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Una de las siete personas que perdieron la vida por el atentado en el Centro Histórico de Morelia
Foto: IVAN SANCHEZ
Foto: IVAN SANCHEZ
Los atentados contra la población michoacana que se encontraba en la noche del Grito en el Centro Histórico de Morelia, que arrojó 7 muertos y 101 heridos, son “un acto terrorista que apunta al crimen organizado.
“Es un acto terrorista, aunque todavía no sabemos quién lo realizó (...). Creemos que fue el crimen organizado, aunque esto es parte de las investigaciones que está realizando la Procuraduría General de la República”, sostuvo el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel.
Por vez primera en la época reciente de Michoacán, Godoy Rangel anunció que el 16 de septiembre es de duelo en Michoacán, y demandó que en los 113 municipios se guarde un minuto de silencio en memoria de las víctimas del atentado y la suspensión del tradicional desfile militar.
Asimismo, el mandatario reconoció que antes de los atentados, él tenía conocimiento de amenazas de actos furtivos contra la población: “habíamos recibido la amenaza de que en Lázaro Cárdenas y en Huetamo iba a haber un atentado la noche del Grito, y en Morelia hablaron del desfile y nos habíamos preparado para ello, para evitarlo, pero nunca creíamos que fuera una acción tan cobarde de atacar a personas inocentes”.
Por otra parte, la Secretaría de Salud Estatal envió un listado con los nombres y edades de las personas que resultaron fallecidas y las que se encuentran hospitalizadas con heridas provocadas por las esquirlas de las granadas, entre las que se encuentran 10 niños, una de dos años y dos meses de edad.
Los muertos confirmados son: Martha Quintero Brambila, de 40 años; Elisa Guerrero García, de 76; Gloria Alvarez Bautista, de 32; Alfredo Sánchez Torres, de 53; María del Pilar Mendoza, de 30; Juan Antonio Río Pescador, de 50, y Leticia Tapia Guerrero, 48 años de edad. La SSM reportó 101 lesionados, de ellos 6 graves, y que permanecen hospitalizados 52 pacientes.
Consternado, sin poder esconder su tristeza, enojo y frustración, Godoy Rangel tuvo que encabezar el acto por el 198 Aniversario de la Independencia al pie de la estatua de Miguel Hidalgo. Esto mientras Elementos del Ejército mexicano tomaron el control de la vigilancia en el primer cuadro de la capital michoacana, con un cerco que se extendía a al menos 10 cuadras.
El mandatario michoacano, con apenas ocho meses al frente de su administración, fue arropado por la clase política michoacana, e incluso reveló que recibió llamadas de condolencias del presidente Felipe Calderón, del propio Andrés Manuel López Obrador y de varios gobernadores.
En un breve mensaje que dirigió a los asistentes al evento –en el que se encontraba la totalidad de su gabinete, los senadores, diputados y dirigentes partidistas– el gobernador michoacano agradeció a los presentes su decisión de asistir al acto cívico, “veo incluso mucho más gente, servidores públicos municipales, estatales y federales que en actos previos, eso demuestra nuestras convicciones y nuestro carácter. Quiero anunciar que hemos resuelto declarar hoy día de duelo en Michoacán por los condenables hechos de anoche (15 de septiembre) que dejaron muertos y heridos y una gran consternación, por lo tanto pido que en todo el estado ondee a media asta nuestra Bandera Nacional y se guarde un minuto de silencio en memoria de nuestras víctimas. A trabajar y mantenernos firmes”.
En entrevista posterior, el mandatario confirmó que hasta la madrugada del martes se tenían contabilizados siete víctimas fatales y son 101 heridos confirmados, y solicitó a los familiares de las víctimas y los heridos que “tengan paciencia, en el transcurso del día las autoridades responsables estarán informando de los avances de las investigaciones, ustedes saben que es la Procuraduría General de la República la que lleva éste asunto, el gobierno del estado y las autoridades municipales estamos coadyuvando en la investigación, estamos recabando pruebas, testimonios, peritajes, haciendo las autopsias, todo mundo trabajando para encontrar y castigar a los responsables de este atentado que no dudamos en llamarlo un acto terrorista”.
Posteriormente, Leonel Godoy confirmó que las autoridades recibieron amenazas de posibles atentados en Lázaro Cárdenas y Huetamo durante la noche del Grito, además de que también podrían suscitarse durante el desfile preparado para ayer, “para lo cual nos habíamos preparado”.
