Efectivamente, hubo un ONCE DE SEPTIEMBRE, pero del año 1973, donde las fuerzas traidoras del ejército chileno y El Gobierno de Estados Unidos (Nixon era el presidente) derrocaron, mediante golpe de estado, y asesinaron a Salvador Allende, quien había sido democráticamente nombrado presidente de Chile y quien siempre, hasta el momento de su asesinato (que no suicidio como se quizo hacer creer) tuvo el apoyo y respaldo del pueblo chileno. Después de su asesinato y ya en el poder la Junta Militar que encabezaba el asesino genocida y fascista Pinochet, miles de chilenos sufrieron la persecusión, la infamante tortura y, finalmente, la muerte por parte de los asesinos soldados y policías al servicio de Pinochet, siempre apoyados militar y económicamente por los Estados Unidos, cuyo gobierno en vez de defender los legítimos intereses de sus cidadanos, protegía los inescrupulosos privilegios de la clase dominante, quienes se vieron afectados por la transformación que estuvo realizando el presidente Allende para beneficio de su pueblo.
En esta tu página de LA UNIDAD MORELOS, a través de este blog, rendimos un justo y merecido homenaje a uno de los latinoamericanos más valiosos que nos ha dado la historia de nuestros pueblos.
¡Hasta pronto, señor presidente Salvador Allende!
Tenga plena seguridad que su sangre derramada por la liberación del pueblo chileno y de todas las américas no será en balde, pues esa sangre preciosa encontrará un suelo fértil donde germinen y crezcan todas esas ideas que usted defendió y luchas que emprendió para que todas nuestras américas fueran tierras donde la gente viviera con dignidad, con justicia, con libertad y prosperidad.
Tampoco cayeron en suelo infértil tantas y tantas sangres derramdas de jóvenes, mujeres y hombres, de ancianos, de padres, de madres, de tantos chilenos que se dieron a la tarea de defender su democracia y su libertad y que fueron torturados y asesinados por los fieles servidores del imperialismo norteamericano: Pinochet, su gabinete y todos y cada uno de los soldados y carabineros que se pusieron en contra del pueblo que debían defender . La sangre de esos chilenos, héroes anónimos en su mayoría, algún día florecerá y las calles de Santiago y de todos las ciudades y pueblos de la bella y noble tierra chilena se verán embellecidas con las flores de la libertad, de la justicia, de la paz.
¡Viva Chile!
¡Vivan todos los pueblos de las américas!
viernes 11 de septiembre de 2009
TEXTOS DE Y SOBRE SALVADOR ALLENDE
copiado de http://www.fundacionsalvadorallende.cl
Textos
LAS ÚLTIMAS PALABRAS DEL SEÑOR PRESIDENTE SALVADOR ALLENDE
copiado de http://www.fundacionsalvllende.cadoral
7.55 AM Radio Corporación: Habla el Presidente de la República | ||||
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¡SALVADOR ALLENDE!: ¡ Hasta Pronto, Presidente!
Salvador Allende nació un 26 de Junio de 1908 en Valparaíso. Cursó sus estudios primarios y secundarios en esta ciudad, culminando la Enseñanza Media en el Liceo Eduardo de la Barra de este puerto.
En 1926, a la edad de 18 años, ingresa a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, donde se titula de médico cirujano.
En 1933, habiendo ya abrazado los ideales de justicia social y libertad que profesó toda su vida, participa en al fundación del Partido Socialista de Chile.
Durante el Gobierno del General Carlos Ibáñez, del cual es un tenaz opositor es relegado a Caldera. Desde allí vuelve a Valparaíso para presidir el Frente Popular, coalición con la cual ganaría su primer escaño en el Congreso Nacional como Diputado por Valparaíso y Aconcagua.
En 1939, luego del triunfo del Presidente Pedro Aguirre Cerda, éste le pide hacerse cargo del Ministerio de Salubridad, Previsión y Asistencia Social.
En 1940 contrae matrimonio con Hortensia Bussi, unión de la que nacen sus tres hijas, Laura, María Isabel y Beatriz.
En 1942 es nominado Secretario General del Partido Socialista, siendo elegido, en 1945, Senador por Valdivia, Llanquihue, Chiloé, Aysén y Magallanes, provincias del sur del país.
Desde 1949 a 1963 preside el Colegio Médico de Chile.
