LA LIBERTAD COMO PRINCIPIO, por Abraham Lincoln
“Me opongo a la esclavitud porque asume que PUEDE haber un DERECHO MORAL en el hecho de que un hombre esclavice a otro. Me opongo a él porque es una peligrosa frivolidad para un pueblo libre, una triste evidencia de que, en la prosperidad, olvidamos el derecho, de que hemos dejado de reverenciar la libertad como principio. La esclavitud se funda en el egoísmo de la naturaleza del hombre; la oposición a ella, en su amor a la justicia. La odio por la monstruosa injusticia de la esclavitud misma. La odio porque priva a nuestro ejemplo republicano de su preciosa influencia en el mundo. Permite a los enemigos de las instituciones libres, de manera plausible, tacharnos de hipócritas, hace que los verdaderos amigos de la libertad duden de nuestra sinceridad y, en especial, obliga a muchos hombres realmente buenos entre nosotros a entrar en guerra abierta con los mismos principios fundamentales de la libertad civil, criticar la Declaración de Independencia e insistir en que no hay ningún principio justo de acción salvo el propio interés. Adoptemos de nuevo la Declaración de Independencia y, con ella, las prácticas de la política con las que armoniza. Que el norte y el sur, que todos los americanos, que todos los amantes de la libertad en todos los lugares se unan en esta obra grande y buena. Si lo hacemos, no sólo habremos salvado la Unión, sino que la habremos salvado para hacerla y conservarla siempre signa de ser salvada. La habremos salvado de tal modo que los sucesivos millones de personas libres y felices por todo el mundo se levantarán y nos bendecirán hasta la última de las generaciones.”
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La revocación del Compromiso de Missouri y la conveniencia de su restauración constituyen el tema del que voy a hablar. Deseo también decir que no me propongo cuestionar el patriotismo o atacar los motivos de ningún hombre o clase de hombres, sino limitarme a los méritos estrictos de la cuestión. También deseo adoptar una actitud de alcance nacional en todas las opiniones que asuma, y siempre que asuma motivos que otros podrían creer estrechos, seccionales y peligrosos para la Unión, confío en dar una razón que parezca suficiente, al menos a algunos, de por qué pienso de manera diversa.
Y como este asunto no es sino una parte esencial de la esclavitud doméstica, deseo HACER y MANTENER la distinción entre la institución EXISTENTE y su EXTENSIÓN, de manera tan amplia y tan clara que ningún hombre honrado pueda malentenderme y ninguno deshonesto consiga desvirtuarme.
CON JEFFERSON, AUTOR DE LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA, ACTOR PRINCIPAL DE LA REVOLUCIÓN Y TAL VEZ EL POLÍTICO MÁS DISTINGUIDO DE LA HISTORIA AMERICANA, SE ORIGINÓ LA PROHIBICIÓN DE LA ESCLAVITUD EN LOS NUEVOS TERRITORIOS
Para tener una idea clara de lo que es el compromiso de Missouri, tal vez resulte apropiada una breve historia de los asuntos similares precedentes. Cuando establecimos nuestra independencia, no poseíamos ni reclamábamos la tierra al que este compromiso se aplica. En efecto, en sentido estricto, la Confederación no poseía entonces tierra alguna; los Estados poseían respectivamente la tierra dentro de sus fronteras y algunos de ellos poseían territorios más allá de sus estrictas fronteras estatales.
El señor Jefferson, autor de la Declaración de Independencia, actor principal, además, de la revolución, entonces delegado en el Congreso, luego presidente dos veces, que fue, es y tal vez continuará siendo el político más distinguido de nuestra historia, virginiano de nacimiento y residencia continuada y, además, propietario de esclavos, concibió la idea de aprovechar la ocasión para impedir que la esclavitud penetrara en el Territorio del Noroeste. Convenció a la cámara legislativa de Virginia de que adoptara sus ideas y cediera el territorio, con la consiguiente prohibición de la esclavitud como condición de la escritura. El Congreso aceptó la cesión con esa condición y, en la primera ordenanza (como entonces se llamaba a los decretos del Congreso) para el gobierno del territorio, dispuso que la esclavitud no fuera permitida allí. Ésa es la famosa Ordenanza del 87, de la que tanto se ha hablado. En adelante, durante sesenta y un años y hasta 1848, en que la última porción de este territorio entró en la Unión como Estado de Wisconsin, todos los partidos actuaron con tranquilo arreglo a esa ordenanza. Ahora es lo que Jefferson previó y pretendió: el hogar feliz de millones de personas libres, blancas y prósperas, sin esclavos entre ellas.
Así, con el autor de la Declaración de Independencia, se originó la política de prohibición de la esclavitud en el nuevo territorio. Así, mucho antes de la Constitución, con el aliento puro y libre de la revolución, el Estado de Virginia y el Congreso nacional pusieron esa política en práctica. Así, durante sesenta de los mejores años de la república, esa firme resolución deparó su gran y beneficioso fin. Así, en esos cinco Estados y cinco millones de personas libres y emprendedoras, tenemos ante nosotros los ricos frutos de esa resolución. Pero ahora apunta sobre nosotros una nueva luz. Ahora el Congreso declara que esto no debería haber ocurrido y que no deberá ocurrir nada parecido. ¡Esa resolución ha violado groseramente el sagrado derecho de autogobierno! Hay incluso algunos hombres, que lanzaron por vez primera el primer aliento y las demás ramas de su vida bajo esta misma restricción, que ahora viven con el temor de asfixiarse si ven restringido el “sagrado derecho” de llevar esclavos a Nebraska. Jefferson no pensaba en esa perfecta libertad por la que suspiran, la libertad de hacer esclavos de otro pueblo; sus propios padres nunca pensaron en ello; hace un año ni siquiera ellos lo pensaban. ¡Qué afortunados son por no haber sido conscientes antes de su gran miseria! ¡Ah, qué difícil es tratar con respeto estos ataques a lo que en verdad siempre hemos considerado sagrado!
Pero volvamos a la historia. Fue una ley aprobada el día 6 de marzo de 1820, que disponía que Missouri entraría en la Unión con esclavitud, pero que en la parte restante del territorio comprado a Francia, no se permitiría la esclavitud. Esa provisión legal es el Compromiso de Missouri. Al excluir la esclavitud al norte de esa línea, se empleaba el mismo lenguaje que en la Ordenanza del 87.
El 4 de enero de 1854, el juez Douglas presentó un nuevo proyecto de ley para dar a Nebraska un gobierno territorial. Adjuntó a ese proyecto un informe en que, por fin, recomendaba expresamente que el compromiso de Missouri no fuera ratificado ni revocado. Poco después, el proyecto e ley se modificó para formar dos territorios en lugar de uno; el del sur se llamó Kansas.
Un mes después de introducir el proyecto de ley, a petición del juez, se presentó una enmienda que declaraba inoperante y nulo el Compromiso de Missouri y, en esencia, que el pueblo que fuera y se estableciera allí podría establecer la esclavitud o excluirla, a su elección. Con esta forma, el proyecto de ley fue aprobado por ambas cámaras del Congreso y se convirtió en ley. Ésa es la revocación del Compromiso de Missouri. Pienso, y trataré de demostrar, que es injusta; injusta en su efecto directo, al permitir la esclavitud en Kansas y Nebraska, e injusta en su principio prospectivo, pues tolera que se extienda a cualquier parte del mundo donde los hombres pudiera sentirse inclinados a adoptarla. (más…)
1 comentario:
"Qué aburido"... Seguro con esa autoridad me demandas observar mi ortografía y mis oraciones...
De todos modos, saludos...
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