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viernes, 10 de octubre de 2008

ANTE LA REPRESION, ADAME DEBE RENUNCIAR...

Brutal represión en Xoxocotla; liberan calles de Cuernavaca PDF Imprimir E-mail
Escrito por HUGO BARBERI Y JAIME LUIS BRITO
Viernes, 10 de Octubre de 2008 00:00
XOXOCOTLA. Habitantes de esta comunidad y profesores, fueron desalojados del bloqueo a la carretera federal Alpuyeca-Jojutla, que mantuvieron durante 11 días como medida de presión contra la Alianza por la Calidad Educativa.
Mientras tanto, en Cuernavaca, los maestros que se mantienen en plantón en el primer cuadro del centro histórico, decidieron, por voluntad propia y un poco nerviosos por los hechos represivos del martes, miércoles y este jueves, desalojar las calles y concentrar su protesta en la plancha de la Plaza de Armas, que esta noche se ha convertido en campamento.
En Xoxocotla, sólo con gases lacrimógenos, lanzadas desde dos helicópteros de la policía federal, lograron replegar a los manifestantes de la carretera a las calles de la localidad y al sur, rumbo a Jojutla.
En punto de las 15:08 horas, inició la incursión policiaca, desde la entrada del Balneario Apotla hacia el bloqueo. Tres minutos después, los helicópteros que sobrevolaban casi a la altura de los postes de energía eléctrica comenzaron a lanzar bombas de gas lacrimógeno contra los inconformes, lo que provocó su reacción.
Los profesores e inconformes, cantaban el himno nacional. Pero no les impidió ser reprimidos por los policías federales que sumaban unos dos mil elementos. El gobierno del estado había pedido a los manifestantes abrir un carril a la circulación, de acuerdo con la versión del profesor Antonio Núñez Larios, sin embargo, la propuesta fue rechazada.
Los policías “vienen con la acción de desalojar. Lo que constituye una muestra más de que el gobierno no está dispuesto al diálogo, no quiere platicar con el pueblo. Está reprimiendo y haciendo uso de la fuerza pública, no obstante, que el pueblo está pidiendo que se retiren los granaderos y que ellos liberan dos carriles (la carretera es de cuatro), pero el gobierno dice no me retiro y los voy a reprimir”, señaló indignado.
Rápidamente, jóvenes y adultos, iniciaron la resistencia contra el embate policiaco, lanzando piedras de tamaño superior al de las pelotas de béisbol. En respuesta, llovió más gas lacrimógeno.
Dos menores de edad, lanzaban piedras con resorteras a los helicópteros. “Éntrenle hijos de la chingada”, gritaban los niños en medio de la desigual batalla. La superioridad en estrategia fue tal, que aun con la participación activa y decidida de los pobladores y algunos profesores, tuvieron que replegarse, dado que prácticamente los helicópteros hacían llover los gases lacrimógenos, hasta en viviendas y negocios.
Los policías avanzaron y pese a que no hubo ningún enfrentamiento cuerpo a cuerpo, por lo menos apreciado por La Jornada Morelos, avanzaron sin detenerse, ocupando en su avance las propias piedras de los inconformes y golpeando y destruyendo vehículos que encontraron a su paso, incluidos cuatro autobuses de la empresa Lasser que eran utilizados para el bloqueo. Fueron por lo menos 13 automóviles cuyos dueños tuvieron la desdicha de haberlos estacionado junto a la carretera. También, 5 mototaxis fueron volcados por los policías a su paso.
El gas lacrimógeno proveniente de los helicópteros inundó el ambiente provocando ardor en los ojos y cara. Los reporteros, el fotógrafo de La Jornada Morelos, Marco Barberi, así como otros representantes de los medios de comunicación, padecieron los efectos de los gases y por momentos la situación se tornó asfixiante.
El caos total en la carretera, unos corrían para un extremo, otros a la inversa, unos parados soportando lo más posible el gas que blanqueaba y también asfixiaba el ambiente, pero al mismo tiempo lanzando piedras, los pequeños tanques plateados que lanzan el gas, estaban prácticamente por todos lados y con toda facilidad se apreciaban las piedras de los manifestantes a los policías y de regreso, a meno de tres metros de altura, todo esto, acompañado de mentadas de madre y otros improperios. Los olores tóxicos se conjugaron, pues también se quemaban llantas.
Más adelante, en los límites de Xoxocotla con la comunidad de Chiverías, los federales y estatales establecieron un retén, donde amas de casa, alarifes y estudiantes eran revisados en sus pertenencias y les pedían identificación para pasar al pueblo. Lo mismo hicieron en el crucero de San José Vista Hermosa.
Cabe señalar que en el primer punto, los policías, quitaron la cámara y subieron a una camioneta al reportero, Héctor Díaz, de la radio local Señal 152. Cuando se preguntó el por qué lo hacían si era reportero, señalaban que por el hecho de tomarlos en video sin identificarse. Sin embargo, se les confirmó que sí lo era, “tú te haces responsable”, increparon al reportero y al responderles afirmativamente, lo dejaron ir, pero le robaron su casete, ante la presencia de dos representantes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, quienes solo dijeron que darían cuenta del hecho.
Hora y media después, los policías se acercaban a las casas colindantes con la carretera liberada. En las calles que rodean la unidad deportiva, fueron allanados un par de domicilios para detener a presuntos participantes de la protesta.
Al respecto, los datos son muy confusos, las cifras de los detenidos no se pudo obtener con precisión, pues se hablaba hasta de 130 y de los heridos, sólo se informó que hubo tres de la policía, con heridas leves, mientras que de la parte manifestante se desconoce, porque unos se metieron en casas particulares de la comunidad y otros se fueron en camiones, incluso, uno de ellos fue interceptado en la carretera San José Vista Hermosa.
Por otro lado, se informó que detuvieron al director de la primaria Vicente Guerrero de la comunidad de Tetelpa, de apellido Aragón, también a la regidora de este municipio. Aproximadamente a las 17 horas, cuando aterrizó un helicóptero en la carretera y detuvieron a la regidora Rosalinda Beltrán Salgado, quien es profesora y se dirigía a ver qué pasaba, la esposaron y se la llevaron en una camioneta particular.
De acuerdo con versiones de algunos pobladores, durante toda la tarde y noche, se realizaron diversas detenciones de personas acusadas de ser profesores. Con un recuerdo a 1968, los agentes policíacos solicitaban una identificación y si ésta era de profesor, condenaba al poseedor a la detención.

