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sábado, 3 de enero de 2009

BOICOTEEMOS AL ESTADO DE ISRAEL Y LOS PAÍSES QUE LO APOYAN: Estados Unidos, Canadá, Alemania, entre otros

La historia de las agresiones al pueblo palestino no es nuevo. De hecho, desde que arbitrariamente las potencias mundiales "crearon" el Estado de Israel, las agresiones de los nazi sionistas a los palestinos y pueblos árabes, apoyados principalmente por los Estados Unidos, han sido constantes.

Lean la siguiente nota en relación a las agresiones de Israel al pueblo palestino en el 2004. Hay que recordar que los invasores y agresores son los sionistas de Israel, no los palestinos y por eso los invitamos a realizar un BOICOT a todos los productos y mercancías de origen israelí.( La nota fue copiada de la revista AMANECER www.revistaamanecer.com)


Israel ataca Rafah

.REDACCIÓN

D urante los días 18 a 23 de mayo de 2004, la ciudad de Rafah se convirtió en el objetivo de una nueva agresión del Ejército israelí. Según datos de la Agencia de la ONU encargada de los Refugiados Palestinos (UNRWA), 575 palestinos perdieron su hogar en esos seis días. Esta cifra se eleva a 2.000, sin embargo, si se cuenta el período comprendido entre el 1 de mayo y el 23 de ese mismo mes.
En lo que se refiere a los edificios destruidos, según la UNRWA, los israelíes demolieron 45 edificios de viviendas entre los días 18 al 23 de mayo y 155 en el período comprendido entre el 1 y el 23 de dicho mes.
Durante su incursión contra Rafah, las tropas israelíes asesinaron también a 128 palestinos e hirieron a varios centenares más. Por todo ello, la Agencia describió la situación en la ciudad como una "catástrofe humanitaria". El ataque contra Rafah ha sido el mayor de los últimos años y se produjo poco después de que 13 soldados israelíes, que viajaban en dos vehículos acorazados, murieran en dos días consecutivos de enfrentamientos con los palestinos.
La pesadilla de terror, asesinatos y demoliciones de casas comenzó el día 17 por la noche cuando los israelíes lanzaron intensos bombardeos de artillería y aviación. Tropas israelíes convergieron entonces en la vecindad de Tel al Sultan, al norte de la ciudad.
En la mañana del día siguiente al menos 18 palestinos, la mayoría de los cuales eran civiles inocentes, fueron asesinados por el fuego de los soldados israelíes y el lanzamiento de misiles Hellfire por parte de algunos helicópteros Apache.Una anciana palestina llora entre las ruinas de lo que fue su casa, destruida por un bulldozer israelí
Durante uno de estos ataques, un helicóptero Apache lanzó dos misiles contra una mezquita local, matando a seis fieles y ocasionando un enorme daño al edificio. Otro helicóptero lanzó otro misil contra un grupo de civiles matando a cinco e hiriendo y mutilando a otros nueve más.
El ejército de ocupación israelí manifestó que el objetivo del ataque era el de "arrestar o matar" a los sospechosos de pertenecer a las organizaciones palestinas de resistencia y "localizar y destruir" los supuestos túneles que unían Rafah con Egipto. Los palestinos rechazaron estas alegaciones israelíes señalando que el propósito real de Israel no era otro que el de destruir Rafah, demoler centenares de viviendas y matar a tantos palestinos como fuera posible para fortalecer la moral israelí.
La demolición de viviendas y matanza de civiles cometida por Israel han recibido, sin embargo, una amplia condena de la comunidad internacional. Kieran Prendergast, el más alto consejero del secretario general de la ONU, Kofi Annan, manifestó, en relación con este ataque: "El Ejército israelí ha demolido centenares de viviendas palestinas, en violación de sus obligaciones, derivadas de la ley internacional... Las condiciones económicas (del pueblo palestino) han continuado empeorando todavía más y esto está generando un mayor sufrimiento y acrecentando la desesperación (de los palestinos)".
Paul McCann, representante de la UNRWA, condenó públicamente esta política y rechazó la mencionada tesis israelí de que las viviendas demolidas ocultaban túneles que unían Gaza con Egipto o estaban vacías.
McCann ha señalado que los edificios que estaban vacíos habían sido evacuados solamente por el miedo constante de sus propietarios a ser asesinados o heridos por un ataque israelí. "Cuando la casa de tu izquierda ha sido demolida y la de tu derecha también, sabes que serás el siguiente, así que las familias palestinas no esperan hasta el último momento para buscar otra vivienda", señaló McCann. Otro responsable de la UNRWA, Peter Hansen ha condenado también esta política israelí a la que calificó un "castigo colectivo" ilegal. En lo que se refiere al tema de los túneles, hay que señalar que el propio presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha retado a Israel a que proporcione públicamente una prueba de su existencia. Israel, sin embargo, no ha querido o no ha podido hacerlo hasta ahora.
Por su parte, Amnistía Internacional acusó también a Israel de cometer crímenes de guerra en Gaza. Un informe de la organización describió la destrucción de viviendas, granjas e infraestructuras en Cisjordania y Gaza como "un grave crimen de guerra" y "una abierta violación de la Convención de Ginebra".
Según el diario israelí Haaretz, el plan para la destrucción de viviendas palestinas en Rafah fue aprobado en un reciente encuentro de altos jefes militares, al que asistieron el primer ministro, Ariel Sharon, el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, y otros altos oficiales israelíes, algo que de confirmarse permitiría a un tribunal internacional procesar a cada uno de ellos por crímenes de guerra y contra la humanidad.

