copiado de FILOSOFÍA DIGITAL
TODO NO SEGUIRÁ IGUAL, por Bertolt Brecht
“Quien aún esté vivo no diga “jamás”. Todo no seguirá igual. Cuando hayan hablado los que dominan, hablarán los dominados. ¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros. ¿De quién que se acabe? De nosotros también. ¡Que se levante aquél que está abatido! ¡Aquél que está perdido, que combata! Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana y el jamás se convierte en hoy mismo”.
* * * * * * LOA DE LA DIALÉCTICA
Con paso firme se pasea hoy la injusticia.
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más.
La violencia garantiza: “Todo seguirá igual”.
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación: “Ahora es cuando empiezo”.
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:
“Jamás se logrará lo que queremos”.
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más.
La violencia garantiza: “Todo seguirá igual”.
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación: “Ahora es cuando empiezo”.
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:
“Jamás se logrará lo que queremos”.
Quien aún esté vivo no diga “jamás”.
Lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan, hablarán los dominados.
¿Quién puede atreverse a decir “jamás”?
¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros.
¿De quién que se acabe? De nosotros también.
Lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan, hablarán los dominados.
¿Quién puede atreverse a decir “jamás”?
¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros.
¿De quién que se acabe? De nosotros también.
¡Que se levante aquél que está abatido!
¡Aquél que está perdido, que combata!
¿Quién podrá contener al que conozca su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en hoy mismo.
* * *¡Aquél que está perdido, que combata!
¿Quién podrá contener al que conozca su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en hoy mismo.
BERTOLT BRECHT, Poemas y Canciones, 1932. Alianza Editorial, 2005. [FD, 09/08/2007]
EL HACHA (ELEGÍA ESPAÑOLA), por León Felipe
“A los caballeros del Hacha, a los cruzados del rencor y del polvo… A todos los españoles del mundo”. L.F.
* * * * * *¿Por qué habéis dicho todos
que en España hay dos bandos,
si aquí no hay más que polvo?
En España no hay bandos,
en esta tierra no hay bandos,
en esta tierra maldita no hay bandos.
No hay más que un hacha amarilla
que ha afilado el rencor.
que en España hay dos bandos,
si aquí no hay más que polvo?
En España no hay bandos,
en esta tierra no hay bandos,
en esta tierra maldita no hay bandos.
No hay más que un hacha amarilla
que ha afilado el rencor.
Un hacha que cae siempre,
siempre,
siempre,
implacable y sin descanso
sobre cualquier humilde ligazón:
sobre dos plegarias que se funden,
sobre dos herramientas que se enlazan,
sobre dos manos que se estrechan.
siempre,
siempre,
implacable y sin descanso
sobre cualquier humilde ligazón:
sobre dos plegarias que se funden,
sobre dos herramientas que se enlazan,
sobre dos manos que se estrechan.
La consigna es el corte,
el corte,
el corte,
el corte hasta llegar al polvo,
hasta llegar al átomo.
[...]
Aquí no hay más que átomos,
átomos que se muerden.
[…]
Vuelan sobre tus torres y tus campos
todos los gavilanes enemigos
y tu hijo blande el hacha
sobre su propio hermano.
Tu enemigo es tu sangre
y el barro de tu choza.
[...]
Y el hacha cae ciega,
incansable y vengativa
sobre todo lo que se congrega
y se prolonga:
sobre la gavilla
y el manojo,
sobre la espiga
y el racimo,
sobre la flor
y la raíz, sobre el grano
y la simiente,
y sobre el polvo mismo
del grano y la simiente.
el corte,
el corte,
el corte hasta llegar al polvo,
hasta llegar al átomo.
[...]
Aquí no hay más que átomos,
átomos que se muerden.
[…]
Vuelan sobre tus torres y tus campos
todos los gavilanes enemigos
y tu hijo blande el hacha
sobre su propio hermano.
Tu enemigo es tu sangre
y el barro de tu choza.
[...]
Y el hacha cae ciega,
incansable y vengativa
sobre todo lo que se congrega
y se prolonga:
sobre la gavilla
y el manojo,
sobre la espiga
y el racimo,
sobre la flor
y la raíz, sobre el grano
y la simiente,
y sobre el polvo mismo
del grano y la simiente.
Aquí el hacha es la ley
y la unidad el átomo,
el átomo amarillo y rencoroso.
Y el hacha es la que triunfa.
y la unidad el átomo,
el átomo amarillo y rencoroso.
Y el hacha es la que triunfa.
* * *
LEÓN FELIPE (1884-1968). Obra poética escogida, prólogo por Gerardo Diego. Espasa-Calpe, 1985. [FD, 18/06/2006]
EL AMOR QUE SABE VER, por Konrad Lorenz
“Lo que llevé a cabo movido por la ira,
creció con ímpetu de la noche a la mañana,
mas no perduró en la lucha con los elementos.
Lo que sembré movido por el amor,
germinó con firmeza y maduró pausado,
creció con ímpetu de la noche a la mañana,
mas no perduró en la lucha con los elementos.
Lo que sembré movido por el amor,
germinó con firmeza y maduró pausado,
y gozó de la bendición del cielo.”
PETER ROSEGGER.
* * * * * *
Para poder escribir sobre la vida de los animales se ha de tener una sensibilidad cálida y sincera hacia toda criatura viva. Yo creo poseer esta condición; pero no recuerdo los versos de Peter Rosegger, con que encabezo este prólogo, con el deseo de poner de relieve que este libro sea fruto de mi amor a los animales vivos, sino todo lo contrario, puesto que ha nacido del enfado que me producen muchos libros que tratan de animales. Debo confesar que si he hecho algo en mi vida movido por la ira, ha sido precisamente el escribir las historias que doy en estas páginas.
¿Qué es lo que me molesta? El montón de libros sobre animales, llenos de embustes e increíblemente malos, que se ofrecen hoy en todas las librerías; la turba de escritores que se atreven a contar cosas de los animales sin conocerlos. No se pueden subestimar los errores que difunden las historias de animales escritas de manera irresponsable, especialmente entre la juventud sensible.
No vale objetar que las falsedades son simples licencias de una exposición artística. Desde luego, a los poetas les está permitido estilizar a los animales, lo mismo que cualquier otro objeto, según las necesidades de los procedimientos poéticos. Los lobos y la pantera, el inolvidable meloncillo “Rikkitikkitavi” de Rudyar Kipling hablan como hombres; la abeja “Maya” de Waldemar Bonsel es tan formal y cortés como una persona bien educada.
Pero estas licencias sólo pueden permitirse al que conoce realmente a los animales. Tampoco puede exigírsele, al que se dedica a las artes plásticas, que eleve la representación de un objeto hasta la exactitud científica. Pero mala cosa si no “conoce” y si su “estilización” es sólo un manto que pretende usar para encubrir su incapacidad.
Yo soy naturalista, no artista; de manera que no me voy a permitir semejantes licencias o “estilizaciones”. Por lo demás, creo que si se quiere convencer al lector de la belleza de un animal, no es necesario recurrir a tales libertades, pues basta con atenerse a los hechos, como en los más rigurosos trabajos científicos, ya que las verdades de la Naturaleza orgánica son de una belleza que inspira amor y veneración, y se nos ofrecen tanto más bellas cuanto más penetramos en sus detalles y particularidades.
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