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Periódico La Jornada
Sábado 24 de septiembre de 2011, p. 2
Nueva York, 23 de septiembre. El presidente palestino, Mahmoud Abbas, entregó este viernes la solicitud de adhesión a la Organización de Naciones Unidas (ONU) de un Estado palestino en un acto previo a su discurso.
La hora ha llegado para que mi orgulloso y valiente pueblo, tras décadas de desplazamiento, ocupación colonial y sufrimiento incesante, viva como los otros pueblos de la tierra, en una patria libre y soberana, expresó Abbas, en cuyo rostro se notaba orgullo, tras entregar la carta de solicitud al secretario general del organismo, Ban Ki-moon.
Al iniciar su discurso ante la 66 Asamblea General de la ONU y luego de entregar formalmente la solicitud oficial para ser un miembro de pleno derecho en el organismo, Abbas fue recibido con más de un minuto de ovación, de pie, por la mayoría de las legaciones diplomáticas.
Durante su alocución, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) indicó que Israel ha destruido los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de paz debido a la negativa a detener la construcción de asentamientos y a tomar como base para las conversaciones las fronteras del 4 de junio de 1967 (que reclaman para los palestinos Cisjordania, la franja de Gaza y Jerusalén Este como su capital), no obstante lo cual, apuntó, los palestinos están dispuestos a retomar las negociaciones.
Podemos regresar de inmediato a la mesa de negociaciones sobre la base de la legitimidad del Estado palestino; nuestros esfuerzos no están dirigidos a aislar a Israel, sólo queremos que sus asentamientos se consideren ilícitos, remarcó.
Agregó que
en nombre del pueblo palestino extiendo la mano al pueblo israelí en pos de conciliar la paz (...) hasta ahora el fracaso de las pláticas es culpa de la política colonialista de Israel y de la ocupación militarizada de territorios palestinos. Apeló a construir
puentes de diálogoen lugar de
una muralla de división.
Abbas dio por ejemplo de esa política la construcción de asentamientos en Cisjordania (ocupada por más de 300 mil colonos israelíes), la negativa de permisos a los palestinos para construir en Jerusalén Este (anexada de facto por Israel y ocupada por 200 mil colonos israelíes), y los extensos puntos de revisión (más de 505 en Cisjordania en 2010), que limitan la libertad de movimiento de los palestinos , así como el bloqueo a la franja de Gaza.
Subrayó que la política israelí de crear colonias destruirá cualquier posibilidad de lograr una solución de dos estados, para la que hay consenso internacional, y denunció una política de limpieza étnica implementada por Israel.
Sacándonos de un territorio ancestral, la potencia ocupante sigue haciendo excavaciones en nuestros sitios sagrados, sigue acosando la ciudad sagrada con asentamientos, afirmó.
Tal ocupación, recalcó, “continúa reduciendo nuestras fronteras, desafía y socava la posibilidad real de un Estado palestino, y sigue imponiendo una guerra de agresión con la consecuente destrucción de escuelas, hospitales y mezquitas.
Las acciones criminales de los colonos se han intensificado con ataques directos contra nuestro pueblo, contra terrenos agrícolas, y a pesar de nuestras alertas, las autoridades israelíes no han retrocedido en sus propósitos ofensivos.
En un momento histórico que no se repetía desde que su antecesor, Yasser Arafat, compareció ante la ONU en noviembre de 1974, Abbas cerró su discurso de 40 minutos ante los 193 miembros de la Asamblea General diciendo que nadie que tenga un poco de conciencia puede rechazar la solicitud palestina,
nuestro pueblo espera la respuesta del mundo.
Poco después fue el turno del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien pidió a Abbas reunirse hoy mismo en Naciones Unidas para discutir los esfuerzos de paz en Medio Oriente, tras señalar que la base del conflicto con los palestinos es la negativa de éstos a
reconocer al Estado judío y cualquier frontera.
Presidente Abbas, tenemos que dejar de negociar sobre las negociaciones. Negociemos la paz, apeló Netanyahu a su homólogo al iniciar el discurso.
La verdad es que Israel quiere la paz, la verdad es que yo quiero la paz. La verdad es que no podemos alcanzar la paz a través de resoluciones de la ONU, sino a través de negociaciones. La verdad es que hasta el momento los palestinos se han negado a negociar, señaló.
Si genuinamente queremos paz, ¿qué es lo que nos detiene?, preguntó Netanyahu, e hizo hincapié en las preocupaciones israelíes por la seguridad.
No son problemas teóricos, son muy reales, enfatizó, y repitió lo que ha venido diciendo a lo largo de la semana: que los mismos
deben ser resueltos antes de declarar un Estado palestino. Aseguró:
luego de una solución de paz seríamos los primeros en reconocer un Estado palestino.
Netanyahu ofreció a Abbas reunirse en Jerusalén, Ramalá o Nueva York, criticó la postura de la comunidad internacional hacia su país y dijo que desde su fundación Israel siempre ha estrechado la mano a otros en son de paz. Ofreció ese gesto
en especial al pueblo palestino, con el que buscamos una paz duradera.
Se refirió al “extremismo islámico como el nuevo peligro tras la guerra fría”.
Los extremistas islámicos matan judíos, cristianos y hasta a musulmanes. Lo peor sería que puedan acceder a armas nucleares, y exactamente ésa es la amenaza en Irán, dijo el premier, quien pidió a los miembros de la Asamblea General detener los planes del presidente iraní, Mahmud Ajmadineyad.
Sobre el final, el premier israelí se dirigió al líder de la ANP y dijo:
extiendo mi mano. Espero que usted la tome.
¡VIVA PALESTINA LIBRE Y SOBERANA!
¡FUERA ISRAEL DE TERRITORIOS OCUPADOS!
¡MUERA EL IMPERIALISMO YANKI!
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