Reacciones
Profesores entrevistados más tarde, informaron que ya se habían tocado las campanas en comunidades como Galeana y Tetelpa, del municipio de Zacatepec, mientras que en Puente de Ixtla, alrededor de las 19:30 horas, se improvisó una marcha-mitin en el centro de esta cabecera, en demanda del cese a la represión y la libertad de quienes aseguran fueron detenidos y ya son considerados presos políticos.
A las 21 horas, los policías se concentraron en el puente peatonal de Xoxocotla, con un retén en el módulo, lugar en el que revisaban a todo vehículo particular que pretendía pasar a Xoxocotla.
Cabe señalar, que al finalizar las acciones directas de la policía hicieron acto de presencia elementos del ejército en tres vehículos, dos camiones y una “hummer”, mientras que los elementos federales también fueron trasladados desde la noche anterior en vehículos del ejército. Algunos policías federales portaban escudos donde decía “policía militar”.

En Cuernavaca, desalojan calles del centro
A las 16 horas, un helicóptero de la policía federal sobrevoló el centro y de hecho, realizó un vuelo rasante en la calle Galeana, a la altura del Palacio de Gobierno. Entonces comenzaron los rumores. “Ya vienen los federales”, era el contenido más repetido. Los comercios del centro bajaron sus cortinas y las escuelas privadas de computo despidieron a sus alumnos.
Entonces, ante lo que se consideraba como la inminencia del desalojo en el centro de Cuernavaca, los maestros realizaron una asamblea relámpago, en la que pusieron a consideración acceder a una solicitud de los gobiernos federal y estatal: desalojar las calles del centro y concentrar la protesta en la plaza de armas.
La decisión fue acceder. Rápidamente y al grito de “no nos vamos, sólo nos cambiamos”, los maestros levantaron sus tendidos, movieron sus carpas y mantas y convirtieron al zócalo capitalino en un campamento.
Luego, algunos líderes del Movimiento Magisterial de Bases, sostuvieron una reunión con dirigentes del comercio del centro histórico, para dejar constancia de que se liberaban las calles como una muestra de buena voluntad.
Inmediatamente, brigadas de limpieza del ayuntamiento de Cuernavaca comenzaron su labor y para el cierre de la edición, la circulación había sido “normalizada”, luego de que por más de 50 días, los maestros las mantuvieran ocupadas en su lucha contra la Alianza por la Calidad Educativa.
La noche de este jueves, aún cuando el ambiente en el zócalo se hizo más flexible, la tensión no bajó del todo, pues el temor de un desalojo en la madrugada continuaba latente.

TOMADO DE "LA JORNADA MORELOS"

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