Redacción Sociedad
La mayoría de los pacientes que han sufrido un derrame cerebral o la interrupción de flujo sanguíneo al cerebro no sabe lo que le está ocurriendo. Por lo tanto retrasa el tratamiento médico.
Una investigación llevada a cabo en EE.UU. fue publicada en Emergency Medicine Journal (Revista de Medicina de Emergencia) y citada por BBC Ciencia. En ella se estudió a 400 pacientes internados de emergencia en la Clínica Mayo.
Todos habían sido diagnosticados con derrame isquémico agudo o accidente isquémico transitorio, cuando la interrupción del flujo sanguíneo es temporal. Los científicos descubrieron que la mayoría de los pacientes no acudió a la sala de emergencias cuando aparecieron los primeros síntomas.
Solo menos de la mitad (42%) pensó que estaba sufriendo un derrame cerebral.
En el estudio se encuentra también que el tiempo promedio desde la aparición de los síntomas hasta la llegada del hospital fue de más de tres horas y media. Y la mayoría, tanto de hombres como mujeres, pensó que los síntomas desaparecerían.
Cuando los investigadores preguntaron a los pacientes si conocían los síntomas de un derrame, menos del 20% pensaba que era una enfermedad gradual. Poco más de 51% sabía de la importancia de buscar ayuda médica de inmediato.
Un derrame cerebral, dicen los médicos, es una urgencia. A los pocos minutos de que se interrumpa la circulación de sangre al cerebro, las células cerebrales empiezan a morir.
Según la Organización Mundial de la Salud, los derrames cerebrales son la tercera causa de muerte en muchos países del mundo, con cerca de 2 millones de víctimas cada año.
Y también es una de las principales causas de grave discapacidad entre los enfermos que logran sobrevivir.
“El tiempo es crucial para el tratamiento de un derrame cerebral”, afirma la doctora Latha Stead, a cargo del estudio.
“Los antecedentes médicos de cada individuo tendrán un efecto en su recuperación”. Entre más rápido llegue a la sala de emergencias un paciente que está sufriendo un derrame, más probabilidades tendrá de limitar el daño y de recuperarse.
El derrame isquémico, que es el tipo más común, es causado por un coágulo que bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro o por la ruptura de un vaso. Y el otro tipo, el accidente isquémico transitorio, también llamado miniderrame, ocurre con una interrupción breve de flujo sanguíneo al cerebro.
Tal como explican los autores, un derrame puede ocurrir de manera súbita o durante varias horas con el empeoramiento del trastorno. Es por eso que el tratamiento inmediato puede marcar la diferencia entre una lesión cerebral ligera o una grave discapacidad y muerte.
Si el paciente llega a la sala de emergencias, el médico puede disolver o desintegrar el coágulo que está causando el bloqueo para que la sangre pueda fluir.
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