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La escuela
1. Ica ipan in tonaltin amoca hueloquinequia quihuicaz in ipilhuan ompa tlamachtilcalco ipampa ahueli quintzotzomatizque achi cualtzin. Inchachan onemia tzotzoyoquez, tzatzapaltiquez; zan ompa omahuiltitinemia pipiltoton ca ipan otli nozo oyatinemia ica cuecuentla. | 1. Por esos tiempos casi nadie quería mandar a sus hijos a la escuela porque no podían vestir bien. Vivían sucios en sus casas, andrajosos; andaban jugando los niños por la calle o andaban por las milpas. |
2. Ipan ce calli ometztaya ce ciahuapilli omomachtiaya momachtitzinoz, mopohuiz amatl. Omotemach¬tiliaya ipan icaltzin. Tatatzin ahquehuan oquinequia ixtlapohuizque ipilhuan; otlaxtlahualoya ce tomin cada piltzintli nozo ciahuaconetl momachtiz. | 2. En una casa había una buena señorita que sabía leer, leer papeles. Enseñaba en su casa. Los padres querían que se les enseñara a leer a sus hijos; pagaban un real por cada niño o niña que estudiaba. |
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3. Itocatzin Malintzin; tenamic itocatzin Mauro Melo. Noihqui oquinmomachtiliaya pipilton. Itic on tlamachtilcalli onohtiti niquiixmatiz ce, ome, yeyi letra ihuan ihqui cuiloz noihqui nitlapoaz. | 3. Se llamaba Mariquita; su marido se llamaba Mauro Melo. También enseñaba a los niños. En esa escuela fue donde aprendí a conocer una, dos, tres letras y también a escribir y a leer. |
4. Nonantzin nechmononochiliaya quename onichocaya ipampa oninequia nicalaquiz tlamachtilcalco; ye yiman on ayemo huel miaque oyeya temachtiquez. | 4. Mi madre después me platicó cómo yo lloraba porque quería entrar a la escuela; todavía no había muchos profesores. |
5. Nonantzin noechmomatechanilitaya ihuan otitaya tianquizco. Ihuan ican otipanoya ixpan on calli otitaya omahuiltiaya cocone nozo quema nian omomachtiaya. Nehuatl onichocaya; onicnequia nicalaquiz noihqui nomachtiz. Nichocaya coza ipampa onicnequia nicmatiz tlan quitoa amame, inon tlacuiloltin. Ayemo huel nihueyi; onicpiaya chicome xihuitl. Nonantzin amo omonequiltiaya niaz itic tlamachtilcalli ipampa nitepiton ihuan nechtlacalizque occequi coconetoton. Can nozo amo huecuh nonantzin ihuan notatzin ica nichoca onechhuicaque itlauhtzinco cihuapilli in omotemachtiliaya. | 5. Mi madre me tomaba de la mano e íbamos a la plaza. Pero, como pasábamos frente a la casa [de la profesora] veíamos cómo jugaban los niños o a veces estudiaban. Yo lloraba; quería entrar para estudiar también. Lloraba mucho porque quería saber lo que decían los papeles, los escritos. No era yo grande; tenía siete años. Mi madre no quería que yo fuera a la escuela porque era chica y me fueran a tirar al suelo los niños, pero mi padre y mi madre, como lloraba, no tardaron en llevarme con la señorita que daba clases. |
6. Ye yiman ye nihuehueiton notatzitzihuan onechmiquilique ompa tlahueimachtilcalco. Amo oquinequia nechanazque ompa nomachtiz. | 6. Cuando ya era grandecita mis padres me llevaron a la escuela grande, no querían recibirme para instruirme. |
7. «Tetepiton cihuatontli», oquito in inspector, «xicuicacan namochan ce xihuitl ipan in nancualicazque. Ye tamechanilizque ma ocuachi huepahui. Tlacamo oncuan chocataz.» | 7. “A esta pequeña niña”, dijo el inspector, “llévenla a su casa y en un año me la traen. Entonces ya la recibiremos; que crezca más, si no, estará llorando aquí”. |
