Polémica por minivaticano
adrid. Es un paraje singular, poético y un símbolo casi sagrado de la ciudad. Es donde vivió, estudió y se inspiró Francisco de Goya para plasmar con su pincel algunos de sus cuadros visionarios. Es el único sitio donde los habitantes de Madrid pueden contemplar los bellos atardeceres abrigando a sus montañas. Es el Parque de Las Vistillas, zona republicana por antonomasia a pesar de estar rodeada de la catedral de La Almudena y del Palacio Real.
Ahí, en ese rincón de la ciudad, el alcalde de Madrid, el conservador Alberto Ruiz-Gallardón, en connivencia con el arzobispo y cardenal Antonio María Rouco-Varela, pretenden edificar un minivaticano
. Sí, una réplica, pero en pequeño, del palacio romano en pleno centro de Madrid para, entre otras cosas, atraer al turismo religioso
. El proyecto es de dimensiones faraónicas, como casi todas las obras de este alcalde: 25 mil metros cuadrados de edificación, en donde habrá entre otras cosas una residencia para sacerdotes jubilados de más de tres mil metros cuadrados y un seminario de 18 mil.
El proyecto está aprobado por el cabildo y se anuncia como inminente. Pero la población de Las Vistillas y demás ciudadanos han decidido hacer frente a este proyecto, tanto por su dudosa aportación arquitectónica a la ciudad como por el hecho de que se done, una vez más, suelo público a una confesión religiosa. En este caso, y como casi siempre en este país, a la Iglesia católica.
Armando G. Tejeda, corresponsal
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