En 1952 enfrenta su primera postulación presidencial, en la que obtiene sólo un 5 % de los sufragios. Dicho fracaso no impide que al año siguiente renueve su escaño senatorial esta vez en representación de Tarapacá y Antofagasta en el norte del país.
En 1958 vuelve a disputar la primera magistratura de la Nación, siendo derrotado por el independiente de derecha, Jorge Alessandri Rodríguez. Menos de 35.000 votos separan a éste de Allende en una estrecha y dramática lucha en que un candidato populista, Antonio Zamorano, "el cura de Catapilco", apoyado por la derecha, consigue los votos suficientes para sepultar la opción de la izquierda. El triunfo esta vez estuvo muy cerca.
En 1961 obtiene un escaño senatorial por su natal Valparaíso, luego de una ardua campaña. En efecto, tras haber sido derrotado por segunda vez en una contienda presidencial, Salvador Allende se autoimpuso el desafío de ser electo en una zona tradicionalmente difícil para las fuerzas de izquierda, resultando victorioso.
Nuevamente compite por la Presidencia de la Nación en 1964. Esta vez el elegido es Eduardo Frei quien obtiene una abrumadora mayoría para su "revolución en libertad". Lo cierto es que la inminente victoria de Allende; asusta a la derecha quien termina votando por el democratacristiano, en lugar de su candidato, Julio Durán. Con cerca del 40 % de los sufragios Allende sigue sumando fuerzas.
En 1966 es elegido Presidente del Senado, al tiempo que en 1969, nuevamente renueva su mandato parlamentario como Senador por Chiloé, Aysén y Magallanes.
El 4 de Septiembre de 1970, Salvador Allende obtiene la primera mayoría relativa (36 %) en las elecciones presidenciales, apoyado por la Unidad Popular. Atrás quedaron tres intentos frustrados, iniciándose un tortuoso camino destinado a obtener que el Congreso Nacional ratifique el triunfo en las urnas, toda vez que no se ha obtenido la mayoría absoluta, por lo que los parlamentarios deben optar entre las dos primeras mayorías relativas.
Luego de un acuerdo con la Democracia Cristiana, Salvador Allende es elegido Presidente de la República y asume, en medio de la expectación nacional e internacional, el 4 de Noviembre de 1970, iniciándose la denominada "vía chilena al socialismo", bautizada más graficamente como "la revolución de empanada y vino tinto", atendido el particular carácter del triunfo de la izquierda chilena, obtenido limpiamente en las urnas, merced al masivo apoyo ciudadano al proceso de reformas que propuso al país.
Durante el gobierno popular, dicho respaldo se incrementa, contra toda la campaña desestabilizadora impulsada por la derecha y la Democracia Cristiana. La Unidad Popular obtiene la mayoría absoluta de los sufragios en la elección municipal de 1971 y más del 43 % de los sufragios en las parlamentarias de 1973, superando ampliamente su votación de 1970. La coalición de centroderecha fracasa en su intento de provocar la acusación constitucional contra Allende, para lo que requiere dos tercios del Congreso y se desata una campaña destinada a asuzar a los militares contra el gobierno constitucional.
El clima de agitación provocado por los sectores reaccionarios con respaldo foráneo crean el clima para el Golpe de Estado que el 11 de Septiembre de 1973, pone fin al gobierno popular y desata una ola de persecución y muerte que tiñe de sangre las calles de Chile.
El Presidente Allende muere en el Palacio de La Moneda, dejando un legado inconmensurable para las futuras generaciones.
Su nombre y memoria crecen y se agigantan en el tiempo, siendo objeto de reconocimientos en el mundo entero. En Chile y en el orbe, calles, museos, escuelas, consultorios y publicaciones, llevan el nombre del insigne estadista que por más de medio siglo prestigiara la política chilena, entregando un ejemplo de consecuencia y convicción democrática y socialista.
En 1926, a la edad de 18 años, ingresa a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, donde se titula de médico cirujano.
En 1933, habiendo ya abrazado los ideales de justicia social y libertad que profesó toda su vida, participa en al fundación del Partido Socialista de Chile.
Durante el Gobierno del General Carlos Ibáñez, del cual es un tenaz opositor es relegado a Caldera. Desde allí vuelve a Valparaíso para presidir el Frente Popular, coalición con la cual ganaría su primer escaño en el Congreso Nacional como Diputado por Valparaíso y Aconcagua.