8. Nonantzin oquimolhuilic inspector, «Mahuiztic tlacatl, huel miac nimitzmotlatlauhtilia ma mocahua nocihuanton. Coza quitequipachoa momachtiz. Ye quiixmati tepitzin letras». | 8. “Bueno señor”, le dijo mi madre al inspector, “le suplico mucho que se quede mi niña. Le gusta mucho aprender. Ya conoce algunas letras”. |
9. «¡Quenin quimatiz?» oquito inspector, «Tepitzin cihuanton; ayemo huel hueyi. Namehuan nanquinequi namechaniliz namoconeuh. Xiccaquican: tla ticanazque cihuanton nanquicahuaquihue nican ipan chicueyi tlamachotiloni. Tziliniz tepoztli yeyez calitic campa nochtin cocone yezque; ihuan nancanaquihue tlaco tonalli. Occepa hualaz ipan ome huan tlaco tlamachotiloni teotlac. Amo siquitocan zan yehuatzinco momachtiz. ¡Tlen nanquitoa? ¿Nanquicelia nozo amo?» | 9. «¿Cómo va a saber?», dijo el inspector. «Si todavía está muy pequeña; todavía no es grande. Ustedes quieren que reciba a su hija. Oigan: si recibimos a su hija, la dejarán ustedes aquí a las ocho. Tocarán la campana y tendrá que estar adentro o donde estén todas las niñas; y vendrán ustedes por ella a mediodía. Otra vez vendrá a las dos y media. No piensen que sólo en la mañana va a estudiar. ¿Qué dicen? ¿Aceptan o no?» |
10. Notatzin ica nonantzin omitlahuique ma iqui mochihuaz. «Ticahuaquihue yehuatzinco ihuan ticanaquihue ican tlacuatiuh, ihuan zatepa hualaz momachtiz ica teotlac.» | 10. Mi padre y mi madre dijeron que así se haría. «Vendremos a dejarla temprano y vendremos por ella para que coma, y luego vendrá a estudiar en la tarde». |
11. Omotlatlanique notatzitzihuan, "¿Quexquich titlaxtlahuazque"» | 11. «¿Cuánto se va a pagar?», preguntaron mis padres. |
12. «Amitla», otlananquili inspector, «amo tlaxtlahuazque cocone ican momachtizque». | 12. «Nada», contestó el inspector. «No pagarán las criaturas para que se les enseñe». |
13. Ye yiman on otlatlanihuac, «¿tlen ticualicazque ica tlacuiloz, tlen amochtli, tlen ocuache timotlaniz oncuan on moztla cualicaz noconeuh?» | 13. Luego preguntaron: «¿Qué traeremos para que escriba, qué libro, que más pide usted que traiga mi hija mañana?». |
14. Iqui otlananquili inspector: «Amo, amo tlacualicaz. Tla melahuac quitequipachoz momachtiz oncuan ticmacazque amatl ihuan nochi tlen quinequiz. Oncuan quinmatizque; ica teotlac quititizque tlatzomaz, tlatetequiz ihuan occequi tlamahuizoltin. Zan yehuatl hualaz chipahuac in tzotzoma, chipahuac itzonteco. Amoca cualicaz yolcatl icuac ticpan ihuan tlacahhuiz; amo hualaz sin cahtli. Iqui in motitizque quename nemizque icuac ye huehueyi». | 14. Así contestó el inspector: «No, no se pagará nada. Si es cierto que tiene tantas ganas de aprender, aquí le daremos papel y todo lo que necesite. Aquí le enseñaremos a leer; en la tarde le enseñaremos a coser, a cortar y muchas otras cosas curiosas. Eso sí, que venga limpia su ropa, su cabeza, que no traiga animalitos y que traiga zapatos; que no venga descalza. Así aprenderán a vivir bien cuando sean grandes». |
15. Opanoc xihuitl ihuan onipano quilhuia ome xihpa nomachtiz. | 15. Pasó el año y pasé a lo que se llama segundo año de enseñanza. |
16. Iqui in notatzitzihuan onechmomachtilique. | 16. Así es como me dieron instrucción mis padres. |
17. Ica ipan xihuitl mitoa novecientos chicueyi onicalac ipan tlamachtilcalco itoca Concepción Arenal Momochco Malacateticpac. Ompa chantiaya tlacpac director ihuan inspector. Director itoca Lucio Tapia ihuan inspector itzonquizca Guzmán. | 17. Por el año llamado de 1908 entré a la escuela llamada Concepción Arenal de Milpa Alta [que estaba en una casa del pueblo]. Allí vivían en el primer piso el director y el inspector. El director se llamaba Lucio Tapia y el inspector se apellidaba Guzmán. |
