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domingo, 9 de noviembre de 2008

ENRIQUE HERNÁNDEZ VÁSQUEZ: Cuento "El Golpe"



El golpe

Enrique Hernández Vásquez (Bayamo, 1970)


La vida siempre salda sus deudas, ¿verdad, papá? Nadie puede vivir con la complicidad del odio sin que termine oscuro. Pero no vengo a cobrar nada. Debo conformarme por no haberte escogido. ¿Quieres agua? Abre un poco los labios. Me das lástima. Siempre tan soberbio y con tus enemigos y tu familia envueltos en el mismo fango bajo tus botas. Es todo lo que recuerdo en estos ¿veinte años? No importa, estuve pendiente de tus cosas. La enfermera vive cerca de casa. Tiene una niña preciosa. Yo nunca pude. Sabes por qué. Te odié con toda mi alma. Todavía te odio. Pero ahora en ti todo está viejo. Sin embargo... tus ojos. ¿Tienes frío? Déjame ponerte otra manta. Si pudieras ver a los otros de aquí. Los hijos vienen y les besan la frente, les traen flores y les acarician los cabellos. De todas formas es mejor que no lo veas. Al menos aquí estás tranquilo. A mami, que Dios la tenga en buen resguardo, le gustaba la tranquilidad, a pesar de los pequeños infiernos que le dabas. Me acuerdo cuando ella deambulaba de madrugada por los campos recién arados. Caminaba muy despacio, con las manos en el pecho, murmurando no sé qué penas del corazón. Siempre le re­prochaste no haberte parido un varón, ¿te subo más la almo­hada? Aquella madrugada no se pudo levantar: Ya estaba apagada. Me dejó la imagen de sus largas caminatas y aquel rechazo a mi existencia. Entonces me obligaste a empuñar el hacha. ¿Otro sorbo de agua? Nunca entendí por qué, si tanto me odiabas, no dejaste que me fuera. Sabes que amaba a ese hombre. ¿O tenías miedo de quedarte solo? Estás pálido, sudando frío. No sé cómo te enteraste. Quizás me delató la mirada. Esa noche iba a salir por la puerta del fondo y él estaría esperando en los maizales. Mis pasos casi imperceptibles.

La puerta cercana. Usted salido de la nada. El cabo del hacha. El dolor en mis piernas. Ya nada importa. Esta es mi silla y usted la imagen del pasado donde vivo. De nuevo ese ruido. ¡No respetan a los enfermos! O a los muertos, ¿verdad, papá?.


tomado de:http://lajiribilla-habana.cuba.cu



Enrique Hernández Vásquez (Bayamo, 1970). Poeta y narrador. Obtuvo primera mención de Cuento en el Encuentro Debate Provincial de Talleres Literarios y los Premios de Cuento y Poesía en los concursos literarios Batalla de Guisa, María Luisa Milanés y Tras las huellas de Cervantes. El presente cuento pertenece al libro Fin de siglo (Ediciones Bayamo, 2002).


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