En Palestina, en África, en Asia, en América, en Europa, en Oceanía, en todas las partes del mundo donde haya hambre, miseria e injusticias y donde la violencia sea el medio para resolver las controversias, una parte del espíritu humano se va perdiendo, y con ello nuestra inmortalidad y nuestro derecho a sentirnos hijos legítimos del Creador.
Volvámonos humanos, no permitamos la injusticia, no permitamos la opresión del hombre por el hombre.
¡AÚN ESTAMOS A TIEMPO!
Volvámonos humanos, no permitamos la injusticia, no permitamos la opresión del hombre por el hombre.
¡AÚN ESTAMOS A TIEMPO!
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