Defiende Benedicto XVI creación de Estado palestino y condena muro
"La Santa Sede apoya el derecho del pueblo a una patria palestina soberana en la tierra de sus ancestros, segura y en paz con sus vecinos, dentro de fronteras internacionalmente reconocidas", afirmó el Papa, durante su visita a Belén.
Belén. El papa Benedicto XVI defendió este miércoles la creación de un Estado palestino y condenó firmemente la construcción del muro de separación en Cisjordania, durante su primera visita como pontífice a Belén, en los territorios ocupados por Israel.
El Papa, que fue recibido por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, pregonó en la ciudad donde la tradición cristiana sitúa el nacimiento de Jesucristo, la creación de un Estado palestino, a lo que se resiste el gobierno de derecha israelí de Benjamin Netanyahu.
Benedicto XVI pidió también el levantamiento del bloqueo israelí a la franja de Gaza y llamó a los jóvenes palestinos a no ceder "a la tentación del terrorismo" ni a "actos de violencia".
"La Santa Sede apoya el derecho del pueblo a una patria palestina soberana en la tierra de sus ancestros, segura y en paz con sus vecinos, dentro de fronteras internacionalmente reconocidas", afirmó el Papa.
El jefe de la Iglesia católica, que para llegar a Belén cruzó un puesto de control de la controvertida de seguridad de ocho metros de altura erigido a partir del 2002 por Israel en Cisjordania, concluyó su jornada con una clara condena al muro.
"En un mundo en el que las fronteras se abren cada vez más (...) es trágico constatar que se construyan aún muros", lamentó el Papa durante su visita al campo de refugiados de Aida, a dos kilómetros de Belén.
"Oramos ardientemente para que terminen las hostilidades que causaron el levantamiento de este muro", clamó el jefe de la Iglesia católica.
El Papa habló desde una simple tarima en el patio de una escuela del campo de Aida frente a unas 450 personas y a menos de dos metros de la oprimente barrera de cemento que domina los territorios palestinos con sus garitas y torres de control.
Las imágenes de esa visita deberán recorrer el mundo y fueron transmitidas en directa por televisión.
El muro, que ha sido condenado por la Corte Internacional de Justicia y la Asamblea General de Naciones Unidas, representa uno de los tantos motivos de tensión en la región. Esta barrera es un ejemplo del punto muerto al que han llegado las relaciones israelo-palestinas", dijo.
Durante su sexta jornada en Tierra Santa, el Papa ofició también una concurrida misa al aire libre frente a la basílica de la Natividad, uno de los templos cristianos en uso más antiguos.
En su homilía, pidió que se levante "en breve" el embargo impuesto por Israel a Gaza desde la conquista del poder en ese territorio por el grupo islamista Hamas, en junio de 2007.
Y manifestó su solidaridad con la población golpeada por la ofensiva efectuada en diciembre y enero por Israel contra Hamas en Gaza, que dejó mil 400 muertos palestinos y devastó ese empobrecido territorio en el que se hacinan 1.5 millones de habitantes.
"Para los católicos de Gaza esta es una visita importante, que da coraje", declaró a la AFP el párroco de la única iglesia de Gaza, el argentino Jorge Hernández.
El presidente palestino Mahmoud Abbas envió por su parte un "mensaje de paz" a los israelíes desde en el campo de refugiados de Aida.
"Ante su santidad, envío un mensaje de paz a nuestros vecinos israelíes y les pido que renuncien a la ocupación, la colonización, las detenciones y las humillaciones" contra los palestinos, declaró Abbas.
Los cristianos de Israel y los territorios ocupados son sólo 180.000, la mitad de ellos católicos, y en los últimos años su número ha descendido notablemente, debido principalmente a la emigración.
En Jerusalén residen unos 9 mil fieles, y en Belén, donde eran el 75 por ciento de la población en 1967, hoy son sólo el 12 por ciento.
Benedicto XVI, de 82 años, celebrará del jueves una misa en Nazaret, el lugar donde según la tradición pasó su vida privada Jesús.
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