y creo que el incidente donde Cepropie comete este error nos habla de este peso excesivo del Ejecutivo, porque esta ceremonia debería ser transmitida por el Canal del Congreso y otorgarle a éste la cadena nacional. Y si el Presidente de la República llega a la casa de los legisladores, que sean los legisladores los plenamente responsables de la transmisión de la ceremonia”.
ANDY WARHOL: Vida y Obra
ANDY WARHOL
Andrew Warhola nace el 6 de agosto de 1928, en el 73 de Orr Street, en Pittsburg, Pennsylvania. Era el menor de los tres hijos de Andrej y Julia Warhola, emigrantes carpato-rusyn, procedentes de Mikova, República Eslovaca. Su padre era obrero de la construcción, y su madre hacía flores de hoja de latacon papel de colores y pintaba huevos, según la tradición folclórica de su país natal; también trabajaba haciendo limpieza a domicilio.
Durante su infancia Warhol coloreaba, hacía recortes de papel, dibujaba y pintaba. Después de vivir en pequeños departamentos, los Warhol adquirieron su propia casa en el 3252 de Dawson Street, sitio donde Andy residió hasta que se mudo a Nueva York.
A la edad de ocho años le regalaron un proyector de cine con el que trasmitía caricaturas en las paredes de su casa. Un año después comienzó a interesarse por la fotografía y desde este momento hasta los 11 años, asistió todos los sábados a clases gratuitas de arte. En ese periodo comenzó a coleccionar fotografías de estrellas de cine.
Sus primeros estudios los realizó en el Holmes Elementary y después de graduarse ingresa al Schendey High School, donde también toma clases de arte optativas, y se titula sin haber cursado el tercer año de preparatoria. En 1942 muere su padre.
En 1945 fue admitido en el Carnegie Institute of Technology de Pittsburgh, donde cuatro años más tarde obtiene el título de licenciatura en Bellas Artes y Diseño Pictórico. Estudia con los artistas Balcomb Greene, Robert Lepper, Samuel Rosenberg y Howar Worner, entre otros. Andy Warhol, fue el único miembro de su familia que asistió a la universidad.
En 1946, durante su primer año en el Carnegie, por su bajo desempeño se ve obligado a tomar un curso de dibujo en el verano. Con la obra realizada en ese tiempo, gana el Martin B. Leisser Prize, y hace una exposición en la galería de las Bellas Artes de su universidad. Los dibujos se basaban en las observaciones hechas por Andy, mientras trabajaba con su hermano vendiendo fruta en un camión.
Warhol se muda a la ciudad de Nueva York a fines del verano, principios del otoño de 1949 y comienza a trabajar como artista comercial, y renta un departamento con su compañero de escuela Philip Pearls. Su primer trabajo es para la revista Glamour, donde ilustra el artículo "What is Success?" (¿Qué es el éxito?), en el ejemplar de septiembre de ese año. Gran parte de su obra comercial se sostenía en fotografías y otro tipo de imágenes de base; proceso que va a desarrollar durante toda su vida.
Su primera exposición individual "Fifteen Drawings Based on the Writings of Truman Capote", se llevó a cabo en la Hugo Gallery, en Nueva York, en junio de 1952. Warhol estaba fascinado con el joven autor de la obra Other Voices, Other Rooms, le escribe, lo llama en repetidas ocasiones y hace lo imposible para conocerlo personalmente. Con el tiempo los dos entablan una amistad que dura hasta la muerte de Capote en 1984.
A lo largo de la década de los cincuenta, recibe del American Institute of Graphic Arts y de The Art Directors Club, numerosos premios por su obra, volviéndose uno de los ilustradores de más renombre de esa época. Sus clientes incluyen a Tiffany & Co., I. Miller shoes, Bonwit Teller, Columbia Records, Harper´s Bazaar, Vogue, Fleming-Joffe, NBC, entre otros. A mediados de los años cincuenta su obra tiene cada vez más presencia en revistas norteamericanas como Esquire.
Por esos años Julia Warhola se muda a la ciudad de Nueva York para vivir con su hijo y se queda con él hasta 1971, un año antes de su muerte en Pittsburg. Ambos compartieron el hogar con numerosos gatos y algunos compañeros de Andy.
