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jueves, 27 de noviembre de 2008

MITOLOGÍA JAPONESA


La octava pareja

Izanagi no Mikoto junto a Izanami no Mikoto son los dioses japoneses de lo masculino y lo femenino. Ellos fueron los primeros seres que crearon las islas en el agua y a los demás dioses.

Fueron además, la octava pareja de divinidades que surgió del caos primordial tras la creación del cielo y de la tierra.






Amaterasu se esconde

Amaterasu, la Diosa del Sol, Tsuki-yomi, dios de la luna y Susano, el dios de la tormenta, nacieron de Izanagi, el primer varón, después de que éste escapara del mundo subterráneo. Cuando tuvieron edad suficiente, Izangi le dio a Amaterasu el dominio de los cielos, a Tsuki-Yomi el dominio de la noche y a Susano el dominio del océano. Pero Susano se sintió engañado y se encaprichó, prefería i a la tierra oscura de Izanami, su madre, que cominar las aguas. Entonces, desafió a Amaterasu a una competencia: de aquel del que nacieran las deidades más poderosas, habría de ceder el poder al otro. Como Amaterasu ganó, Susano se puso tan furioso que atacó el palacio sagrado de los tejidos, donde Amaterasu y sus damas tejían el mundo. El la asustó y la ofendió tanto, que se retiró a la soledad de una cueva, dejando cielo y tierra en completa oscuridad. Como los otros dioses estaban muy preocupados, se propusieron hacer volver a Amaterasu de nuevo al mundo. Dudaron bastante durante mucho tiempo, y finalmente decidieron llamar su atención causando una gran conmoción fuera de la cueva, engañándola para que creyera que estaban recibiendo a una divnidad aún más poderosa que ella. En realiad, la deidad superior era la misma Amaterasu, reflejada en un espejo.

Susano, dios de la tormenta

Cuando Amaterasu regresó al mundo, los dioses castigaron a Susano cortándole la barba y las uñas de las manos y pies y lo desterraron del mundo de los humanos. Al ver un par de palillos para comer folotando en el río, quiso saber quién era el dueño de ellos. Cuando los encontró, vio que se trataba de una pareja de ancianos desolados por haber perdido siete hijas devoradas por un dragón de ocho cabezas, que se disponía a comerse a su última hija, Kusa-nada-hime, la Pirncesa del Arrozal. Susano decidió rescatarla y transformó en una "peineta" que colocó en su pelo. Luego llenó ocho barriles de sake para el dargón quien al beberlos, se quedó dormido. Susaon entonces, le cortó las cabezas al dragón con una espada mágica: aine no murakomo que signfica "Nubes de los cielos", que él había hallado en su cola. Luego envió la espada a Amaterasu como prenda de sumisión. Junto con el espejo y las joyas de Amaterasu, forma parte de los atributos imperiales japoneses. Después Susano retornó a la princesa del Arrozal a forma humana y la hizo su esposa.


La montaña sagrada

El Sintoísmo, "El camino de los dioses", considera la existencia de espíritus, kami en todos los fenómenos naturales. Segen-Sama, diosa del monte fuji, es la más venerada. El monte Fuji es escenario de muchos mitos japoneses. Se cree, por ejemplo, que es la morada de Kunitokotachi, el Señor de la Tierra Eterna, invisible deidad creadora ominipresente que surgió en forma de caña del caos del océano primigenio.

Kaguya-hime

Hace mucho tiempo, un anciando encontró a una niña recién nacida en una de las laderas de Fuji. Entonces, la llamo Kaguya-hime. Al crecer, la niña se transformó en una hermosa mujer y se casó con el Emperador. Pero transcurridos siete años de su matrimonio, le dijo a su marido que como no era mortal, debía regresar al cielo. Para consolar al Emperador, le entregó un espejo dicéndole que en él siempre podría verla.

El Emperador, deseoso de ir al cielo junto a ella, utilizó el espejo para seguirla hasta la sima del Fuji... pero no pudo continuar. Su amor desengañado hizo que se prendiera fuego al espejo y desde ese día, de la cima de la montaña, siempre sale fuego.

Fuji vs. Haku

El monte Fuji (femenino) y su vecino, el monte Haku (masculino) dsiputaron por ver cuál de los dos era el más alto. Para decidir respecto a la cuestión el Buda de la luz Infinita, hizo pasar un tubo desde la cima del monte Haku hasta la cima del monte Fuji. Cuando el agua se vertió sobre la cima del monte Fuji la diosa se enojó tanto que golpeó a Haku en la cabeza y le rompió el cráneo en ocho fragmentos (los ocho picos actuales del monte Haku). Como consecuencia, el monte Fuji es hoy más elevado.


LEYENDAS TOMADAS DE: http://mitologiajaponesa.idoneos.com

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