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Dpa y Reuters
Publicado: 11/02/2013 07:05
Publicado: 11/02/2013 07:05
Ciudad del Vaticano.
El papa Benedicto XVI anunció hoy en Roma de manera inesperada que
renuncia a su Pontificado el 28 de febrero por motivos de edad y por
no poder “ejercer bien el ministerio” que le fue encomendado.
La noticia la comunicó
Joseph Ratzinger, de 85 años y nacido en Alemanis, en un discurso en
latín durante una misa en el Vaticano, en el marco del consistorio
que se celebra estos días y en el que originalmente se iban a
decidir una serie de beatificaciones.
“Después de haber
examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la
certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para
ejercer adecuadamente el ministerio petrino”, dijo el religioso,
líder de mil 200 millones de católicos en el mundo.
“Siendo muy consciente
de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio
al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue
confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma
que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20:00 horas, la sede de
Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante”, indicó.
Respecto de su estado de
salud, subrayó que “en el mundo de hoy (...) para gobernar la
barca de San Pedro y anunciar el Evangelio es necesario también el
vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos
meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi
incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado”.
Ahora será necesario
celebrar un nuevo cónclave para elegir a su sucesor.
Es el primer Papa que
renuncia a su Pontificado por voluntad propia en más de siete siglos
de historia de la Iglesia. Para un antecedente similar hay que
remontarse hasta Celestino V en 1294.
Además de éste, otros
Papas se retiraron en circunstancias históricas particulares, más o
menos conocidas, pero en ninguno de esos casos se trató de una
renuncia propiamente dicha.
Elegido como Papa el 19
de abril del 2005 a los 78 años -20 años más que los que tenía
Juan Pablo II cuando se convirtió en pontífice- Benedicto XVI
gobernó un Vaticano con un estilo más pausado, cerebral y menos
impulsivo.
Su papado se vio opacado
por una serie de escándalos de abusos sexuales cometidos por
sacerdotes que mancharon a la Iglesia Católica, por un discurso en
el que irritó a la comunidad musulmana y por la crisis surgida tras
la filtración de documentos clasificados del Vaticano por la que se
responsabilizó al mayordomo del pontífice.
Aunque los conservadores
lo elogiaron por intentar reafirmar la identidad tradicionalista de
la Iglesia Católica, sus críticos lo acusaron de darle la espalda a
reformas que han estado pendientes por casi medio siglo y de
perjudicar los diálogos con las comunidades musulmana, judía y
otras iglesias cristianas.
Antes de ser elegido
Papa, el ex cardenal Joseph Ratzinger era conocido por apodos tan
severos como el rottweiler de Dios, en referencia a su
estricta postura en torno a asuntos teológicos.
Reacciones
El decano del colegio
cardenalicio, Angelo Sodano, calificó el anuncio de “un rayo en
medio de un cielo despejado”. Benedicto XVI había dicho ya
anteriormente que se imaginaba perfectamente dejar el cargo por
motivos de salud.
Su hermano, el también
sacerdote Georg Ratzinger, apuntó claramente a la maltrecha salud
del papa. “La edad pesa”, dijo el religioso de 89 años a Dpa,
y añadió que el médico del pontífice le había recomendado no
hacer más viajes transatlánticos. También tenía problemas para
caminar.
“Esto es un hecho
natural. Mi hermano quiere más tranquilidad a su edad”, comentó
Georg Ratzinger, quien es cuatro años mayor que el Pontífice.
Max Seckler, teólogo
alemán y amigo de muchos años del papa Benedicto XVI, sostuvo que
se vio muy afectado por “las intrigas que hay en Roma”. “Sufrió
mucho por ciertas cosas que conlleva este cargo. Es difícil de
imaginar las intrigas que hay en Roma y con las que tiene que lidiar.
Es algo que lo afectó mucho porque es teólogo y una persona noble”,
dijo.
“Pienso que no quería
repetir los últimos meses dramáticos del pontificado de Juan Pablo
II”, comentó por su parte Adam Boniecki, uno de los intelectuales
católicos polacos más destacados, en la web del semanario religioso
Tygodnik Powszechny. “Hay que agradecerle a Benedicto haber
mostrado cómo es posible resolver en la fe el problema del cargo, la
edad y la debilidad física”.
En la plaza de San Pedro
se extendió la conmoción entre los turistas y creyentes al
enterarse de la decisión. También mostró su sorpresa el primer
ministro italiano, Mario Monti.
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