18. Oncuan on nochipa cualcan oquitlapoaya tlamachtilcalli. Icuac onipeuh momachtia temachtiquez oyecoya ompa Milpa Alta. Queman chicnahui tlamachotiloni huan tlaco. Zan nohuian omonemili quename inin tlamachtilcalli hueyi oyeya, oquitlauhqueque quen caltin can chantizque temachticahuan. Xexelihca oyeya. | 18. Abrían temprano la escuela. Cuando yo comencé a estudiar los maestros llegaban allá a Milpa Alta como a las nueve o nueve y media de la mañana. Poco tiempo después se decidió que, ya que este plantel era grande, se les arreglaran cuartos donde pudieran vivir los maestros. Cada uno tenía su cuarto. |
19. Ye timan tica in nochtin piltzitzintin oquipiaya tlan yezque ixpan tlamachtilcalli quemen chicome huan tlaco tlamachotiloni yehuatzinco, icuac otzilinia in tepoztli. Ye yiman on piltzitzintin otzicuinia nochtin cacizque in lugar. | 19. Ya para entonces todos los niños tenían que estar frente a la escuela como a las siete y media de la mañana, cuando sonaba la campana. Entonces los niños corrían todos para tomar su lugar. |
20. Ye yiman tica on tatzitzintin opaquia ihuan oquitoaya: «Iquin in zan cualcan hualazque cocone. Quema cualli momachtizque, cuacualli cocone quizazque ipan inin tlamachtilcalli». | 20. Para entonces los padres estaban contentos y decían: «Así muy pronto llegarán los niños. Si aprenden bien, buenos hijos saldrán de esta escuela». |
21. Ihuan omolhuiaya tatatzitzintin: «Amo timonequiltiz motelpochtzin nozo mochpochtzin oncan temachtiz noihqui?» | 21. Y se decían los padres: «¿No querrá usted que su hijo o su hija enseñe aquí también?» |
22. «Quenin amo», molhuiaya «zan huel nechpactiz». | 22. “¡Cómo no!” decían, “¡me gustaría!” |
23. Otomachtiaya ocpac cemilhuitl ihuan ahquen amo cuicaya icac quename on petlantaz, nozo amo mamohuic, amo motzocuazhui, oquititlania ipan tlamachtilcalli can momachtia pipiltoton. Ompa pipiltoton oquixopapacaya, oquitzocuazhuiaya ihuan icahhuan noihqui oquintlapalhuiaya ica quicuitaya bola. Ica ce tatapatli oquipopoaya can quizaz tlapetlanalli. Iqui on ica otechtitique quename ica tinemizque. Ican tepinauhtin quename pipiltoton otetzcuazhuiaya oteamohuiaya. Tla yoquinmamahuique oquinhuicaya occepa tlamachtilcalco Concepción Arenal. | 23. Estudiábamos dos veces al día y la que no llevara sus zapatos brillosos, sin bañarse, o sin peinar, la mandaban a la escuela de los muchachos. Allí les lavaban los pies, las peinaban y le hacían brillar los zapatos con lo que llamaban “bola”. Con un trapo los brillaban hasta que estuvieran brillantes. Así es como nos enseñaron a vivir correctamente. Daba vergüenza que los muchachos le peinaran y lavaran a una la cabeza. Las llevaban a la escuela de Concepción Arenal otra vez. |
24. Yeca ipan novecientos chicueyi iqui in otechtitiaya que tinemizque cualli. | 24. Era el año de 1908 y así nos enseñaban a vivir bien. |
25. Ompa Milpa Alta amo onyeya atl. Ohuilaloya Nochcalco tlapacoz cequi tlacatl. Ohuilaloya noihqui tlapacoz ica San Gregorio Atlapulco; occequi ompa Tecomic. Iqui on otechpiaya tichichipahuaquez. tatatzintli omehuaya queman nahui tlamachotiloni ica ce cahuayo huan cuitlaxtli oyaya quicuizque atl ompa Nochcalco. Yehuatl on otiquia ihuan ica otlacualchihualoya. Opapanoc iqui in tlen omotetequipano. | 25. Allí en Milpa Alta no había agua. Iban algunas personas a lavar a Nochcalco. También a San Gregorio Atlapulco otros a Tecomil. Así es como nos tenían limpios. El padre se levantaba como a la cuatro de la mañana y con un caballo y un cuero, se iba a traer el agua allá a Nochacalco. Esa agua era para tomar y cocinar. Así se resolvieron los trabajos. |
