España, entre los países más afectados por el cambio climático
La organización ecologista Greenpeace presenta el informe ”La crisis del clima”, que recoge las evidencias del cambio climático en las distintas comunidades autónomas
Aumento de la temperatura en 1,5ºC, subida del nivel del mar hasta 3 milímetros, migraciones de animales, presencia de especies invasoras, desplazamientos de cultivos, proliferación de fenómenos meteorológicos extremos y catastrofes naturales. Todo esto está pasando en España, y por eso Greenpeace ha pedido al gobierno una reacción monetaria y un compromiso de reducción de emisiones. Los ecologistas, con motivo de la celebración de su 25 aniversario en nuestro país, han elaborado el informe “La crisis del clima”, que revela a España como uno de los grandes damnificados del cambio climático.
06/05/2009
Redacción IIE
España es uno de los países más vulnerables al cambio climático de toda la Unión Europea, ya que el aumento de la temperatura de 1,5ºC registrado en nuestro país en el último siglo supera ampliamente la media del continente (0,95ºC) y representa más del doble de la media mundial (0,74ºC). Es una de las conclusiones del informe “La crisis del clima”, elaborado por Greenpeace con motivo de su 25 aniversario en España, y en el que pone de manifiesto la urgencia de actuar para frenar el calentamiento global.
Además, la organización ecologista asegura que la subida del nivel del mar es un hecho en nuestro país y señala a las islas Canarias y al norte de la península como las zona más dañada en este sentido, donde se han registrado un aumento de entre 2 y 3 milímetros al año en la segunda mitad del sigo XX. Así las cosas, se han escenarios de mayor riesgo son los glaciares pirenaicos, que han perdido más del 80% en los últimos años, las playas y zonas costeras, que se enfrentan a un riesgo de retroceso de, como mínimo 15 metros, los humedales y las lagunas litorales. En cuanto a la flora y la fauna, el impacto se deja ver en las migraciones altitudinales constatadas en la Sierra de Guadarrama (Madrid) hasta las alteraciones en el ciclo reproductivo de especies o la presencia de especies tropicales invasoras en Canarias.
Otras conclusiones del informe son los impactos en los sectores productivos, pues la tendencia a la “africanización” del sur de la península y a la “mediterranización” del norte está provocando el desplazamiento en latitud de muchos cultivos, afectando seriamente a los viñedos de todo el país, a la producción forestal en la meseta Norte y a la producción agrícola en Andalucía. El turismo, por otro lado es otro gran damnificado del cambio climático en España. El aumento de las temperaturas, la menor disponibilidad de recursos hídricos y las alteraciones en el litoral afectan directamente al turismo de playa y la disminución de las precipitaciones en forma de nieve que ya ha puesto en jaque a algunas estaciones de esquí del país, amenaza a otras con el cierre en menos de una década. Por último, señalar que la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos y catástrofes naturales es otro de los impactos del cambio climático constatado en nuestro país. España es uno de los países de Europa con mayor mortalidad relacionada con el calor y uno de los principales emplazamientos del continente en cuanto a grandes incendios forestales.
Desde Greenpeace, aseguran que “el escenario en el que nos encontramos supera con creces cualquiera de las previsiones anteriores y es evidente que la amenaza de impactos irreversibles es mucho más inmediata de lo que hubiéramos podido imaginar, por lo que es el momento de actuar”. Por ello, Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace aseguró que “la única forma de impulsar las destinar al rescate de los bancos el equivalente a una cena de lujo semanal para cada ciudadano de la UE, lo que Greenpeace les pide para el rescate del clima equivale, en los mismos términos, a un café”.
Por todo ello, la organización ecologista ha pedido al gobierno destine 2.700 millones de euros a la lucha contra el cambio climático y que se comprometa a un acuerdo de reducción de emisiones que permita mantener la temperatura global por debajo de los 2ºC. Para alcanzar este objetivo, es necesario que los países desarrollados alcancen una reducción mínima de emisiones del 40% para 2020 , asegura Greenpeace, tomando como referencia los niveles de 1990, y que los países en desarrollo contribuyan a este esfuerzo global moderando su crecimiento proyectado de emisiones entre un 15 y un 30% para 2020.
Además, la organización ecologista asegura que la subida del nivel del mar es un hecho en nuestro país y señala a las islas Canarias y al norte de la península como las zona más dañada en este sentido, donde se han registrado un aumento de entre 2 y 3 milímetros al año en la segunda mitad del sigo XX. Así las cosas, se han escenarios de mayor riesgo son los glaciares pirenaicos, que han perdido más del 80% en los últimos años, las playas y zonas costeras, que se enfrentan a un riesgo de retroceso de, como mínimo 15 metros, los humedales y las lagunas litorales. En cuanto a la flora y la fauna, el impacto se deja ver en las migraciones altitudinales constatadas en la Sierra de Guadarrama (Madrid) hasta las alteraciones en el ciclo reproductivo de especies o la presencia de especies tropicales invasoras en Canarias.
Otras conclusiones del informe son los impactos en los sectores productivos, pues la tendencia a la “africanización” del sur de la península y a la “mediterranización” del norte está provocando el desplazamiento en latitud de muchos cultivos, afectando seriamente a los viñedos de todo el país, a la producción forestal en la meseta Norte y a la producción agrícola en Andalucía. El turismo, por otro lado es otro gran damnificado del cambio climático en España. El aumento de las temperaturas, la menor disponibilidad de recursos hídricos y las alteraciones en el litoral afectan directamente al turismo de playa y la disminución de las precipitaciones en forma de nieve que ya ha puesto en jaque a algunas estaciones de esquí del país, amenaza a otras con el cierre en menos de una década. Por último, señalar que la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos y catástrofes naturales es otro de los impactos del cambio climático constatado en nuestro país. España es uno de los países de Europa con mayor mortalidad relacionada con el calor y uno de los principales emplazamientos del continente en cuanto a grandes incendios forestales.
Desde Greenpeace, aseguran que “el escenario en el que nos encontramos supera con creces cualquiera de las previsiones anteriores y es evidente que la amenaza de impactos irreversibles es mucho más inmediata de lo que hubiéramos podido imaginar, por lo que es el momento de actuar”. Por ello, Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace aseguró que “la única forma de impulsar las destinar al rescate de los bancos el equivalente a una cena de lujo semanal para cada ciudadano de la UE, lo que Greenpeace les pide para el rescate del clima equivale, en los mismos términos, a un café”.
Por todo ello, la organización ecologista ha pedido al gobierno destine 2.700 millones de euros a la lucha contra el cambio climático y que se comprometa a un acuerdo de reducción de emisiones que permita mantener la temperatura global por debajo de los 2ºC. Para alcanzar este objetivo, es necesario que los países desarrollados alcancen una reducción mínima de emisiones del 40% para 2020 , asegura Greenpeace, tomando como referencia los niveles de 1990, y que los países en desarrollo contribuyan a este esfuerzo global moderando su crecimiento proyectado de emisiones entre un 15 y un 30% para 2020.
La crisis del clima (Greenpeace).pdf (4.64 Mb)
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