Comentó que las primeras investigaciones mediante testigos que han declarado y por la manera en que lo describen hacen suponer que se tratan de granadas, toda vez que las llaman “bolas de fierro”, además de que en la plaza las vieron rodar y por los daños que causó al fragmentarse “creemos que se trata del crimen organizado, aunque es parte de las investigaciones de la Procuraduría General de la República”.
Adujo que el crimen organizado es la principal hipótesis, aunque reiteró que no se debe descartar ninguna posibilidad, y detalló que testigos de la plaza comentan que un señor vestido de negro y robusto presuntamente aventó una granada “y hasta fue a decir que lo perdonaran por lo que había hecho”; también una testigo narró que “le pegó en la cara a su cuñado una bola de fierro”.
Leonel Godoy descartó que haya personas detenidas relacionadas con los hechos de la noche del lunes y reiteró que se trabaja en colaboración con la PGR en los peritajes, autopsias y toma de declaraciones.
Asimismo, explicó que a la hora de los hechos se creyó que era un cohetón, incluso cuando ya se tenían heridos, “pero cuando sospechamos que se trataba de algo distinto fue cuando nos enteramos de que había ocurrido algo similar cuadras adelante”.
En tanto, a lo largo del día la ciudad permanecía desierta, con poco flujo vehicular, y nula presencia de comensales en cafés y restaurantes del Centro Histórico, e incluso se constató que la mayoría de los turistas habían abandonado la capital del estado. Sólo los militares resguardaban los lugares del crimen: en la Plaza Melchor Ocampo aún permanecían los rastros de sangre, zapatos y ropas ensangrentadas de quienes sufrieron el atentado. Lo mismo el charco de sangre entre las calles de Madero y Quintana Roo, en donde murió otra persona, en este último lugar se observó una cortina de un comercio con huellas de la explosión de la granada, lo mismo varios ventanales de un restaurante lucían afectados, y se localizaron esquirlas incrustadas en la pared.
Los soldados también reforzaron la seguridad en los hospitales en los que fueron internadas las personas lesionadas.
En una serie de entrevistas que el mandatario michoacano ofreció a varias cadenas televisivas, comentó que existía la presunción de que las granadas fueron lanzadas al piso y las esquirlas destrozaron sus piernas.
Sin embargo, pese a que horas antes del Grito se montó un dispositivo de resguardo por policías estatales, ministeriales y soldados, no se instalaron arcos detectores de metales ni revisiones que hubieran permitido detectar los explosivo
tomado de "La Jornada Michoacán"
“Es un acto terrorista, aunque todavía no sabemos quién lo realizó (...). Creemos que fue el crimen organizado, aunque esto es parte de las investigaciones que está realizando la Procuraduría General de la República”, sostuvo el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel.
Por vez primera en la época reciente de Michoacán, Godoy Rangel anunció que el 16 de septiembre es de duelo en Michoacán, y demandó que en los 113 municipios se guarde un minuto de silencio en memoria de las víctimas del atentado y la suspensión del tradicional desfile militar.
Asimismo, el mandatario reconoció que antes de los atentados, él tenía conocimiento de amenazas de actos furtivos contra la población: “habíamos recibido la amenaza de que en Lázaro Cárdenas y en Huetamo iba a haber un atentado la noche del Grito, y en Morelia hablaron del desfile y nos habíamos preparado para ello, para evitarlo, pero nunca creíamos que fuera una acción tan cobarde de atacar a personas inocentes”.
Por otra parte, la Secretaría de Salud Estatal envió un listado con los nombres y edades de las personas que resultaron fallecidas y las que se encuentran hospitalizadas con heridas provocadas por las esquirlas de las granadas, entre las que se encuentran 10 niños, una de dos años y dos meses de edad.
Los muertos confirmados son: Martha Quintero Brambila, de 40 años; Elisa Guerrero García, de 76; Gloria Alvarez Bautista, de 32; Alfredo Sánchez Torres, de 53; María del Pilar Mendoza, de 30; Juan Antonio Río Pescador, de 50, y Leticia Tapia Guerrero, 48 años de edad. La SSM reportó 101 lesionados, de ellos 6 graves, y que permanecen hospitalizados 52 pacientes.
Consternado, sin poder esconder su tristeza, enojo y frustración, Godoy Rangel tuvo que encabezar el acto por el 198 Aniversario de la Independencia al pie de la estatua de Miguel Hidalgo. Esto mientras Elementos del Ejército mexicano tomaron el control de la vigilancia en el primer cuadro de la capital michoacana, con un cerco que se extendía a al menos 10 cuadras.
