"BORRÓN Y CUENTA NUEVA": un poema de esperanza
Borrón y Cuenta Nueva
Últimamente,
las mañanas se ven tristes,
los cielos son grises
y los rostros de la gente, compungidos.
Los aires,
no son suaves tal cual eran antes,
baten sus alas ahora más fuerte, más constantes,
y desprenden a los críos de sus nidos.
Las noches y los días
pueblan sus horas de violencia,
las campanas ya no visten su opulencia,
ahora repican sólo gemidos.
Por los ríos, ya lágrimas corren,
si no es que a veces también sangre.
Los niños, ya no sacian su hambre;
en vez de llantos, roncan alaridos.
Mas sin embargo, yo guardo
la lámpara de la esperanza,
que alumbra, aquí y en lontananza,
los caminos consabidos…
los caminos que tienen
un cúmulo de pasos,
un cúmulo de historias, de retazos,
un cúmulo de polvos adheridos.
Las horas,
antes locuaces y felices,
son ahora tiempos infelices,
son montañas hechas de quejidos.
Mas sin embargo, aún al cielo miro
y veo que de él se desprenden
luces que a las almas prenden
con necesarios perdones y olvidos.
Borrón y cuenta nueva,
tal vez sea la respuesta,
ante ya tanta afrenta
que tiene al hombre en vilo.
Borrón y cuenta nueva:
¡Acabemos con la miseria!
¡Que la injusticia a nadie hiera!
¡Que no halla corazones heridos!
Borrón y cuenta nueva,
que a ser libres, aprendamos;
que a ser felices, podamos;
que seamos hombres y mujeres dignos.
Borrón y cuenta nueva,
es la única instancia,
es la última esperanza
de que prosigan nuestros destinos…
las mañanas se ven tristes,
los cielos son grises
y los rostros de la gente, compungidos.
Los aires,
no son suaves tal cual eran antes,
baten sus alas ahora más fuerte, más constantes,
y desprenden a los críos de sus nidos.
Las noches y los días
pueblan sus horas de violencia,
las campanas ya no visten su opulencia,
ahora repican sólo gemidos.
Por los ríos, ya lágrimas corren,
si no es que a veces también sangre.
Los niños, ya no sacian su hambre;
en vez de llantos, roncan alaridos.
Mas sin embargo, yo guardo
la lámpara de la esperanza,
que alumbra, aquí y en lontananza,
los caminos consabidos…
los caminos que tienen
un cúmulo de pasos,
un cúmulo de historias, de retazos,
un cúmulo de polvos adheridos.
Las horas,
antes locuaces y felices,
son ahora tiempos infelices,
son montañas hechas de quejidos.
Mas sin embargo, aún al cielo miro
y veo que de él se desprenden
luces que a las almas prenden
con necesarios perdones y olvidos.
Borrón y cuenta nueva,
tal vez sea la respuesta,
ante ya tanta afrenta
que tiene al hombre en vilo.
Borrón y cuenta nueva:
¡Acabemos con la miseria!
¡Que la injusticia a nadie hiera!
¡Que no halla corazones heridos!
Borrón y cuenta nueva,
que a ser libres, aprendamos;
que a ser felices, podamos;
que seamos hombres y mujeres dignos.
Borrón y cuenta nueva,
es la única instancia,
es la última esperanza
de que prosigan nuestros destinos…
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