Los días y las noches, en la patria mía, se miran tristes y largos, sobre todo en las horas de mayor tragedia.
¡Sin embargo, miro de frente, porque soy mexicano y soy valiente, y amo mi patria y sé que algún día, con el esfuerzo y talento colectivo y solidario, mi nación mexicana retornará a sus orígenes!:
¡Una patria justa, libre, próspera, solidaria, educada, donde sus hijas y sus hijos desarrollen al máximo su individualidad en perfecta armonía y sincronía con la colectividad!
Un país donde no halla niños y jóvenes tristes y sin esperanza,
preocupados por un presente hostil y un futuro nada promisorio.
Deseamos para todos un país donde el alimento sano y sustancioso sea realmente el pan nuestro de cada día de todos los mexicanos,
donde el abrigo y el techo sean dignos para todos,
...y halla educación, trabajo, deporte. y todas esas cosas que causan alegría a la gente.
¿A poco no sería bien padre? ¿Por qué no empezamos a intentarlo?
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