EL GOBIERNO DE LOS BUENOS, por Nicolás Maquiavelo
“Quien considere los tiempos de Roma gobernados por los buenos, verá a un príncipe seguro rodeado de sus seguros ciudadanos, al mundo lleno de paz y justicia, al Senado en posesión de su autoridad, a los magistrados con sus honores, los ciudadanos ricos gozando de sus riquezas, exaltadas la nobleza y la virtud, extinguida toda licencia, corrupción o ambición; verá tiempos áureos, en los que cada uno puede tener o defender la opinión que le plazca; verá, en fin, triunfar el mundo, colmado el príncipe de reverencia y de gloria, y el pueblo de amor y seguridad.”
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En los gobiernos bien constituidos, las leyes se sancionan teniendo en cuenta el bien público y no la ambición de unos pocos.
LA LEY NO DEBE REMOVER EL PASADO, SINO PROVEER PARA EL FUTURO
La ley no debe remover las cosas pasadas, sino más bien proveer a las futuras. El reformador de las leyes debe obrar con prudencia, justicia e integridad, y conducirse de modo que en la reforma tenga cabida la salud, la paz, la justicia y el vivir ordenado de sus pueblos.
Para que los jueces puedan tener autoridad y reputación deben ser de edad avanzada. Menester es que los jueces sean numerosos, porque los pocos actúan siempre como pocos. En las condenas ha de usarse humanidad, discreción y misericordia.
A fin de que los impuestos sean equitativos, conviene que la ley y no el hombre los distribuya. De los excesivos gastos resultan recargos; y de los recargos, querellas. Al recaudar los impuestos, téngase la discreción y misericordia que requieren las calamidades de los pueblos, soportándolos y no exigiendo de ellos más de lo que es posible.
En los gobiernos moderados y suaves se ven multiplicar en mayor número aquellas riquezas que vienen de la cultura y aquellas que vienen de las artes, porque cada uno gustosamente multiplica aquellas cosas y trata de adquirir aquellos bienes que, una vez adquiridos, cree poder gozar.
De lo cual se deriva que los hombres rivalizarán en preocuparse por las comodidades públicas y privadas; y, así, una y otras podrán maravillosamente acrecentarse.
LOS PUEBLOS SON RICOS CUANDO, TENIENDO LO NECESARIO, VIVEN COMO POBRES
Los pueblos son ricos cuando viven como pobres y cuando nadie tiene en cuenta aquello que les falta, sino aquello que necesitan. Un Estado se acrecienta sirviendo de asilo a la gente expulsada y dispersa.
Los pueblos son ricos cuando no sale dinero del país, cuando se acomodan a lo que el propio país produce y cuando en él de continuo entra y es traído dinero por quienes requieren materiales trabajados allí manualmente, para ser enviados al exterior.
Las propiedades son riquezas más estables y firmes que aquellas fundadas sobre la industria mercantil. Los romanos creían, con mucha razón, que no el terreno muy extenso, sino el que estuviere bien cultivado, fuese suficiente.
Suelen generarse en el ocio muchos males contra las costumbres, porque los jóvenes excesivamente disipados en el vestir, en los convites o en cosas semejantes, gastan sobremanera y, permaneciendo ociosos, en juegos y mujerzuelas tiempo y dinero consumen; en lo que mayormente se esmeran es en comparecer espléndidos en el vestir, y astutos y sagaces en el hablar; y aquel de entre ellos que con más destreza satiriza, es el más sabio y el más estimado, y no se respetan los preceptos de la religión.
Generalmente, los hombres ociosos sirven de instrumento a quienes se proponen provocar alteraciones. (más…)
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