Jorge Riechmann:
27 MANERAS
DE RESPONDER A UN GOLPE
Poemas escritos en el otoño de 1989.
Publicado inicialmente –junto con Material móvil,
en un solo volumen—por eds. Libertarias (Madrid 1993);
edición agotada hace tiempo.
"Escribir no es un deporte. O se mata uno en cada línea de su vida, o no escribe."
Marguerite Duras
"Si me dieran a elegir/ entre diamantes y perlas/ yo elegiría un racimo/ de uvas blancas y negras."
Nicanor Parra
"Por lo demás, hay que cambiar la vida."
Volker Braun
1
He vivido en la superficie de las cosas.
Mas viví también por fortuna
en las palabras. Ellas iban
incorporándome a la lentitud
penetrando las estaciones de mi piel
dilatando la malla amarga de los días
rastreando el frío y el calor en los seres
zambulléndose en el amor hasta salir al tedio
en el tedio hasta dar en la esperanza
en la esperanza hasta emerger en el asombro
sin yo quererlo o porque lo quería.
Las palabras
maravillosamente
incapaces de compromiso.
No soy un juglar de la descomposición. Acaso
amo sobre todas las cosas
el lugar del canto del pinzón
la aérea ebriedad de las mimosas
y el minuto con memoria del beso de los amantes.
Pero hay que ir hasta el fondo
correr el riesgo
de abrasarse en la resistencia de las cosas
--para sacar acaso la cabeza
al otro lado del espejo
o en el frescor de un nuevo meridiano.
2
El rocío suplica a la montaña
que se quite la sal de los labios:
pero a ella están talándole las faldas,
no tiene tiempo.
3
para Teresa, que escribía cuentos en esta calle
Desde hace días han desaparecido
las africanas que vendían maíz cocido
en el mercado de la rue Dejean.
Extrema quietud la de los niños negros
fajados a la espalda de ellas
con la ventrera, un arcoiris pobre.
Y ya que estamos hablando de colores:
el interior de este silencio es rojo
como un corazón arado.
4
Al individuo con sus correas ásperas
con su boca tapiada
con su triste inmunidad
aléjalo de mí.
Hemos nacido para soles más limpios.
Y no dejes de escribir
tu fiebre por las paredes.
5
¿De qué estábamos hablando?
(Pese a su título, estas páginas
nada tienen que ver con un curso de defensa personal:
son acaso una conversación
desgarrada entre los dientes y el tiempo
y vuelta a comenzar. Cosa que ya sabías.)
En realidad lo que quería decirte
lo tiene escrito ya Nicanor Parra:
"todo lo que se dice es poesía
todo lo que se escribe es prosa
todo lo que se mueve es poesía
lo que no cambia de lugar es prosa."
Lo más urgente, poesía con valor de uso.
Lo más nefasto, poesía sin valor para el cambio.
6
Las raíces de la referencia
según excelsos filósofos y poetas sublimes
cercenadas:
socorro.
*
La poesía
prolonga la realidad
cuando ésta cesa justo antes de lo mejorcito
por pura cabezonería.
La poesía
despliega haces de realidad paralela
cuando la realidad se niega a ver más allá de sus narices
de modo injustificable.
La poesía y la realidad
intersecan continuamente
en puntos líneas planos espacios de muchas dimensiones.
Son las geometrías de la risa incoercible
y las del sufrimiento.
7
Nunca, jamás me vuelva a decir nadie
que el fin justifica los medios
o sintiéndolo mucho no respondo de mis fines
ni de mis medios
ni muchísimo menos de mis actos.
*
Cierto que hay ansias de pureza
neuróticas. Seguro
que lo son casi todas las ansias de pureza.
Pero no lo es menos que la mierda mancha.
8
Renuncia al centro.
El sol succiona la sangre de los muertos; la acuña
en monedas de luz con que engaña a los vivos.
La gran ciudad diluye tanto el sueño
que éste deja de reparar fuerzas y purificar el sudor;
en la gran ciudad el pan supura arena;
los ojos de las mujeres se vidrian de mudez.
Renuncia al centro.
Un punto que no existe imanta todas las miradas:
mientras tanto se siegan cuerpos
los árboles pierden la memoria
las parturientas mastican cristal.
Renuncia al centro.
Puedes buscar las manos fértiles de los ancianos
las manos inventoras de los niños
el gozoso misterio en las manos de tus hermanos y hermanas:
renuncia al centro.
9
No dejes nunca de desconfiar de las instituciones
No dejes nunca de confiar en las personas
No dejes nunca de confiar
en que las personas
crearán instituciones
en las que quizá podrás dejar de desconfiar
No dejes nunca de desconfiar
en que el triste proceso
por el cual las instituciones
cambian a las personas tristemente
pueda ser cambiado
No dejes nunca de confiar en las personas
No dejes nunca de desconfiar de las instituciones.