En 1956 Warhol realiza un viaje con su amigo Charles Lisanby para visitar, durante un periodo de tres meses varios países de Asia y Europa. Los últimos años de esa década se enfoca con más energía en la pintura.
A principios de los años sesenta comienza a pintar imágenes Pop, como las pinturas Campbell's Soup Can, que fueron la sensación del mundo del arte y lo conviertieton en toda una celebridad. En 1964 exhibe sus primeras esculturas: cientos de réplicas de grandes cajas de productos de supermercado como: Brillo, Heinz Ketchup, Del Monte, Mott´s Apple Juice y Kellog´s Corn Flakes. Poco después utiliza la serigrafía cortada a mano para reproducir sus dibujos de billetes de dólar, recurre a la técnica de la fotoserigrafía, uno de los medios más importantes de su producción.
En esa época, establece su estudio en un cuartel de bomberos vacío, ubicado en East 87th Street; más tarde lo traspasa a 231 east 47th Street. Este espacio, después conocido como la "Factory" -pintado de plateado, cubierto con papel aluminio-, impregnado por la obra artística de Warhol, música y constante actividad, se vuelve el lugar de moda de Nueva York. Las fiestas que se daban en la "Factory", eran comentadas en todas las columnas de sociales de los periódicos de Estados Unidos.
Warhol extendió sus talentos intelectuales a otros campos e hizo algunas cosas dentro de la edición de libros, la escritura, el cine, la televisión y la música. Fue uno de los artistas más prolíficos y famosos que haya conocido el mundo.
En 1964 crea la serie Thirteen Most Wanted Men para la fachada del Pabellón de Nueva York, en la Feria Universal que se efectuó en Manhattan, después de que los funcionarios censuraron su obra, Warhol permitió que se cubriera con pintura. En ese año se compra su primera grabadora que se volverá su compañera más asidua, con ella graba miles de horas de conversaciones, documentando todos los aspectos de su vida y obra.
En 1965, en París, donde se inauguraba su exposición Flowers, Warhol declara públicamente que se retira de la pintura para dedicarse de lleno al cine. Afortunadamente siguió produciendo series de grabados y esculturas y dos años más tarde comienza a pintar de nuevo.
Su trabajo cinematográfico inicia en 1963, creando grandes clásicos del cine de vanguardia, como Sleep (1963), Empire (1963), Kiss (1963-64) y The Chelsea Girls (1966), en un lapso de cinco años. Entre 1963 y 1976 Warhol realizó más de 600 películas, incluyendo ****(Four Stars) (1967-68) un largometraje de 25 horas.
La fascinación que Warhol vivió por las estrellas de Hollywood, lo llevó a pintar la larga serie de retratos de Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor y Elvis Presley, en 1962. También en esos dos años Warhol pintó sus series de Death and Disaster y Electric Chair.
Durante 1966 y 67, Warhol extendió su creatividad al performance artístico, con su show itinerante llamado The Exploding Plastic Inevitable, protagonizado por la banda de rock and roll "The Velvet Underground". Al Exploding... se le acredita el invento del espectáculo de luz psicodélica como parte del entretenimiento en un centro nocturno. Incluso "The Velvet Underground" se vuelve una de las bandas de rock con más influencia en la historia e ingresa al Rock and Roll Hall of Fame (El Salón de la Fama del Rock and Roll). En 1967, Warhol también operaba un club nocturno en Manhattan llamado The Gymnasium, con equipo para hacer ejercicio en la pista de baile.
En 1966, Warhol exhibió Cow Wallpaper y Silver Clouds en dos salas contiguas de la Leo Castelli Gallery. El Wallpaper es un papel tapíz creado con colores day-glo y las Clouds son globos plateados inflados con helio, en forma de almohadas. Warhol recubre los muros externos del Moderna Museé de Estocolmo con el Cow Wallpaper, con motivo de su primera retrospectiva, en 1968.
Su primer libro, Andy Warhol's Index (Book), se publicó en 1967. Un año después aparece a:a Novel, resultado de la transcripción de sus conversaciones grabadas con el actor Ondine (Robert Olivo). En 1970 su libreto fílmico Blue Movie, es editado como libro. También en el terreno literario, en 1975 aparece su The Philosophy of Andy Warhol (From A to B and Back Again), que por el escándalo generado se volvió un best-seller. Por esos días haría su célebre declaración: "En el futuro, cada persona tendrá sus 15 minutos de fama".