En 1939, luego del triunfo del Presidente Pedro Aguirre Cerda, éste le pide hacerse cargo del Ministerio de Salubridad, Previsión y Asistencia Social.
En 1940 contrae matrimonio con Hortensia Bussi, unión de la que nacen sus tres hijas, Laura, María Isabel y Beatriz.
En 1942 es nominado Secretario General del Partido Socialista, siendo elegido, en 1945, Senador por Valdivia, Llanquihue, Chiloé, Aysén y Magallanes, provincias del sur del país.
Desde 1949 a 1963 preside el Colegio Médico de Chile.
En 1952 enfrenta su primera postulación presidencial, en la que obtiene sólo un 5 % de los sufragios. Dicho fracaso no impide que al año siguiente renueve su escaño senatorial esta vez en representación de Tarapacá y Antofagasta en el norte del país.
En 1958 vuelve a disputar la primera magistratura de la Nación, siendo derrotado por el independiente de derecha, Jorge Alessandri Rodríguez. Menos de 35.000 votos separan a éste de Allende en una estrecha y dramática lucha en que un candidato populista, Antonio Zamorano, "el cura de Catapilco", apoyado por la derecha, consigue los votos suficientes para sepultar la opción de la izquierda. El triunfo esta vez estuvo muy cerca.
En 1961 obtiene un escaño senatorial por su natal Valparaíso, luego de una ardua campaña. En efecto, tras haber sido derrotado por segunda vez en una contienda presidencial, Salvador Allende se autoimpuso el desafío de ser electo en una zona tradicionalmente difícil para las fuerzas de izquierda, resultando victorioso.
Nuevamente compite por la Presidencia de la Nación en 1964. Esta vez el elegido es Eduardo Frei quien obtiene una abrumadora mayoría para su "revolución en libertad". Lo cierto es que la inminente victoria de Allende; asusta a la derecha quien termina votando por el democratacristiano, en lugar de su candidato, Julio Durán. Con cerca del 40 % de los sufragios Allende sigue sumando fuerzas.
En 1966 es elegido Presidente del Senado, al tiempo que en 1969, nuevamente renueva su mandato parlamentario como Senador por Chiloé, Aysén y Magallanes.
El 4 de Septiembre de 1970, Salvador Allende obtiene la primera mayoría relativa (36 %) en las elecciones presidenciales, apoyado por la Unidad Popular. Atrás quedaron tres intentos frustrados, iniciándose un tortuoso camino destinado a obtener que el Congreso Nacional ratifique el triunfo en las urnas, toda vez que no se ha obtenido la mayoría absoluta, por lo que los parlamentarios deben optar entre las dos primeras mayorías relativas.
Luego de un acuerdo con la Democracia Cristiana, Salvador Allende es elegido Presidente de la República y asume, en medio de la expectación nacional e internacional, el 4 de Noviembre de 1970, iniciándose la denominada "vía chilena al socialismo", bautizada más graficamente como "la revolución de empanada y vino tinto", atendido el particular carácter del triunfo de la izquierda chilena, obtenido limpiamente en las urnas, merced al masivo apoyo ciudadano al proceso de reformas que propuso al país.
Durante el gobierno popular, dicho respaldo se incrementa, contra toda la campaña desestabilizadora impulsada por la derecha y la Democracia Cristiana. La Unidad Popular obtiene la mayoría absoluta de los sufragios en la elección municipal de 1971 y más del 43 % de los sufragios en las parlamentarias de 1973, superando ampliamente su votación de 1970. La coalición de centroderecha fracasa en su intento de provocar la acusación constitucional contra Allende, para lo que requiere dos tercios del Congreso y se desata una campaña destinada a asuzar a los militares contra el gobierno constitucional.
El clima de agitación provocado por los sectores reaccionarios con respaldo foráneo crean el clima para el Golpe de Estado que el 11 de Septiembre de 1973, pone fin al gobierno popular y desata una ola de persecución y muerte que tiñe de sangre las calles de Chile.
El Presidente Allende muere en el Palacio de La Moneda, dejando un legado inconmensurable para las futuras generaciones.
Su nombre y memoria crecen y se agigantan en el tiempo, siendo objeto de reconocimientos en el mundo entero. En Chile y en el orbe, calles, museos, escuelas, consultorios y publicaciones, llevan el nombre del insigne estadista que por más de medio siglo prestigiara la política chilena, entregando un ejemplo de consecuencia y convicción democrática y socialista.
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