10
(Y perdona que alargue un momento más la prédica
pero tú ya sabes el tono zumbón con que hablo
hiperbólicamente desde mi casa en ruinas:)
Piensa
no solo con la cabeza
Piensa también con los brazos
con el vientre
los pulmones
el sexo
Piensa también con los brazos
de tu compañera
con su sexo
sus pulmones
su vientre
su cabeza
Piensa también con la cabeza de tu amigo
con su vientre y su sexo
con sus pulmones y sus brazos
No dejes nunca
de pensar con la cabeza.
11
Y te digo una cosa más: donde encuentres la raíz de una verdad
aférrate a ella
porque se trata del más infrecuente y valioso
de todos los tesoros.
Y donde encuentres la raíz de una verdad
no temas soltarla
porque, como cualquier tesoro, la perderás
si te empecinas en aferrarte a ella.
12
Gruesa, gruesa la lengua de ceniza.
Y pesado y pegajoso el canto
que ella masculla susurra deletrea.
Importuna la lengua de ceniza.
Como castigo le prenderemos fuego.
13
Los hay que mueren de silencio
de tragarse demasiadas palabras y del cólico fenomenal que sigue
y los hay que mueren por hablar demasiado
pues las paredes --al contrario que las tapias, que están sordas-- oyen.
Los hay que mueren de cansancio
de todo lo que hay que cambiar para que nada cambie
y hay quien muere de aburrimiento
en esta feria universal donde continuamente ocurren cosas
y nunca pasa nada.
Hay quienes mueren de miedo
ante la mera sospecha de que podrían darse de bruces
con la verdad de sus actos
y hay a quienes les da tanto coraje
que alguien pudiera sospechar que hay una verdad tras sus actos
que sencillamente se mueren.
Los hay que no mueren nunca
porque ya están muertos.
14
Los dedos de los muertos me dibujan
ruina en el pecho, en los muslos, en la frente.
Con una fresa entre los labios recorro
la playa destruida.
¿No es capaz nadie de limitar los aletazos
el carnicero tatuaje de una codicia anal?
¿No hay amistad militante río arriba?
Imágenes sin memoria vampirizan
mi canija vigilia. No me ausento
en dignidad distinta del rechazo.
15
He perdido la partida.
Me confié, subestimé las fuerzas
de mi adversario. ¿Cómo no hacerlo?
Grande era cual fronda de destrucción, profundas
sus raíces invisibles; pero tamaño goce en la muerte
desafiaba la imaginación.
Los primeros intercambios de golpes
fueron casi un juego, un modo apenas hostil del conocimiento.
¿Queríamos estrangularnos o abrazarnos?
La situación parecía abierta y los momentos decisivos
aún por venir. No me daba cuenta
de que habían pasado ya y cada minuto perdido
redundaba en beneficio suyo
sumaba hierro y cieno a mi derrota.
Mi implacable adversario
economista del tiempo
feroz equilibrista de lo irreversible.
Estoy perdido.
La falta de imaginación me condenó.
Ya todo el tiempo restante se lo descuento a la muerte.
16
Los esclavos
según el muy sabio estagirita
herramientas que hablan
pero la historia no transcribe
ni una sola palabra
de su fuego mellado.
¿De qué color el grito de Espartaco
el de Euno de Sicilia?
¿Y cómo se llamaban aquéllas
de las que ni siquiera se conserva el nombre?
Gladiador el combate está amañado
lo están todos los combates
salvo la vida o muerte
contra el poder de Roma.
17
para Silvia
La esperanza ya ausente de un rostro libre:
el cielo ensangrentado se agacha y lo besa.
La larga caravana de los carros
atestados con enseres inmemoriales, urgentes
apunta hacia una estepa donde se ignoran los nombres.
La derrota tiene latidos quebradizos.
El pasado es ya una casa donde la nieve
va cubriendo las colchas y la mesa.
Un rostro libre, ya bruñido de éxodo.
Yo no lamento
haberle sostenido la mirada
diecisiete años antes de mi nacimiento.
18
La posguerra por ejemplo en Grecia
es una guerra que se prolonga
por ejemplo dentro de un campo de concentración.
Yannis Ritsos
garrapatea papeles desgarrados
en los retretes o bajo la manta.
Después esconde los poemas
en botellas vacías que entierra
por si la guerra finalizase algún día.
Los dibujos sobre las piedras
mantienen a raya a la locura.
La posguerra, esa guerra inacabable.
19
A París, una ciudad que no existe,
me llega la noticia:
Berlín
ha desaparecido.
¿Quién da un paso hacia el centro del invierno?
La angustia dúctil se me enrosca en el vientre.
Hoy tengo ancianos los ojos cuando todo
todo está aún por hacer.
10 de noviembre de 1989.
20
Mientras los escolares de Berlín Oeste
andan a la rebatiña por un pedrusco del tan frágil Muro
la guerrilla salvadoreña lanza una ofensiva para derribar al gobierno
Los telediarios franceses alternan
cinco minutos de momentos históricos
con cinco minutos de publicidad.