El mandatario michoacano, con apenas ocho meses al frente de su administración, fue arropado por la clase política michoacana, e incluso reveló que recibió llamadas de condolencias del presidente Felipe Calderón, del propio Andrés Manuel López Obrador y de varios gobernadores.
En un breve mensaje que dirigió a los asistentes al evento –en el que se encontraba la totalidad de su gabinete, los senadores, diputados y dirigentes partidistas– el gobernador michoacano agradeció a los presentes su decisión de asistir al acto cívico, “veo incluso mucho más gente, servidores públicos municipales, estatales y federales que en actos previos, eso demuestra nuestras convicciones y nuestro carácter. Quiero anunciar que hemos resuelto declarar hoy día de duelo en Michoacán por los condenables hechos de anoche (15 de septiembre) que dejaron muertos y heridos y una gran consternación, por lo tanto pido que en todo el estado ondee a media asta nuestra Bandera Nacional y se guarde un minuto de silencio en memoria de nuestras víctimas. A trabajar y mantenernos firmes”.
En entrevista posterior, el mandatario confirmó que hasta la madrugada del martes se tenían contabilizados siete víctimas fatales y son 101 heridos confirmados, y solicitó a los familiares de las víctimas y los heridos que “tengan paciencia, en el transcurso del día las autoridades responsables estarán informando de los avances de las investigaciones, ustedes saben que es la Procuraduría General de la República la que lleva éste asunto, el gobierno del estado y las autoridades municipales estamos coadyuvando en la investigación, estamos recabando pruebas, testimonios, peritajes, haciendo las autopsias, todo mundo trabajando para encontrar y castigar a los responsables de este atentado que no dudamos en llamarlo un acto terrorista”.
Posteriormente, Leonel Godoy confirmó que las autoridades recibieron amenazas de posibles atentados en Lázaro Cárdenas y Huetamo durante la noche del Grito, además de que también podrían suscitarse durante el desfile preparado para ayer, “para lo cual nos habíamos preparado”.
Comentó que las primeras investigaciones mediante testigos que han declarado y por la manera en que lo describen hacen suponer que se tratan de granadas, toda vez que las llaman “bolas de fierro”, además de que en la plaza las vieron rodar y por los daños que causó al fragmentarse “creemos que se trata del crimen organizado, aunque es parte de las investigaciones de la Procuraduría General de la República”.
Adujo que el crimen organizado es la principal hipótesis, aunque reiteró que no se debe descartar ninguna posibilidad, y detalló que testigos de la plaza comentan que un señor vestido de negro y robusto presuntamente aventó una granada “y hasta fue a decir que lo perdonaran por lo que había hecho”; también una testigo narró que “le pegó en la cara a su cuñado una bola de fierro”.
Leonel Godoy descartó que haya personas detenidas relacionadas con los hechos de la noche del lunes y reiteró que se trabaja en colaboración con la PGR en los peritajes, autopsias y toma de declaraciones.
Asimismo, explicó que a la hora de los hechos se creyó que era un cohetón, incluso cuando ya se tenían heridos, “pero cuando sospechamos que se trataba de algo distinto fue cuando nos enteramos de que había ocurrido algo similar cuadras adelante”.
En tanto, a lo largo del día la ciudad permanecía desierta, con poco flujo vehicular, y nula presencia de comensales en cafés y restaurantes del Centro Histórico, e incluso se constató que la mayoría de los turistas habían abandonado la capital del estado. Sólo los militares resguardaban los lugares del crimen: en la Plaza Melchor Ocampo aún permanecían los rastros de sangre, zapatos y ropas ensangrentadas de quienes sufrieron el atentado. Lo mismo el charco de sangre entre las calles de Madero y Quintana Roo, en donde murió otra persona, en este último lugar se observó una cortina de un comercio con huellas de la explosión de la granada, lo mismo varios ventanales de un restaurante lucían afectados, y se localizaron esquirlas incrustadas en la pared.
Los soldados también reforzaron la seguridad en los hospitales en los que fueron internadas las personas lesionadas.
En una serie de entrevistas que el mandatario michoacano ofreció a varias cadenas televisivas, comentó que existía la presunción de que las granadas fueron lanzadas al piso y las esquirlas destrozaron sus piernas.
Sin embargo, pese a que horas antes del Grito se montó un dispositivo de resguardo por policías estatales, ministeriales y soldados, no se instalaron arcos detectores de metales ni revisiones que hubieran permitido detectar los explosivo
tomado de "La Jornada Michoacán"
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