Nota tomada de "Ciencia y Desarollo", suplemento de "La Jornada"
Transforman basura en biogás (Octubre/2008)
Ante la creciente cantidad de desperdicios orgánicos e inorgánicos que se generan en el Distrito Federal y como una respuesta a la producción de energías alternas que requiere el país, investigadores del Instituto Politécnico Nacional trabajan en el procesamiento de basura de la Central de Abasto de la Ciudad de México para la producción de biogás. [Photo] El objetivo del trabajo que desarrollan especialistas de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (UPIBI), es producir gas metano e hidrógeno a partir de la descomposición y manejo controlado de desechos de frutas, verduras y flores, así como de algunos productos cárnicos. Al respecto, la catedrática e investigadora del área de Sistemas Ambientales de la UPIBI, Elvia Inés García Peña -quien posee una amplia experiencia en el tratamiento de contaminantes gaseosos y residuos sólidos-, señaló que la Central de Abasto de la Ciudad de México es el segundo mayor centro de comercialización de alimentos en el mundo, el cual recibe diariamente alrededor de 24 mil toneladas de productos y genera aproximadamente 895 toneladas de residuos por día. Explicó que entre los principales desechos que se tienen en este enorme mercado, una gran cantidad corresponde a frutas y vegetales, y otra parte al mercado de flores, lo cual representa aproximadamente el 65 por ciento, lo que indica que el mayor porcentaje de basura está constituido por desperdicios orgánicos. “Estos residuos actualmente van a dar al tiradero Bordo Poniente, mismo que pronto será cerrado; esto ocasionará que la disposición de los residuos sea cada vez más complicada. Por otro lado, para todos es bien conocido que tenemos un problema energético porque los combustibles fósiles se están agotando, de manera que en todo este desperdicio orgánico se encuentra un importante potencial de materia susceptible de transformarse en biogás”, sostuvo. García Peña precisó que algo que ha generado gran interés es el tratamiento de estos residuos para la producción de energías alternativas como los biocombustibles, por lo que recientemente la UPIBI se ha enfocado al estudio y producción de dos gases: metano e hidrógeno. Destacó que un producto resultante de la fermentación de los desechos orgánicos es la producción de biogás como el metano, que se obtiene mediante la acción de las bacterias metanogénicas, las cuales juegan un papel muy importante en este proceso. Refirió que la fermentación metanogénica permite la degradación de la materia orgánica en condiciones anaerobias bien controladas para dar como producto final el metano, y en el caso de la descomposición de la carne aunada a un manejo adecuado de diferentes variables, es posible generar hidrógeno. “Durante los tres últimos años hemos estado trabajando en un sistema de digestión anaerobia mediante el uso de un reactor que tiene 25 litros de volumen y que es alimentado aproximadamente cada 15 días con residuos vegetales”, indicó. Expuso que lo primero fue tomar una mezcla representativa de los principales productos que se producían en la Central de Abasto, los cuales fueron caracterizados en lo que es el contenido de materia orgánica, es decir, sólidos totales, además de una caracterización del pH. La especialista mencionó que con residuos de tomate, lechuga, papaya, piña plátano y naranja, se hizo una mezcla que fue sometida aun proceso de manejo regulado del pH y temperatura, además de que se evaluó la participación de algunos tipos de microorganismos que contribuyen eficientemente a la descomposición de la materia orgánica para la generación de biogás. “Manipulando y controlando las condiciones de operación dentro del proceso, es posible incrementar o disminuir la producción de gas metano o hidrógeno, según sea el caso”, resaltó. “Valoramos diferentes condiciones de inoculación en el caso de los microorganismos, y se evaluaron temperaturas de 20, 30 y 40 grados, y se evidenció que a los 30 grados se lograron las mejores conversiones de materia orgánica, y con un pH no muy ácido se consiguieron buenas producciones de biogás”, dijo. La investigadora de la UPIBI sostuvo que una vez terminada la experimentación se comparó con estudios realizados por diferentes autores en diferentes países, y se encontró que este trabajo obtuvo una producción de biogás y rendimientos bastante aceptables y comparables con los obtenidos por otros investigadores, toda vez que cuando se hizo una mezcla de residuos de frutas y verduras con residuos cárnicos, se logró una mayor productividad. Finalmente, Elvia Inés García Peña añadió que estas investigaciones aún no concluyen, pues actualmente estudian diversas variables y se realizan estudios para intervenir la ruta metabólica de los microorganismos a fin de favorecer una mayor producción de metano e hidrógeno
No hay comentarios.:
Publicar un comentario