¿El siglo de las guerras civiles
desemboca realmente en Wagner?
Bienaventuradas las multinacionales
porque ellas heredarán la Tierra.
Noviembre de 1989.
21
para Michel
en su dolor y en su desconcierto
El tumor le deformaba el vientre
como una teta monstruosa.
Hoy ha reventado.
El hedor inunda toda la casa.
La perrita Asphodèle agoniza
con los ojos abiertos
al vacío de todas las preguntas.
Pronto la intravenosa de sombra
apagará el dolor sorprendente de ser.
El mundo está enfermo de soledad.
22
Por una diagonal sin esperanzas
escapo al cielo.
César Vallejo en París, César Vallejo quebrado
crucificado en la lluvia.
¿Quién imantó el privilegio?
¿Quién injertó la dulzura? ¿Quién retiró la mesa?
¿De quién son estas manos que sorben los colores
y este cieno inservible para crear un hombre?
¿Y en qué momento vas
a sublevarte...?
Un rostro desarbolado por la angustia.
El agua densa en este río
de márgenes violentas. El río reconoce a su madre la cloaca.
De compasión le estallan al indio los pulmones.
La lluvia borra los ojos. No reconozco nada.
23
para Olga
en la espera de la vida nueva
El dios egipcio Bes
tiene la barba hirsuta y las patas cortas
cola de león
greñas espeluznantes
y rápidas muecas torvas le alborotan la jeta.
Nadie lo tomaría por un dios
sino por un demonio muy poco frecuentable.
Y sin embargo Bes
es el más amable de los dioses:
ayuda en los partos
promueve la belleza de las mujeres
protege a los durmientes
y siembra alegría por todas partes bailando y tocando música.
En la fealdad suma de este benefactor sin tacha
veo la prueba suprema de su delicadeza de espíritu:
como verdadero artista que es
no ha querido ponernos las cosas demasiado fáciles.
A su lado el apolíneo violador Apolo --por poner un ejemplo--
se revela ridículamente insensible para el matiz
y su grosera suficiencia asesina
--sea en asuntos de canto o de mujeres--
no corresponde a una persona discreta
sino a algún hampón de altos vuelos en un bar de alterne.
No adoraré nunca a Bes
pero le daré la mano
y apenas se presente ocasión me iré de vinos con él
por alguna ciudad de calles fértiles.
24
Unos pocos hacen historia:
los más la sufren.
De tanto en tanto quienes sufren la historia
tras sufrir demasiado
se exasperan, y eruptivamente
se echan a la calle a hacer historia:
son días de grandes borracheras
grandes carnicerías
grandes revoluciones.
Días que son horas y luego son minutos.
Después, quienes hacen historia
recuperan las posiciones
desde las que pueden hacer historia.
¿A ti qué te parece:
podemos desuncirnos de esta noria?
25
De repente el olor de las mimosas
como una antorcha que respira o como
una ola inmemorial que besa
la desnudez expectante de la playa.
No es más que la puerta
que se abre, pero pone en movimiento
un aire donde cuaja
toda la dulzura de este precario otoño.
26
para Ina y Antonio
Lo pueden hacer muchos,
pero nadie lo hace: entonces hazlo.
Si no lo puedes hacer más que tú,
artesano, tus manos me dan frío.
Enseña a hacerlo a otros.
Que no enmudezca tu casa.
Que la memoria zumbe sobre rosas y asfódelos.
Si se rompe ese hilo
está perdido todo.
27
DUM SPIRO SPERO:
me defiende defiendo
mi cabrona esperanza
mientras me quede aliento.
"La historia parece llevarnos en su vientre
Sin duda se ha olvidado de parirnos."
Mircea Dinescu.
La sublevación popular en Rumanía marca el desenlace trágico de un siglo trágico: en ese horroroso baño de sangre culmina el siglo de las guerras civiles y la tragedia proletaria del estalinismo. Casi es ya un lugar común señalar que el siglo XX acaba --a efectos históricos y no meramente cronológicos-- en diciembre de 1989. Se abre una nueva época con los augurios más siniestros imaginables para los oprimidos y los desposeídos, con las exactas premoniciones de muerte del planeta a la distancia de nuestra respiración.
En este mundo vivo. De estos sufrientes querría --en algún mañana casi inconcebible-- ser hermano. En esta tierra martirizada afirmo los pies. Hay una memorable máxima de Brecht --recordada por Walter Benjamin en sus anotaciones de Svedenborg-- en la que hoy conviene hacer hincapié: no conectar con el buen tiempo pasado, sino con el mal tiempo presente.
Escribir --también escribir poemas-- puede ser una forma de obrar. Quizá a la manera del judío rumano Paul Antschel: "Estábamos muertos y podíamos respirar".
Jorge Riechmann
29 de diciembre de 1989.
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