copiado de LA JORNADA SEMANAL (No. 782) .www.jornada.unam.mx
Nocturnos
Dimitris Papaditsas*
I
Escucha siempre
Escucha el crecimiento de la noche
Escucha el salmo de las manos la piedra que se desprende del muro
Escucha la planta que cruje en la mañana, el crecimiento de la noche en la piel
Escucha el aire en los huesos de los pájaros
Escucha el camino del pájaro el amor de la casa la luz del agua
Escucha la vibración de los ojos cuando vuelven del horizonte
E inmovilizan la hamaca en otros ojos
Escucha el pánico del fuego, el lamento del animal
La paja que se quema al sol
Al sol escucha golpeado por el brillo de la gota
Escucha el color de la estrella
Escucha el aroma de la estrella que el mundo respiró y se hizo huerto
Escucha en el desierto los saltos de la raíz
Escucha entre los ruidos el rumor de la mente que clavan en el muro
Escucha el cabello las cejas la frente y su tristeza
Como cuando escuchamos en el cerebro cuchillos que se afilan
Escucha las manos o las mejillas que en las manos están calientes y tiemblan
Escucha el disparo que falla y sin embargo parte todo en dos
Y después el sueño une de nuevo
Escucha el dolor de la hendidura que se ensancha para que se yerga Dios
Escucha a Dios en el asesinato como al florín en la noche
Como el rayo en el florín
El corazón escucha
Escucha el cielo que se mueve en el sueño del feto
El corazón escucha que llena el mundo de niños y otras lunas
Escucha en el suelo al caballo, en el suelo la excavación, la herida del agua
El roce del caballo en el aire
Escucha siempre.
Escucha el crecimiento de la noche
Escucha el salmo de las manos la piedra que se desprende del muro
Escucha la planta que cruje en la mañana, el crecimiento de la noche en la piel
Escucha el aire en los huesos de los pájaros
Escucha el camino del pájaro el amor de la casa la luz del agua
Escucha la vibración de los ojos cuando vuelven del horizonte
E inmovilizan la hamaca en otros ojos
Escucha el pánico del fuego, el lamento del animal
La paja que se quema al sol
Al sol escucha golpeado por el brillo de la gota
Escucha el color de la estrella
Escucha el aroma de la estrella que el mundo respiró y se hizo huerto
Escucha en el desierto los saltos de la raíz
Escucha entre los ruidos el rumor de la mente que clavan en el muro
Escucha el cabello las cejas la frente y su tristeza
Como cuando escuchamos en el cerebro cuchillos que se afilan
Escucha las manos o las mejillas que en las manos están calientes y tiemblan
Escucha el disparo que falla y sin embargo parte todo en dos
Y después el sueño une de nuevo
Escucha el dolor de la hendidura que se ensancha para que se yerga Dios
Escucha a Dios en el asesinato como al florín en la noche
Como el rayo en el florín
El corazón escucha
Escucha el cielo que se mueve en el sueño del feto
El corazón escucha que llena el mundo de niños y otras lunas
Escucha en el suelo al caballo, en el suelo la excavación, la herida del agua
El roce del caballo en el aire
Escucha siempre.
Véase La Jornada Semanal, núm. 989, 27/ IV /2008. La poesía griega.
Antología y gramatología, de Aléxandros Argyríou, t. v. Ediciones Sokolis.
Antología y gramatología, de Aléxandros Argyríou, t. v. Ediciones Sokolis.
Versión de Francisco Torres Córdova
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