En 1968 se muda al estudio de 33 Unión Square. El loft de muros blancos ocupa todo el sexto piso del edificio. Más tarde renta otros espacios en el octavo y décimo pisos para su estudio privado. El 3 de junio de ese año, la actriz Valerie Solanas, quien apareciera en la película de Warhol I, a Man, y también fundadora y miembro único de S.C.U.M (Society for Cutting Up Men) (Sociedad para despedazar hombres), entró al estudio del artista y le da un tiro en el pecho. Solanas argumentó que Warhol había robado una obra que ella escribió. Gravemente herido, Andy queda hospitalizado durante dos meses. Su recuperación, se debió en parte a una cirugía que duró cinco horas. Mientras se restablecía, pintó una serie de pequeños retratos de Happy Rockefeller, esposa del gobernador de Nueva York.
En el otoño de 1969 se publica el primer ejemplar de la revista Interview, "un diario cinematográfico mensual" orientado también a la moda y la cultura popular, y de la que Warhol es cofundador.
Iniciada la década de los setenta, y debido a su pasión por el cine, Warhol comienza a filmar en video los "Factory Diaries", grabaciones espontáneas de los visitantes que llegan a su estudio. En 1971, diseña la funda del álbum de los Rolling Stones, Sticky Fingers. La cubierta presenta la fotografía de un cuerpo masculino con pantalones de mezclilla azul, que tiene un zipper que se puede accionar. El diseño fue nominado para el Premio Grammy.
Durante la década de los setenta, Warhol socializaba frecuentemente con figuras como Jackie Onassis y Truman Capote; ambos habían sido una fuente de inspiración importante en su obra. También comenzó a hacer docenas, y luego miles, de retratos pintados por él a gente de sociedad de gran influencia, estrellas de música, cine y muchos más clientes de la "sociedad". Asistía con frecuencia a las fiestas de "Studio 54", junto con Halston, Liza Minelli y Bianca Jagger. Por esos años empezó a trabajar en las series Time Capsules; 610 cajas de cartón llenas de objetos de su vida diaria: correspondencia, fotografías, arte, ropa, objetos de colección, etcétera.
Sus espectáculos de televisión: Andy´s Fifteen Minutes y Andy Warhol's TV, salieron al aire en transmisión nacional a través de MTV y la cadena de cable tv MSC, en Nueva York, a mediados de los años ochenta. Asimismo, produjo el videoclip de la banda "The Cars" y firmó contrato con las agencias de modelos Zoli y Ford; se presentó como modelo de pasarela, también apareció en varios anuncios impresos y televisados respaldando a las marcas Sony, TDK, Vidal Sassoon y muchas más.
En 1984, Warhol colabora con los pintores Jean-Michel Basquiat, Francesco Clemente y Keith Haring, en varias series de obras de arte. Para ello retoma el pincel, dejando a un lado temporalmente el método serigráfico que había estado utilizando desde 1962.
Warhol pintó toda su vida -excepto por un breve periodo a mediados de los sesenta-, y hoy su obra se exhibe en museos de todo el mundo. Durante los años setenta y ochenta, siguió produciendo pinturas, grabados, fotografías y dibujos, incluyendo las series Mao Skulls, Hammer & Sickles, Guns, Knives, Crosses, Dollar Signs y Camouflage. Culminó estas series con los lienzos de Last Supper, que se exhibieron en Milán en enero de 1987, donde acude al opening de la exposición. También ese año sus Sewn Photos (edición múltiple de fotos cosidas en forma de rejilla), se presentaron en Manhattan.
Tras años de sufrir problemas médicos, Warhol ingresa al New York Hospital para someterse a una cirugía de vejiga. Sale bien de la operación, pero debido a complicaciones durante la recuperación, el artista fallece al día siguiente, el 22 de febrero de 1987.
Matt Wribcan
Archivista Adjunto, The Andy Warhol Museum
Publicado por panchito en 12:46:00 AM 0 comentarios Enlaces a esta entrada