Un holocausto silencioso

En la actualidad, los 140.000 habitantes de Rafah se han convertido en prisioneros. Al sur, se encuentra la frontera de Egipto, que está cerrada; al oeste, el Mar Mediterráneo; al este, varios asentamientos judíos; y al norte, un despliegue permanente de tanques, helicópteros y tropas israelíes. Desde el estallido de la segunda intifada en septiembre de 2000, el Ejército israelí ha llevado a cabo más de 180 incursiones contra Rafah, en el transcurso de las cuales han sido asesinados cientos de civiles palestinos y ha destruido más de un millar de viviendas, lo cual ha dejado a unos 11.000 palestinos sin hogar. Sin embargo, la UNRWA sólo ha podido conseguir nuevas viviendas para 1.000 de estas personas en estos tres años y medio. Los responsables de la UNRWA se quejan además de que su llamamiento urgente en favor de mayores donaciones y ayudas para la población palestina no ha recibido todavía una amplia respuesta internacional.
Así pues, las escenas de mujeres y niños huyendo con sus escasas pertenencias de sus hogares antes de que los bulldozers israelíes los destruyan se han convertido en algo cotidiano en Rafah. En ocasiones, los soldados israelíes disparan contra los civiles que huyen.Varios palestinos muertos por el fuego israelí durante el reciente ataque contra Rafah
"Los israelíes están llevando a cabo un holocausto lento y silencioso en esta ciudad, bajo el pretexto de la búsqueda de túneles. Lo vergonzoso de esto es que gran parte del mundo se limita a mirar pasivamente mientras Auschwitz y el Guetto de Varsovia están siendo recreados en Rafah", manifestó Maydi Zurub, un alto representante de la Autoridad Palestina (AP) en Gaza. "Sé que para algunos la palabra holocausto puede resultar exagerada. Sin embargo, la realidad es que está siendo perpetrado un holocausto aquí. Estoy hablando de un ejército, el israelí, que es una réplica de la Gestapo y que toma como blanco de sus ataques a miles de hombres, mujeres y niños indefensos. Estoy hablando de un ejército de bárbaros que intenta asolar y aniquilar a toda una ciudad".
Por su parte, la Autoridad Palestina describió la agresión israelí contra Rafah como "una gran catástrofe" y el parlamentario israelí Yossi Sarid, líder del partido Yahad, de centro izquierda, manifestó, por su parte, que la demolición en masa de viviendas palestinas constituye un crimen de guerra.

Condena de la ONU

El 19 de mayo, varios países árabes, encabezados por Argelia, presentaron una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU para condenar el ataque israelí contra Rafah, el asesinato de civiles palestinos y la demolición de casas por parte de Israel. En esta ocasión, EEUU, que suele vetar las resoluciones de condena a Israel, se abstuvo, permitiendo así que la resolución fuera aprobada por una mayoría de 14 votos a favor y ninguno en contra. Pocas horas antes de la votación, un helicóptero israelí había lanzado un misil contra una multitud de palestinos desarmados que se manifestaban en contra de las demoliciones de viviendas, matando a 10 de ellos, incluyendo a varios niños, e hiriendo a 50 más.
Tras la votación, el embajador de Argelia en la ONU, Abdullah Baali, advirtió que "Israel no puede continuar ignorando la autoridad de la ONU y violando las normas del Derecho Internacional con impunidad".
Sin embargo, al día siguiente, 20 de mayo, y en un abierto desafío a la comunidad internacional, Israel amplió su ataque a nuevas áreas dentro y alrededor de Rafah y continuó con las demoliciones. El día 21, las tropas israelíes se retiraron finalmente dejando tras de sí una escena de gran devastación: un camino donde antes había habido varias decenas de edificios, un huerto de olivos arrasado y el zoo de Gaza destruido.
Uno de los residentes de Rafah, Abdul Rahim Abu Yazir, un profesor de 42 años, volvió a su casa después de que los israelíes se hubieran ido. "No reconozco mi propia calle", declaró a la agencia Associated Press. "No creo que un terremoto pudiera hacer lo que ha hecho el Ejército israelí en esta área". Según la agencia, los palestinos regresaron a lo que eran las ruinas de sus casas para intentar "recuperar sus álbumes de fotos, ropas, zapatos y juguetes". "Los trabajadores de la ONU entraron en Tel Sultan, repartiendo comida y agua a algunos de los 25.000 residentes. Muchos de ellos carecían de leche y comida para niños".
Según el diario The Independent (22 de mayo), los israelíes destruyeron también el zoo de la ciudad antes de partir. Los militares judíos mataron a la mayoría de los animales, destruyeron árboles y jaulas y arrasaron las instalaciones del zoo. Unos pocos animales -entre ellos algunos canguros, serpientes, zorros, monos y jaguares- quedaron vagando por el lugar. El zoo, que había tardado cinco años en construirse, era una de las pocas distracciones con que contaban los niños en una ciudad prácticamente sitiada desde hace años.


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