26. Totlamachtilcahuan amoca huel oquinequia mocahuazchantiz Momochco Malacateticpac. Amo onyeya caltin quintetlaquehuizque; amo inyeya pantzin. Nian aca tlatepalehuiz. Nochtin temachtiquez amo oquinequia mocahuazque. Oncuan on omonemili oquintlaquehque caltin. Ye yiman on opehque mocahque temachtiquez Momochco Malacateticpac. | 26. De nuestras maestras ninguna quería quedarse a residir en Milpa Alta. No había casas que rentarles; no había pan, no había quién sirviera (de criado). Ninguno de los maestros se quería quedar, así es que, tal como se había pensado, alquilaron casas. Para entonces comenzaron a quedarse en Milpa Alta (los maestros). |
27. Oquinemilique prefecto ihuan inspector quintzatzacuazque nochtlaca quipiaz nozo amo quipiaz iconeuh. Quipiaz tlen tzauhtaz queniman quitlatolanazque huan tlananquiliz tlen quitoa iyolo. Quintitlaniz tla quintitlanizque inpilhuan tlamachtilcalco. Aquen otlanaquiliaya quititlaniz ipilhuan tlamachtilcalco oquincacahuaya. Ihuan tlen oquitoaya amo oquipiaya tlen tzauhtazque ce metztli. Ihuan oquimilhuiaya: «¿Quezqui cocone nanquimpia? Nanquititlanizque tlamachtilcalco?» Occequi oquitoaya: «Amo nicpia cocone; zan nocnehuan.» «¡Can nozo xiquilhui motatzin ma quintitlani tlamachtilcalco! ¡Amotla tlaxtlahuazque!». | 27. Decidieron el prefecto y el inspector apresar a todos los hombres, tuvieran hijos o no. Los hombres tendrían que estar encerrados para que los interrogaran y ellos contestaran con toda sinceridad. Les preguntaban si iban a enviar a sus hijos a la escuela. El que contestaba que sí mandaría a sus hijos a la escuela lo soltaban. Y a los que decían que no tenía hijos los encerraban un mes y les preguntaban: “¿Cuántos niños tienen ustedes? ¿¡Los van ha mandar a la escuela?” Algunos respondían: “No tengo hijos, sólo hermanos y hermanas,” “ Pues dile a tu padre que los mande a la escuela! ¡No tendrán que pagar nada!” |
28. Ye yiman tica on ometztac tlatihuani Justo Sierra, Secretario Educación. Omotemaquiliaya amoxtin ica momachtizque cocone ihuan amatl ica tlacuilozque. Amotla omocoaya. Nochi on oquitemacaya ompa tlamachtilcalco ihuan zan yehuatl yazque chichipatique cocone. Tlen primer año, segundo, tercero ihuan cuarto zan yehuatl omomachtiaya amatl ihuan tla cihuantoton oquinmachtiaya tlatetequizque, tlacuicuilozque itech amame. Noihqui otechnonotzaya totemachticauh quenin ica omochihuaya pantzin. | 28. En esa época era Secretario de Educación el señor Justo Sierra. Daba libros para que estudiaran los niños y papel para que escribieran. No se compraba nada [para la escuela en esos tiempos]; todo lo daban en la escuela y sólo exigían que fueran limpios los niños. Los de primer año, segundo, tercero y cuarto sólo aprendían a contar y cantar. Los de quinto y sexto estudiábamos en libros, y si eran niñas se les enseñaba a cortar, bordar ropa bonita en la máquina. También nos enseñaban a dibujar en papel. Nuestros maestros también nos enseñaban a hacer pan. |
Náhuatl y Español : | De Porfirio Díaz a Zapata , cap. 4 |
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